UNION EUROPEA: Portugal regresa al océano

Tras siglos de ausencia, Portugal vuelve a incursionar en la búsqueda de su identidad mediante el descubrimiento de los océanos. Pero esta vez utilizará los modernos métodos de investigación que ofrecen las tecnologías de la Unión Europea (UE) en lugar de las carabelas y galeones.

Lisboa será la sede el año próximo de la Agencia Europea de Seguridad Marítima (AESM) y previamente, ya a partir de este viernes, comienza a funcionar en pleno la Comisión Estratégica de los Océanos (CEO), cuya creación fue decidida a fines de 2003 por el gobierno luso, que califico el mar ”como el más importante recurso natural del país”.

Tras una ardua batalla en la que debió enfrentar a Francia, Gran Bretaña, Grecia, Irlanda e Italia, el Consejo de Ministros de la UE del 13 de diciembre de 2003 optó por Portugal, ”lo que tiene bastante sentido, porque nuestro país tiene la mayor zona económica exclusiva de la unión”, según Tiago Pitta e Cunha, coordinador de la CEO.

La dimensión de la zona económica exclusiva portuguesa, desproporcionada si se considera su costa de 800 kilómetros de longitud, se explica por el triángulo formado por el territorio continental y los archipiélagos de Azores, en medio del océano Atlántico en la ruta marítima hacia América del Norte, y de Madeira, ubicado frente a la costa africana de Marruecos.

Actualmente, la AESM tiene su sede provisoria en Bruselas y su director, que se trasladará a Lisboa el próximo año, es holandés, dentro de la tradición de los organismos internacionales de la UE, que evitan nombrar responsables de la misma nacionalidad del país sede.

El mandato de esta agencia es el de reforzar el sistema general de seguridad marítima, preparar el terreno a través de la reducción del riesgo de accidentes marítimos, evitar la polución causada por los navíos y la pérdida de vidas humanas en el mar.

A pesar de esos objetivos concretos, Pitta e Cunha opinó que también era una buena oportunidad para crear bases de datos en la batalla por la pureza de los océanos.

Algunas cifras también confirman la importancia del océano para este país balcón del Atlántico de 89.000 kilómetros cuadrados y con 10,2 millones de habitantes.

Cada año, los puertos lusitanos operan 56 millones de toneladas de mercaderías, muchas de ellas destinadas a otros países de la UE, en especial la vecina España, al tiempo que ocupa el primer lugar del mundo en reparación de navíos.

Los portugueses son los primeros consumidores mundiales de pescado por habitante, alcanzando a 60 kilogramos por persona al año. Como indican las últimas estadísticas conocidas, de fines de la década pasada, 11 por ciento de los pescadores de la UE eran portugueses, proporción sólo superada por España e Italia en ese orden.

En el campo de las energías renovables, la eólica y el aprovechamiento de las olas del mar, son sectores de gran futuro, habiéndose ya formado una comisión para estudiar la factibilidad de la producción eólica de 20.000 megavatios en las orillas del océano Atlántico.

Para Hélder Spínola, presidente de la asociación ambientalista Quercus, la sede en Lisboa de la AESM ”es positiva, porque esperamos que incentivará a los políticos a mejorar la protección litoral y del océano, que deja mucho que desear y que suponemos será alterada”.

La presentación este viernes del informe de la CEO, confirma el anhelo de Spínola, al anunciar varias medidas que ponen punto final al largo período en que Portugal le dio las espaldas al mar, vaticinando la recuperación del paradigma perdido de la tradición oceánica lusitana.

El documento reconoce que ”falta una visión del mar que nos lleve de nuevo a comprender su exacto valor, a redescubrirlo como recurso natural y a explotarlo en forma sostenida”.

Para cumplir este cometido, ”es necesaria ambición, se requiere sentido de anticipación y saber definir una misión que lleve a Portugal a invertir con sentido de oportunidad, con visión a largo plazo y, principalmente, con una clara voluntad política en el uso sostenido de los océanos y de sus recursos”.

Estos objetivos estratégicos ”constituyen las avenidas que han de llevar a Portugal por la construcción de una opción oceánica”, añade el informe, que presenta un largo listado de 250 propuestas para un horizonte temporal que puede alcanzar hasta dos décadas.

Entre las principales sugerencias, se cuentan la creación de una entidad nacional para el océano, sin mandato para decidir, sino fundamentalmente técnico, destinado a encuadrar las diferentes políticas sectoriales que inciden sobre el mar.

Según la analista en asuntos del mar Ana Fernandes, el documento ”es excelente científicamente y observa un riguroso respeto por el ambiente”, dos características de relevancia fundamental, porque sin ellas ”toda propuesta de desarrollo económico asentada en los océanos se convierte en imposible sin el necesario soporte económico y científico”.

En los océanos, ”sin la preservación de los recursos, se verían destruidas todas las posibilidades de un desarrollo futuro”, sentenció Fernándes.

Un aspecto subrayado por el documento de la CEO, es la necesidad de que el desarrollo marítimo no debe continuar a ser visto como el de un país singular, sino que Portugal debe asumirse ”como la costa atlántica oeste de Europa” y, debido a que cuenta con potencial humano y científico, ”puede contribuir para una gestión equilibrada de los mares” en el seno de la UE.

Este país ”debe caminar hacia una gestión integrada del océano”, apunta el documento, que a renglón seguido advierte que esto implica la identificación de actividades con impacto en el mar, el inventario de los recursos y la definición de las zonas protegidas, a través de la creación de una red de áreas marinas.

El informe hace especial hincapié en la extraordinaria biodiversidad de los océanos, que cuentan con un enorme potencial para la biotecnología, en especial en el campo de nuevos medicamentos e instrumentos de diagnóstico, así como para desarrollar técnicas para el conocimiento y la protección del medio marino.

Portugal podrá de esta forma convertirse en un protagonista esencial en los organismos internacionales del sector y, al mismo tiempo, ”asumiría una postura coherente en la protección del ambiente marino y las zonas costeras, apostando a la investigación y a la seguridad marítima de una manera intersectorial”, precisa el informe.

Para Pitta e Cunha, este esfuerzo es fundamental, ”porque es una recolocación de Portugal dentro del proyecto europeo en torno al océano, además de ser un valioso aporte psicológico como refuerzo de la identidad nacional de un país ligado históricamente al mar, pero ahora proyectado hacia el futuro”.

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