La nueva red de vigilancia de la gripe del pollo o influenza aviar en Asia sudoriental enfrenta una dura prueba tras la muerte de tres personas en Vietnam afectadas por una cepa letal del virus.
Las muertes en Vietnam forzarán a los países que integran la red a aumentar la vigilancia y compartir información, dijo Caroline Benigno, funcionaria de salud animal de la división Asia-Pacífico de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Estar al corriente del impacto de la epidemia y elaborar un plan de salud pública forman parte de la misión de la nueva red de vigilancia, una iniciativa de 11 países asiáticos lanzada en la capital tailandesa el 30 de julio.
Cuando se creó la red, el espectro de la gripe del pollo volvía a cernirse sobre la región. Cuatro países asiáticos (China, Indonesia, Vietnam y Tailandia) habían reportado brotes desde principios de julio.
Las tres muertes registradas en Vietnam este mes crearon alarma acerca de la naturaleza de la nueva cepa del virus, que se ha instalado en criaderos de pollos del norte y el sur del país. La letal cepa H5N1 puede afectar a humanos y podría provocar una nueva pandemia.
Las autoridades de salud vietnamitas vigilan también al menos a cinco personas que podrían estar infectadas con el virus.
Realizaremos pruebas pronto para confirmar si se trata del virus H5N1 y compararlo con otras cepas analizadas antes, dijo a IPS desde Manila el portavoz de la división Pacífico Occidental de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Peter Cordingley.
Hasta ahora, no se han registrado víctimas humanas en los otros tres países asiáticos con rebrotes de la enfermedad, agregó.
Tailandia descartó que 35 personas que estaban bajo vigilancia desde julio por posibles síntomas de la gripe del pollo tuvieron la enfermedad.
Las recientes muertes de una mujer y dos niños en Vietnam eleva a 26 la cifra de muertos este año en el país debido a la gripe del pollo.
Vietnam fue el epicentro del virus durante un brote registrado a principios de este año, y registró 15 muertes en 22 infecciones. Tailandia fue el otro país asiático con víctimas fatales: ocho muertes en 12 casos reportados.
A fines de marzo, cuando la epidemia parecía amainar, más de 100 millones de pollos habían sido sacrificados o muerto a causa de la enfermedad en 10 países asiáticos.
La gripe del pollo, también conocida como influenza aviar o avícola, afecta a todo tipo de ave. En los seres humanos infectados, los primeros síntomas son fiebre y tos, así como descenso de la presión arterial y del nivel de glóbulos rojos. En última instancia, puede desarrollarse neumonía.
Las aves sufren enrojecimiento de los ojos y daños al hígado. La enfermedad, conocida desde hace unos 100 años, traspasó en 1997 la frontera de las especies al contagiar a la humana.
Algunas cepas son de elevadísima mortalidad, pero la actual, causada por el virus H5N1, es la peor de todas, dada su gravedad y su capacidad de adaptación genética.
Las aves de corral asiáticas por lo general son transportadas en grandes cantidades y en espacios con muy poca ventilación, lo cual, según expertos, las torna vulnerables a infecciones como el cólera, la tuberculosis y la gripe del pollo.
Muchas de estas enfermedades son endémicas en China y Tailandia, y reaparecen todos los años. La gran amenaza se produce cuando la producción intensiva propaga nuevas variedades de estas enfermedades que a su vez se contagian a los humanos que viven en contacto con animales.
Los peligros de esta nueva variedad de gripe de pollo son aún inciertos, pero lo cierto es que el virus H5N1 hasta ahora no ha mostrado capacidad de contagiarse de humanos a humanos, aunque la OMS advirtió sobre la posibilidad de una mutación que permita ese tipo de transmisión.
Según la FAO, un país sólo puede declararse libre de gripe del pollo si no detecta nuevas infecciones en un período de 21 días.
Pero aún con esa precaución, las granjas que tuvieron aves infectadas deben ser adecuadamente desinfectadas y sujetas a medidas de bioseguridad, que incluyen el bloqueo del contacto con aves migratorias y la vigilancia del movimiento de los animales, antes de recibir nuevas aves, explicó Benigno, de la FAO. Estas medidas de bioseguridad han sido adoptadas por la nueva red del sudeste asiático.
Lo que ocurre en Vietnam bien podría deberse a métodos inadecuados de desinfección de las granjas afectadas durante el primer brote de este año, afirmó Benigno. (