El gobierno de Cuba intenta fortalecer y aumentarel intercambio con China, su tercer socio después de Venezuela y España, aunque conservando la distancia entre su experiencia socialista y el llamado socialismo de mercado del gigante país asiático.
La estrategia de La Habana implica no sólo aumentar y ampliar la colaboración y el movimiento comercial, que en 2003 alcanzó a 357 millones de dólares, sino atraer más inversiones chinas.
En ese contexto, el Ministerio para la Inversión Extranjera y la Colaboración de Cuba llevó 41 proyectos de asociación a la VIII Feria de Inversión y Comercio de China, una de las más importantes de Asia y que va de este miércoles al sábado próximo en el sudoriental puerto de Xiamen.
Según sus organizadores, esta muestra, copatrocinada por el Ministerio de Comercio y el propio gobierno de Xiamen, está encargada de impulsar la cooperación recíproca y el intercambio entre China y el resto del mundo.
La ciudad huésped de la feria comercial figura entre las primeras zonas económicas especiales de esa nación y uno de los principales polos comerciales internacionales en Asia.
Cuba expone en la Feria una variada muestra de sus principales productos de exportación y representantes de más de una treintena de empresas aprovecharán la ocasión para buscar nuevas oportunidades de negocios, confirmaron a IPS fuentes de la cartera de Comercio Exterior.
Las propuestas cubanas de inversión en esta isla caribeña de sistema socialista abarcan producciones en la industria pesquera, calzado y confecciones, muebles de madera y metálicos, equipos médicos y derivados de la caña de azúcar, entre otros sectores.
Algunos de los proyectos están dirigidos a la mediana empresa, pero otros requieren altos montos de capital, según aclaró la directora del Centro de Promoción e Inversiones, Anaiza Rodríguez, en entrevista al semanario especializado Negocios en Cuba.
La funcionaria precisó que ya existen 10 Asociaciones Económicas con China, seis de las cuales operan en Cuba y cuatro en el país asiático, además de tres Contratos de Producción Cooperada.
Cuba dispone de inversiones conjuntas en la nación asiática en el área de las industrias farmacéutica y de equipos médicos de alta tecnología, así como en las áreas de la ingeniería genética y la biotecnología.
Entre las empresas mixtas en operación sobresale la dedicada al desarrollo conjunto, fabricación y comercialización de productos biotecnológicos destinados al tratamiento del cáncer y otras enfermedades autoinmunes.
La firma Biotech Phamaceutical Ltd Corporation construye actualmente una moderna planta de producción en la Zona de Desarrollo del Beijing (BDA), una de las más importantes de China.
El intercambio de Cuba con China superó en 1990 los 600 millones de dólares, pero en 1995 había bajado a sólo 268 millones debido fundamentalmente a la merma de la producción azucarera cubana.
Por esa época, Beijing compraba a La Habana más de un millón de toneladas de azúcar anuales. En los últimos años, a ese rubro se sumó el níquel, productos de la biotecnología, cítricos frescos e industrializados, acero al carbón y tabaco.
Yang Shidi, Consejero Económico y Comercial de la embajada china en La Habana, dijo a Negocios en Cuba que el comercio bilateral llegó durante el primer semestre de este año a 254 millones de dólares.
La cifra significa un aumento de 28,3 por ciento, respecto de igual período del año anterior, pero además hay un mayor equilibrio de la balanza comercial, pues China exportó 139 millones de dólares e importó de la isla caribeña 115 millones.
Del total del comercio durante 2003, las ventas chinas sumaron 236 millones de dólares y las compras a Cuba 121 millones, señaló el diplomático, para quien este país caribeño es uno de los más importantes socios comerciales de su país en América Latina.
La mayor de las islas Antillas exporta a China tabaco, biorat (un raticida biológico), interferón (una droga que fortalece el sistema inmunitario), equipos médicos de alta tecnología, vacunas y mariscos, entre otros productos.
En materia de importaciones cubanas, una de las más significativas es la compra de más de un millón de televisores, maquinaria para la fabricación de bicicletas y terminales telefónicas para la modernización del sistema en la isla.
China reactivó desde fines de la década del 80 la cooperación con Cuba mediante la extensión de créditos blandos de carácter gubernamental y la ayuda no reembolsable, ambas destinadas a la educación, la agricultura y los recursos hidráulicos, principalmente.
En 2003, las autoridades chinas extendieron a Cuba un crédito al desarrollo ascendente a nueve millones de dólares y, más recientemente, le otorgaron la condición de ruta turística oficial.
Como polo emisor, China podría convertirse en un mercado atractivo para la isla, pues informes de la Organización Mundial del Turismo señalan que el pasado año ya viajaron al exterior 17 millones de turistas de ese país.
Ambas naciones establecieron vínculos diplomáticos el 28 de septiembre de 1960, pero las relaciones bilaterales pasaron por momentos de distanciamiento, en dependencia de las posturas de cada cual dentro del hoy desaparecido bloque socialista.
Para analistas, la visita en 2001 a la Habana del entonces presidente chino Jiang Zeming y el posterior viaje de Fidel Castro a Beijing en 2003 confirmaron que las relaciones marchan ahora bajo el prisma de la identidad política y el intercambio mutuamente ventajoso.
Pero, si bien el modelo económico chino constituye un referente importante para Cuba por tratarse de una experiencia socialista, las autoridades de la isla hacen énfasis en que se trata de un proyecto con los colores de esa nación.
En ese sentido, Cuba rechaza cualquier copia al calco y mantiene la tesis de que la isla tiene que hacer su propio traje a la medida, basado en el papel preponderante de la empresa estatal socialista y la tendencia a la centralización.
