La carrera por la alcaldía de la capital tailandesa se ha tornado en un barómetro de la popularidad del primer ministro Thaksin Shinawatra, cuando faltan menos de cinco meses para las elecciones generales.
Sin embargo, el partido de Thaksin, Tai Rak Tai (Tailandeses Aman a Tailandeses, TRT), no tiene su propio candidato a jefe del gobierno de Bangkok para los comicios de este domingo.
El primer ministro dijo públicamente la semana pasada, en una reunión de gabinete, que era tiempo de que la capital fuera gobernada por una mujer, en lo que constituyó una manifestación de apoyo a la candidata Pavena Hongsakul.
Pero, según analistas, lo que TRT desea es evitar el triunfo del candidato del opositor Partido Demócrata y ex presidente de una compañía de telefonía móvil, Apìrak Kosayodhin, quien está al frente en la competencia entre 22 candidatos.
Pavena no es una recién llegada a la política tailandesa. Ya representó en el parlamento a un partido aliado con TRT en la coalición de gobierno, y ya fue candidata a gobernadora de Bangkok en 2000.
”La candidatura de Pavena servirá para medir la popularidad de TRT y Thaksin en Bangkok”, dijo el cientista político Thitinan Pongsudhirak, de la Universidad Chulalongkorn de la capital.
La derrota de Pavena sería también una derrota de TRT, sostuvo Thithinan.
Menos de cinco meses antes de los comicios generales, el primer ministro no puede ignorar el estado de ánimo de los votantes de Bangkok, la capital financiera y política del país, tres años después de su último y resonante triunfo electoral.
”Se percibe un sentimiento anti-Thaksin que saldrá a la superficie en las elecciones del domingo”, pronosticó, en declaraciones a IPS, Kavi Shongkittavorn, columnista y editor del diario The Nation.
Ese sentimiento comienza a surgir en sectores de la población que antes adherían al gobierno. ”Algunos de los más firmes simpatizantes de Thaksin y miembros de la elite económica y de la clase media se muestran ahora críticos del primer ministro”, según Kavi.
”El sentimiento anti-Thaksin podría originar un voto contra Pavena”, agregó.
TRT cuenta con una mayoría parlamentaria sin precedentes luego de su victoria en las elecciones generales de 2001, y podría asegurarse ahora más de 400 de los 500 escaños.
Pero un alto dirigente político de TRT, Chamlong Srimuang —el mentor político de Thaksin—, convocó a la ciudadanía a votar por Pavena para contrarrestar el poder del primer ministro, a quien acusó de socavar la joven democracia tailandesa.
Las críticas que hoy formula Chamlong son hace tiempo comunes entre académicos, ex funcionarios y organizaciones no gubernamentales.
El primer ministro es acusado de apelar a advertencias policiales, clausuras, presiones y manipulación de la publicidad oficial para acallar las críticas desde los medios de comunicación.
Thaksin era él mismo empresario del sector de las telecomunicaciones y dirigía su empresa Shin Corporation antes de asumir la jefatura del gobierno.
El activista por la libertad de prensa Supinya Klangnarong declaró al diario Thai Post que Shin Corporation se benefició de la posición de su fundador en el gobierno. El lunes, la firma presentó una demanda por difamación pro 10 millones de dólares contra el periódico y contra Supinya.
También académicos y funcionarios críticos han recibido ataques verbales de Thaksin.
Las consecuencias de las elecciones locales en la política nacional desviaron la atención de los problemas que afronta esta capital de dos millones de habitantes.
El más visible es el tránsito, dado que 5,5 millones de vehículos se agolpan en sus calles. Casi 600.000 vehículos nuevos se suman cada año al parque automotor de Tailandia.
Otro problema es la creciente cantidad de desperdicios recogidos, que se elevó de 3,1 millones a 3,3 millones de toneladas.
El alcalde saliente, Samak Sundaravej, desilusionó a buena parte de los más de un millón de ciudadanos que votaron por él. El hecho más destacado de su periodo de gobierno fue una aparición en un programa televisivo de cocina.