ELECCIONES-BRASIL: Sao Paulo marcará el terreno

Un total de 119,8 millones de brasileños elegirán este domingo nuevos alcaldes y concejales en los 5.562 municipios de este país, pero sólo el resultado de la meridional Sao Paulo podrá dictar rumbos de la política nacional.

La mayor ciudad de Brasil, con 10,5 millones de habitantes y 7,7 millones de electores, decide una nueva correlación entre las fuerzas que protagonizan desde hace diez años las principales disputas políticas, el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) y el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB).

El PT apuesta a la reelección de la alcaldesa Marta Suplicy, mientras el PSDB puso en la disputa nada menos que a su ex candidato en las elecciones presidenciales de 2002, José Serra, principal oponente del actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Los comicios en Sao Paulo son los únicos de ”efectivo impacto nacional”, en los que el PT puede consolidar su poder o salir debilitado, dijo a IPS Marcos Figueiredo, profesor del Instituto Universitario de Investigaciones de Río de Janeiro, especializado en ciencias políticas.

El triunfo de Suplicy haría mas fácil la reelección presidencial de Lula en 2006, de la misma forma que Serra fortalecería a la oposición como alcalde de Sao Paulo, apoyando al actual gobernador del estado del mismo nombre, su correligionario Geraldo Alckmin, como probable adversario de Lula.

Las últimas encuestas indican que Suplicy y su adversario irán a la segunda vuelta el 31 de octubre, donde la ventaja prevista favorece a Serra. Pero la real situación es de ”empate a decidirse a último momento”, sostuvo Figueiredo, argumentando que la competencia entre dos altera el cuadro de la primera vuelta, en la cual los votos se dispersarán entre 14 postulantes.

Sao Paulo sintetiza también lo que estas elecciones municipales deberán acentuar, la lucha entre el PT y el PSDB por las alcaldías en las principales ciudades del país, incluyendo las 26 capitales estaduales.

La disputa es ”más política que ideológica”, producto de la historia reciente brasileña, que puso a los dos partidos en el centro de los principales enfrentamientos electorales, señaló Figueiredo.

En 1994 y en 1998 Lula perdió, como principal opositor, las elecciones presidenciales frente a Fernando Henrique Cardoso, del PSDB. En 2002 el resultado se invirtió, con Lula derrotando a Serra y el PSDB pasando a encabezar la oposición.

Pero en los mayores estados brasileños, Sao Paulo y Minas Gerais, ganaron los socialdemócratas, en desmedro del izquierdista PT.

Ideológicamente, los dos partidos se acercaron después de los cambios en el PT, que renunció a sus prédicas socialistas y moderó su discurso y programa para llevar Lula a la presidencia. Pero el PSDB tiene también poco de socialdemócrata en la práctica, y es hoy más que nada un ”partido de centro”, matizó Figueiredo.

El PT y el PSDB son, además, dos partidos ”paulistas”, ya que Sao Paulo concentra tanto sus orígenes como sus principales liderazgos. Ambos tienen mayor peso en las grandes ciudades, donde la competencia es más reñida.

Los dos partidos constituyen las principales fuerzas en confrontación en 12 de las 26 capitales estaduales de Brasil. Hay otras en que uno u otro tiene la victoria prácticamente asegurada en primera vuelta, como el PT en Belo Horizonte, capital de Minas Gerais, y en otras urbes el PT y el PSDB apoyan a aliados fuertes.

En los 68 municipios brasileños con más de 200.000 electores, los únicos en que la legislación electoral prevé segunda vuelta si ningún candidato obtiene más de mitad de los votos válidos, también se presenta mayoritariamente la polarización PT-PSDB, especialmente en el estado de Sao Paulo.

La mayoría de alcaldías, sin embargo, seguirá en manos de las otras dos grandes fuerzas nacionales, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y el Partido del Frente Liberal (PFL), coinciden analistas políticos.

Son partidos de ”bases estaduales, sin líderes nacionales”, cuya fuerza se sostiene en una amplia red de alcaldes y concejales, que reproduce una ”máquina” partidaria construida en muchas décadas, destacó Figueiredo. El PT y el PSDB, en cambio, son partidos jóvenes, con 25 y 16 años respectivamente.

El PT, contando ahora con la fuerza del poder central ejercido por Lula, extendería su presencia en el interior del país, ganando más alcaldías, de manera que podrá alardear victoria, aunque sufriendo una posible derrota en Sao Paulo.

Además, en las grandes ciudades donde las encuestas apuntan a adversarios como favoritos, el crecimiento de los candidatos del PT se sintió en los sondeos de los últimos días. ”El clima es muy favorable al partido en la mayoría de las capitales y grandes ciudades”, celebró José Genoino, presidente del PT.

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe