El gobierno de Cuba informó este jueves que la economía creció cinco por ciento este año, un desempeño superior en más de dos puntos porcentuales a lo previsto por la Cepal y por expertos independientes.
El ministro de Economía y Planificación, José Luis Rodríguez, presentó su informe sobre el comportamiento económico del país en una sesión plenaria del parlamento, en la cual se pudo ver al presidente Fidel Castro caminar un largo trecho, en muestra de su recuperación física de la caída sufrida el 20 de octubre.
Castro llegó hasta el salón plenario del Palacio de Convenciones acompañado de una joven de la Unión de Pioneros, organización de escolares de seis a 14 años, y caminó hasta subir a su asiento junto al presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón.
El gobernante de 78 años se fracturó la rodilla izquierda y sufrió la fisura de un hueso de un brazo cuando descendía del podio donde acababa de clausurar un acto estudiantil, en la ciudad de Santa Clara, distante casi 300 kilómetros de La Habana.
Luego de una operación quirúrgica en que se las arregló para permanecer lúcido, gracias a la aplicación de anestesia local, Castro se abstuvo sólo algunas semanas de participar en actividades públicas. A principios de la semana pasada recibió de pie junto a la escalerilla del avión al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, aunque aún se movía en silla de ruedas.
En su informe de este jueves, Rodríguez advirtió que el país sufrió en el año que termina el impacto de dos ciclones, causantes de daños estimados en 2.146 millones de dólares y la intensificación de una sequía que causó pérdidas por 800 millones de dólares.
También se hizo sentir el descenso en la capacidad de generación de energía eléctrica a partir de mayo, lo cual ocasionó la paralización de importantes industrias y pérdidas estimadas en 200 millones de dólares. A la vez, aumentaron los precios de los combustibles, de los alimentos de importación y los fletes marítimos para esas compras.
Según el funcionario, otros factores que gravitaron sobre el desempeño económico fueron la intensificación del embargo que Estados Unidos impuso a esta isla caribeña hace más de 40 años y las medidas aplicadas en mayo por el presidente de ese país, George W. Bush, que incluyeron restricciones a los viajes a Cuba y al envío de remesas familiares.
Pese a ese cuadro adverso, Cuba creció en ramas como la minería y la metalurgia no ferrosa, la electrónica, la industria azucarera, construcciones y comunicaciones, en tanto el sector turístico sobrepasó las expectativas, al recibir 2,05 millones de visitantes.
La producción de níquel creció 7,5 por ciento, con ingresos superiores gracias al sostenido aumento de los precios en el mercado internacional. Esos resultados y las inversiones previstas con China inyectan optimismo en esferas gubernamentales respecto del futuro de ese mineral para el desarrollo del país.
Las exportaciones de bienes, en tanto, crecieron a un ritmo de 27,3 por ciento y superaron los 2.000 millones de dólares, cifra que no se alcanzaba desde 1991, cuando se inicio la crisis económica que soportó Cuba tras la desaparición del campo socialista europeo y la Unión Soviética, su principal socio comercial hasta fines de los años 80.
El crecimiento de cinco por ciento de la economía se calculó oficialmente mediante una medición que toma en cuenta los servicios sociales —salud y educación y otros— que en Cuba son gratuitos para sus 11,2 millones de habitantes. Estos estimados comenzaron a realizarse desde el año pasado, cuando las autoridades advirtieron que, en el caso cubano, el cálculo del Producto Interno Bruto (PIB) resulta inexacto y hasta injusto, al no contemplar la distribución equitativa de la riqueza y su retribución en el avance social.
Un informe de la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), con cierre el 30 de noviembre, previó para Cuba un crecimiento de su PIB de tres por ciento, en un contexto de adversidades como la "peor sequía de los últimos 40 años y el azote de dos huracanes que afectaron "seriamente el desempeño productivo.
La Cepal señaló además que de enero a octubre se agudizó la escasez de divisas debido al aumento de los precios internacionales del petróleo, menores flujos de inversión extranjera directa y las compras en efectivo de alimentos y productos agropecuarios en el mercado estadounidense, entre otros factores.
Pero la falta de divisas se alivió a partir de noviembre, pues el nivel de reservas internacionales se incrementó sensiblemente como resultado del canje de dólares por pesos convertibles (CUC), abundó la institución.
Esa unidad monetaria se generalizó en el país a principios de noviembre, cuando el gobierno cubano decidió suspender la circulación del dólar estadounidense en efectivo y gravó en 10 por ciento su canje por el CUC.
La agencia especializada para la región de la Organización de las Naciones Unidas coincidió con las previsiones del gobierno para 2005, cuando se espera un crecimiento del producto también de cinco por ciento, impulsado fundamentalmente por los servicios turísticos y la mayor producción de níquel, petróleo y gas, aún cuando se proyecta una menor producción azucarera en la zafra 2004-2005.
Basados en todo el cuadro adverso reconocido por las propias autoridades, economistas cubanos preveían un alza del PIB de sólo 2,4 por ciento. En 2003, el aumento fue de 2,6 por ciento. ***** + Asamblea Nacional del Poder Popular (http://www.parlamentocubano.cu/)
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