El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, reiteró sus ataques al imperio estadounidense y al neoliberalismo, mientras su par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, eligió como blanco a otro enemigo de la integración sudamericana, la burocracia.
Los dos gobernantes se encontraron este miércoles en Manaos, capital del norteño estado brasileño de Amazonas, en la clausura del quinto Encuentro Empresarial Brasil-Venezuela y la apertura de la segunda Feria Internacional de la Amazonia.
No habrá integración si no se eliminan las trabas burocráticas, dijo Lula, recordando que muchos acuerdos firmados por Brasil no se pusieron en práctica. No se puede exigir que un funcionario viole las normas, por eso toca a los gobernantes identificar los obstáculos legales y modificarlos, admitió.
Chávez, por su parte, denunció las amenazas imperialistas de control de la Amazonia y la necesidad de defender la región para las generaciones futuras, y destacó la asociación de su país con el Mercado Común del Sur (Mercosur) como el inicio de la integración bolivariana que él pregona para América del Sur.
Ambos presidentes coincidieron en apoyar la intensificación de las relaciones entre sus países por el comercio, la asociación de empresas y otras iniciativas conjuntas. El momento es propicio, con las dos economías nacionales en recuperación y Venezuela asociada al Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), observó Lula.
El presidente brasileño destacó también un factor político favorable, el triunfo de Chávez en el referendo del 15 de agosto, que ratificó su permanencia en el poder.
Ahora nadie puede dudar que en Venezuela hay una verdadera democracia, pues la población venezolana apoya a un presidente que dedica su vida al pueblo pobre, afirmó.
Los empresarios brasileños pueden y deben invertir en el país vecino sin temores, exhortó Lula.
Chávez defendió una integración que comprenda nuevos mecanismos, como la asociación de las empresas petroleras estatales de dos o más países de la región en una compañía regional y la creación de una red de emisoras públicas para componer una televisión del Sur, para la integración cultural.
Más de 100 empresarios venezolanos participaron en el encuentro bilateral, iniciado el martes y concluido este miércoles. Es la quinta vez que se realiza en menos de dos años, lo cual indica la disposición de ampliar negocios con el norte amazónico de Brasil.
El comercio entre los dos países alcanza casi 2.000 millones de dólares al año, pero se elevará a 5.000 millones de dólares en cinco años, pronosticó el presidente del Banco de Comercio Exterior de Venezuela, Víctor Alvarez.
La energía es el rubro que se destaca en las exportaciones venezolanas, con el petróleo y sus derivados, además de la electricidad. Manaos y el área cercana a la frontera con Venezuela sufren escasez energética y los excedentes venezolanos constituyen una solución natural.
El turismo es también importante y una creciente zona de negocios, ya que muchos amazonenses brasileños buscan las playas venezolanas.
Brasil exporta principalmente los productos eléctricos y electrónicos del Polo Industrial de Manaos, una zona franca que disfruta de exenciones tributarias. Además, empresas brasileñas quieren incrementar su participación en las obras de infraestructura del país vecino.
Las empresas constructoras brasileñas se ven favorecidas por mecanismos de financiación del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) estatal de fomento.
Tres grandes obras en suelo venezolano ya cuentan con financiamiento aprobado, anunció el director de Comercio Exterior del Banco, Luiz Eduardo Merlin, en referencia a la construcción de una central hidroeléctrica, la expansión del tren subterráneo de Caracas y un proyecto de irrigación.
Venezuela es un buen mercado para la producción del Polo Industrial de Manaos, el más importante centro productor de televisores y otros aparatos audiovisuales, motocicletas y bienes de informática, que reúne a 430 empresas cuya facturación asciende a 9.000 millones de dólares anuales, con 440.000 empleos directos e indirectos.
La Zona Franca de Manaos y su polo industrial fueron iniciativas del gobierno brasileño para desarrollar la región. Los incentivos fiscales a su producción informática se prorrogarán hasta 2019 mediante una ley que tramita actualmente en el parlamento brasileño.
En los últimos meses se incorporó al complejo el Centro de Biotecnología de la Amazonia, abriendo un nuevo campo de desarrollo que aprovechará la inmensa diversidad biológica de la región.