SALUD-CUBA: Una dañina tradición

Cuba, donde los aborígenes recibieron tabaco en mano a Cristóbal Colón, pierde cada año miles de vidas por cáncer de pulmón y tiene un alto porcentaje de adictos, a contrapelo de campañas oficiales contra el hábito de fumar.

El tabaco forma parte de la historia nacional. Los aborígenes fumaban tabaco ávidos de un placer que supuestamente los acercaba a las divinidades. Pero en la actualidad su consumo es un problema de salud en la isla.

De acuerdo con datos oficiales, el cáncer es la segunda causa de muerte en Cuba, con 25.000 nuevos casos cada año y alrededor de 14.000 fallecimientos, unos 5.000 de ellos relacionadas con el tabaquismo.

Según la misma fuente, en 2002 fallecieron 2.780 hombres y 1.279 mujeres por cáncer de pulmón, aunque especialistas insisten en radio y televisión sobre la necesidad de un estilo de vida sano.

El ritmo de crecimiento anual de la mortalidad por cáncer de pulmón en territorio nacional es mayor en mujeres (2,3 por ciento) que en hombres (1 por ciento), y eso es atribuido al aumento del número de fumadoras mientras se registra un ligero descenso de varones adictos.

Estudios del Instituto Nacional de Higiene y Epidemiología y sondeos de medios periodísticos cubanos confirman que en la isla los hombres aún fuman más que las mujeres, pero que las diferencias tienden a desaparecer.

Las campañas contra el tabaquismo insisten en datos gráficos como que cada cigarrillo reduce nueve minutos de vida y que los fumadores tienen como promedio 15 años menos de existencia.

Asimismo, ponen énfasis en el daño económico, tanto doméstico como nacional, que implican mayores gastos médicos y ausencias por enfermedad a los centros laborales.

En el humo del cigarro se han identificado 4.000 sustancias tóxicas, y quien consuma una caja de cigarrillos al día hace unas 70.000 inhalaciones al año, según fuentes del Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana.

Además, cada inhalación expone a sustancias tóxicas a las mucosas de la boca, nariz, faringe y árbol traqueo bucal, mientras que otros componentes son absorbidos por la sangre o disueltos por la saliva y deglutidos.

La más reciente encuesta difundida en Cuba sobre el tabaquismo data de 2001 y reveló que entonces existían 2.047.714 fumadores, lo que representó una prevalencia de 31,9 por ciento, contra 36,8 por ciento en 1995.

Además, disminuye la edad en que las personas comienzan a ser adictas, en muchos casos antes de cumplir 20 años de edad.

”Fumar es uno de los pocos placeres que me puedo dar en cualquier momento. Me acompaña y revitaliza en horas de mayor cansancio”, comentó a IPS Orestes García, de 29 años de edad, quien dijo haber adquirido el hábito con amigos a los 14 años.

En una investigación realizada en La Habana entre estudiantes de Secundaria Básica, de 13 a 15 años de edad, 29,9 por ciento de los adolescentes refirieron haber fumado alguna vez.

”Es conocida la importancia del patrón imitativo en la adicción al tabaco en Cuba. La imitación y el denominado contagio social es la principal causa de iniciación al tabaquismo”, explicó a la prensa la médica Nery Suárez.

”Los padres no constituyen el patrón imitativo fundamental en Cuba, maestros y amigos han sido descritos como tales”, agregó Suárez, investigadora de la Escuela Nacional de Salud Pública, entidad académica para postgraduados.

El primer programa de alcance nacional y carácter permanente para desestimular el hábito de fumar data de 1988. Las autoridades lanzaron una campaña antes, en 1985, cuando detectaron una tendencia creciente al consumo.

Desde los años 70 hay advertencias sanitarias e información sobre la nocividad del tabaco en los envases de tabacos.

En el país no está permitida la venta de tabacos a menores de 16 años. Además, se prohíbe fumar en los centros de educación, y a los trabajadores y pacientes en todas las instalaciones del Sistema Nacional de Salud.

”Todo está muy bien dispuesto, muy reglamentado, pero abundan las violaciones y la gente fuma sin mucha consideración del que está al lado”, según Laura María, encargada de comunicaciones en una oficina de correos.

”Si uno protesta, queda como alguien con pésimo humor”, se quejó la mujer.

Cuba cuenta con 242 consultorios en todo el país para la desintoxicación, según informaron fuentes oficiales hace un mes en medio de nuevas campañas contra el cigarrillo y en defensa de las áreas libres de humo.

Por otra parte, el país suscribió el pasado 29 de mayo el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el Control del Tabaco, que tiene por objetivo limitar el daño que causan sus productos derivados.

Ese convenio establece prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio del tabaco, y aboga por la subida de los impuestos y del precio, entre otros aspectos. Según la OMS, hay unos 1.300 millones de fumadores en el mundo

Si bien 60 por ciento de los adictos al cigarrillo en Cuba quieren abandonarlo, 40 por ciento requieren para ello ayuda profesional, y sólo tres por ciento es capaz de recuperarse por sí solo, según autoridades médicas.

Entre los tratamientos aplicados en la isla contra el consumo están la terapia psicológica, floral, medicina natural y tradicional, acupuntura y homeopatía, así como terapias sustitutivas (parches de nicotina).

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