Las autoridades de la Unión Europea (UE) no tendrán vacaciones en este verano boreal, pues estarán inmersas durante los próximos dos meses en intensas negociaciones para destrabar dos importantes negociaciones comerciales multilaterales.
Tanto las conversaciones para desbloquear la Ronda de Desarrollo de Doha como los contactos para un acuerdo de libre comercio con el Mercado Común del Sur (Mercosur, formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), parecían el miércoles en un callejón sin salida.
En los contactos con el bloque sudamericano se produjeron serias diferencias sobre el acceso a mercados, mientras que Francia puso en riesgo los intentos de volver a impulsar las negociaciones internacionales de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Estaba previsto que las gestiones con el Mercosur terminaran esta semana, pero ahora se postergarán hasta la segunda de agosto, cuando representantes de ambos bloques se reúnan en Brasilia. Al mes siguiente lo harán en Bruselas, con la meta de llegar a un acuerdo en octubre.
Mientras tanto, deben haber contactos periódicos entre los ministros, explicó Arancha González, portavoz del Comisario de Comercio de la UE, Pascal Lamy.
La UE presiona para lograr un mayor acceso a las telecomunicaciones del Cono Sur de América, mientras el Mercosur demanda un mayor acceso a los mercados agrícolas europeos.
Los negociadores brasileños dijeron que el Mercosur no podía aceptar la oferta de la UE de abrir progresivamente sus mercados, por medio de cuotas, a productos como el pollo y la carne vacuna en un período de 10 años.
El jefe negociador del Mercosur, el brasileño Regis Arslanian, dijo que la propuesta del bloque europeo era completamente inadecuada.
Cuando faltan dos meses para que se cierre el plazo, las conversaciones deben ir para adelante, no para atrás, como propone la UE, dijo Arslanian a la agencia de noticias Associated Press.
La Comisión Europea (rama ejecutivo de la UE) reconoció que el acceso a los mercados es el principal obstáculo en las negociaciones.
No se pudieron lograr avances en el acceso a los mercados. Esperábamos progresos para esta semana, pero no fue posible, dijo González.
Lamy había dicho el mes pasado que la UE hizo grandes concesiones en asuntos delicados como la agricultura, y ahora esperaba esfuerzos similares de parte del Mercosur.
Además, el comisario europeo subrayó que cuando se fijó octubre como meta para terminar las negociaciones no se adoptó un plazo oficial.
La estrategia de Lamy es apoyada por la abrumadora mayoría de los 25 países miembro de la UE, pero no por Francia, que es el principal país agrícola del bloque.
Francia tampoco está entusiasmada con la idea de firmar un acuerdo con el Mercosur antes de que terminen las gestiones para reanudar la Ronda de Doha.
Mientras, el presidente francés Jacques Chirac calificó de inaceptable el borrador de una propuesta presentada el viernes por la OMC para dar un nuevo impulso a las estancadas negociaciones comerciales internacionales.
El documento, divulgado por el propio director general de la OMC, Supachai Panitchpakdi, contiene los lineamientos para la fase final de la Ronda de Doha, cuyo inicio está previsto para fines de este mes.
La ronda mundial de negociaciones multilaterales de comercio fue lanzada por la Conferencia Ministerial de la OMC celebrada en la capital de Qatar en 2001, y se espera que termine el 31 de diciembre.
Sin embargo, esa meta quedó muy lejana luego del fracaso de la Conferencia Ministerial de la OMC realizada en septiembre pasado en el sudoriental balneario mexicano de Cancún, debido al rechazo de los países del Sur en desarrollo a los abultados subsidios que otorga el Norte industrializado a su producción agrícola.
El objetivo del borrador presentado por la OMC es darle un nuevo impulso a la Ronda y servir como marco para el último tramo de las negociaciones.
El texto, que será debatido por el Consejo General de la OMC en Ginebra esta semana, propone la eliminación de los subsidios a las exportaciones agrícolas y un importante recorte de las subvenciones a la producción, así como de las protecciones aduaneras y de las tarifas industriales.
Chirac afirmó el miércoles que la propuesta es profundamente desequilibrada en detrimento de los intereses de la UE. El mandatario señaló que, aunque quiere que se complete la Ronda de Doha, no apoyará negociaciones sobre esa base.
El presidente además instó a la Comisión Europea, que había avalado la propuesta, a hacer todo lo posible para que el texto sea sustancialmente equilibrado, ya que es inaceptable en su forma actual.
El brazo ejecutivo de la UE había afirmado el martes que el borrador constituye un paso en la dirección correcta.
Muchos advierten que, a menos que se acuerde un marco para las negociaciones a fines de este mes, la Ronda de Doha podría quedar marginada en una futura agenda de la ampliada UE y del próximo gobierno de Estados Unidos, que será elegido en noviembre
El debate sobre el texto continuará hasta este viernes, y luego se realizará una sesión especial de cuatro días del Consejo General para tratar de llegar a un acuerdo.
