ENERGIA-JAPON: Accidente nuclear sacude la confianza pública

El peor accidente nuclear en la historia de Japón estremeció la confianza del público en la seguridad de la industria. Algunos culparon a la laxitud de las normas nacionales por el incidente, que causó la muerte a cuatro personas y dejó heridas a siete.

”Esos trabajadores se habrían salvado si se hubieran realizado los controles adecuados en la planta. Este accidente reveló una flagrante falta de protección a los ciudadanos contra los accidentes nucleares”, dijo a IPS el experto en energía nuclear Kazue Suzuki, de la organización ambientalista Greenpeace/Japón.

El accidente ocurrió el lunes en la central nuclear de Mihama, al oeste de Tokio, cuando la rotura de un caño que alimentaba la turbina de un reactor provocó una fuga de vapor a altísima temperatura. El reactor es el segundo de tres en funcionamiento en la prefectura de Fukui, 300 kilómetros al oeste de la capital.

El caño no había sido controlado desde que la central comenzó a funcionar en 1976, reconoció Kansai Electric Power Company (KEPCO), la segunda empresa de servicios públicos de Japón, propietaria de la central.

Hideyuki Ban, investigador de energía nuclear y jefe del Centro de Información Nuclear para los Ciudadanos, con sede en Tokio, consideró que ”el accidente fue grave y debe ser una advertencia para que los promotores de la energía nuclear se detengan de inmediato”.

Ban rechaza la afirmación de KEPCO y de la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial del gobierno, según la cual no hubo ninguna fuga radiactiva.

Inmediatamente después del accidente, funcionarios gubernamentales aclararon que el vapor no estaba contaminado por material radiactivo, por lo tanto no se ordenó ninguna evacuación en la localidad de Mihama, donde se encuentra la central.

”No había material radiactivo en el vapor que se fugó”, aseguró un funcionario de la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial en una conferencia de prensa.

”Este incidente no tendrá efectos de radiación en los alrededores”, agregó KEPCO.

Pero el Centro de Información Nuclear para los Ciudadanos es escéptico. ”Dudamos de los informes oficiales de que no hubo fuga radiactiva. Es obvio que los alrededores pudieron ser afectados, aunque todavía no estamos seguros del nivel de exposicion”, dijo Ban a IPS.

Este martes, residentes y activistas realizaron una manifestación en Osaka, la segunda ciudad del país, frente a la sede de KEPCO.

Las pancartas reclamaban el fin del desarrollo de la energía nuclear y exigían que KEPCO asumiera ”plena responsabilidad por el accidente”.

”El accidente fue horrible y nunca debe volver a ocurrir. El peligro que la energía nuclear representa para la gente nunca desaparece”, dijo Kyoko Shimada, director del Grupo de Ciudadanos de Mihama Ooi contra la Energía Nuclear, con sede en Osaka.

”La prioridad de las empresas de servicios públicos es mantener los costos bajos, y esta situación no garantiza los debidos controles de seguridad”, agregó, en declaraciones a IPS.

El anterior accidente nuclear había ocurrido en una planta de procesamiento de uranio en Tokaimura, al norte de Tokio, en septiembre de 1999, cuando tres trabajadores mal entrenados usaron baldes para mezclar combustible nuclear en una tina y desataron una reacción atómica descontrolada.

La radiación resultante mató a dos trabajadores y obligó a la evacuación de miles de residentes vecinos.

El último accidente, en la prefectura de Fukui, llevó a muchos a preguntarse si Japón no tiene una excesiva dependencia de una industria potencialmente peligrosa para su abastecimiento de energía.

Japón importó su primera central nuclear de Gran Bretaña en 1966, y terminó de construir sus primeros reactores nacionales en 1970.

Actualmente tiene más de 50 reactores en funcionamiento, que satisfacen 25 por ciento de la demanda de electricidad. En comparación, Estados Unidos genera 20 por ciento de su electricidad a partir de la energía nuclear.

La horripilante muerte de los cuatro operarios conmovió a muchos japoneses. Testigos citados por la prensa dijeron que la ropa de las víctimas se prendió fuego y que sufrieron gravísimas quemaduras.

El primer ministro Junichiro Koizumi lamentó el accidente y dijo que el gobierno ”debe hacer todo lo posible para garantizar la seguridad nuclear”. Koizumi es blanco de duras críticas de partidos opositores por no contar con un equipo de emergencia para accidentes nucleares. (

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe