Cuando sólo faltan dos semanas para cumplirse el plazo previsto para alcanzar un acuerdo sobre la cuestión agrícola en el marco de la llamada Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comércio, las principales divergencias entre los países ricos y el mundo en desarrollo aún no son resueltas. La reunión convocada por el gobierno brasileño en su embajada en París el pasado fin de semana, que contó con a presencia de representantes de Estados Unidos, de la Unión Europea, India y Australia, terminaron sin ningún avance concreto en relación con la eliminación de los subsidios del Norte a sus exportaciones y consumo doméstico, que reclaman los países pobres.