Se dice que la única vez que se vio sonreír en público al ayatolá Rujolá Jomeini, líder de la revolución islámica de Irán en 1979, fue cuando recibió en esta capital al presidente palestino Yasser Arafat.
El jefe de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), fallecido el jueves, fue el primer extranjero en felicitar a Jomeini por el triunfo de la revolución que expulsó del poder al shah Mohamad Reza Pahlavi. Arafat fue recibido como un héroe por los mulá (líderes religiosos), y tenían sus razones.
La OLP proveyó a los partidarios de Jomeini de armas y del entrenamiento necesario para derrotar a las fuerzas del shah, respaldadas por Estados Unidos.
La dinastía Pahlavi fue derrocada y, como gesto de gratitud, Jomeini cerró la embajada de Israel en Teherán y la convirtió en una oficina de la OLP, en la que flameó la bandera palestina. Más tarde, se abrió otra oficina en la meridional provincia de Khozestán, una de las más ricas del país.
Pero Arafat perdió el favor de los líderes revolucionarios iraníes en los años 80. El militar retirado Mojtaba Ahadi recuerda aquellos tiempos.
Arafat se enamoró de la revolución iraní. Fue un amor a primera vista, pero pronto se desvaneció, dijo a IPS.
El punto de quiebre fue la guerra entre Iraq e Irán (1980-1988).
Cuando las fuerzas de Iraq invadieron parte del territorio sur de Irán, Arafat comenzó a admirar al presidente iraquí Saddam Hussein (1979-2003) y a su régimen despótico, al que consideró la principal fuerza antiestadounidense en Medio Oriente. Así perdió su amor por Irán, señaló Ahadi con furia.
Es que este militar retirado de 59 años peleó en esa guerra, y vio morir a muchos de sus soldados a manos de iraquíes.
El segundo choque de Arafat con Irán fue en 1998, cuando firmó un pacto con Israel por el cual se comprometió a tomar medidas duras contra los grupos radicales islámicos a cambio de un repliegue parcial israelí de Cisjordania.
El líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, calificó entonces al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) de traidor y sinvergüenza.
Jamenei, quien tiene la última palabra en todo asunto de gobierno, no hizo comentarios luego de la muerte de Arafat el jueves, pese a que el gabinete tuvo una oración por el ex dirigente de la OLP, en la que lo llamó defensor del pueblo palestino.
El presidente del poderoso Consejo Estatal de Oportunidad (órgano de consulta del líder supremo), Aliakbar Hashemi Rafsanjani, envió a la ANP un cable de condolencias, pero minimizó la importancia de Arafat en la lucha palestina.
Los grupos palestinos que comprenden la real naturaleza de los que están ocupando sus tierras deben encontrar el verdadero camino para luchar contra los israelíes, señaló.
De forma similar se expresó el presidente de la unicameral Asamblea Consultiva Islámica, Haddad Adel.
El destino de la nación palestina no está en manos de esfuerzos individuales. Por eso, la muerte de uno de sus líderes no debe tener impacto en la campaña contra los sionistas, señaló.
Sin embargo, algunos ciudadanos iraníes todavía tienen un buen recuerdo de Arafat, como Hasan Arabzadeh, un contador de 62 años.
Aquellos que ven a Arafat como un líder que hizo muchas concesiones a los israelíes deberían recordar que ese mismo hombre fue el héroe de Al Karameh, el pueblo jordano en el que se enfrentaron soldados israelíes contra el movimiento Al Fatah de Arafat en 1968, dijo Arabzadeh a IPS.
Al Fatah fue creado por Arafat para luchar por la creación de un estado palestino independiente. Luego de la guerra de los seis días, en 1967, en la que Israel se enfrentó con varios países árabes, la organización palestina pasó a ser el principal enemigo de los israelíes.
En 1968, el ejército israelí lanzó una ofensiva contra Al Fatah en Al Karameh, donde murieron 150 guerrilleros y 29 soldados.
A pesar del alto número de palestinos muertos, la batalla fue considerada una victoria de Al Fatah debido a que logró el repliegue israelí.
Esta semana, la prensa iraní, controlada por el gobierno, instó a la población a salir a las calles este viernes para celebrar el Día Mundial de Al Quds (Jerusalén), contra Israel y el sionismo.
A través de los medios de prensa, Teherán quiere asegurarse de que la muerte de Arafat no eclipse las manifestaciones previstas para defender el honor y la dignidad de los musulmanes alrededor del mundo.
En el día de Al Quds, declararemos la guerra mundial contra Israel, fue el título principal del diario Kayhan este viernes. La noticia sobre la muerte del presidente palestino quedó relegada a un segundo plano.
En los últimos días, la agencia de noticias iraní Mehr calificó a Arafat de veterano en bancarrota.