Una rueda de negocios entre cientos de empresarios de Argentina y Venezuela precedió la llegada este jueves del presidente argentino Néstor Kirchner a la Isla de Margarita, en el mar Caribe venezolano, donde animará con su par Hugo Chávez el plan de multiplicar por siete el comercio bilateral.
Los 900 empresarios reunidos concretaron unas 4.500 citas de negocios, a modo de estreno por el sector privado de la reciente admisión de Venezuela como miembro asociado del Mercado Común del Sur (Mercosur), que integran Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
La aspiración, recordó a IPS el embajador argentino Eduardo Sadous, es que el comercio bilateral, históricamente por debajo de los 300 millones de dólares anuales y de apenas 141 millones en 2003, alcance 500 millones este año y llegue a 1.000 millones en 2005.
El acercamiento es cada vez más creciente y sostenido entre Argentina y Venezuela. Sus dos presidentes marcan la vanguardia y hacia dónde quieren ir ambos países, dijo al instalar la rueda de negocios el ministro argentino de Planificación, Julio de Vido.
Kirchner y Chávez firmarán un convenio para que los astilleros argentinos de Río Santiago refaccionen y modernicen barcos del gigante estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), a lo que podría seguir la construcción por encargo de buques-cisterna.
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Los presidentes visitarán en puerto La Cruz, en la zona costera frente a Margarita, una refinería, un complejo petroquímico y la terminal de embarque de Jose, desde donde parten buques que llevan hidrocarburos hacia el océano Atlántico sudamericano.
En mayo, cuando se desató una crisis energética en Argentina, Venezuela despachó por primera vez al país austral cargamentos de gasóleo, fuel oil y otros derivados de petróleo. Las ventas de hidrocarburos a Buenos Aires alcanzarán los 200 millones de dólares este año.
Los mandatarios pactaron alianzas entre las firmas estatales de hidrocarburos en una empresa todavía embrionaria, Petrosur, que Venezuela enlaza a sus entendimientos con otros países del hemisferio para establecer una plataforma común, Petroamérica.
En una escala previa de su viaje, Kirchner firmó con su par boliviano Carlos Mesa un acuerdo para que Bolivia suministre a Argentina 2,5 millones de metros cúbicos diarios de gas natural, además de los cuatro millones que ya le vende desde junio.
Con los 200 millones de dólares que obtendrá por hidrocarburos, Caracas comprará 14.000 terneras para mejorar el rebaño vacuno venezolano, así como productos agrícolas para los programas estatales de suministros populares de alimentos.
Argentina y Venezuela tienen potencial para intercambiar bienes por 5.000 millones de dólares, según el secretario argentino de Comercio Exterior, Martín Redrado.
Miguel Pérez Abad, presidente de la federación de pequeños y medianos industriales de Venezuela, elogió el intercambio en las ruedas de negocios aunque las expectativas oficiales sobre las transacciones a lograr parecen altas.
La venezolana María Jardín y el argentino Carlos Areal, por ejemplo, interesaron a compradores por sus productos, confituras, en el primer caso, e hilados de Textiles del Noreste, en el segundo, pero todavía no concretaban negocios al cierre del jueves.
En cambio, el venezolano Ricardo Sosa cerró tratos en sus primeras citas para importar cuatro millones de dólares en lácteos, carnes y grasas, y se aprestaba a finiquitar la compra de 1.000 toneladas de leche y un cargamento de aceites.
La venezolana corporación estatal de alimentos, Casa, dio cuenta de que en la ronda negoció la compra de 18.000 toneladas de frijoles negros a productores argentinos.
El presidente del Banco de Comercio Exterior de Venezuela, Víctor Alvarez, destacó que cada millón de dólares de ventas implica, en el caso de su país, la generación de unos 150 empleos, entre directos e indirectos.
La asociación del Mercosur y Venezuela puede implicar nuevas inversiones en cuatro años por 10.000 millones de dólares, en tanto una nueva corriente comercial por 1.600 millones de dólares al año generaría 240.000 nuevos empleos, dijo Alvarez.
Como dice ese cartel, estamos construyendo el ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas), apuntó De Vido en Margarita junto a un cartelón con esa inscripción y en una explícita gentileza con el gobierno anfitrión.
Chávez ha pregonado en distintos foros regionales su idea de un ALBA o alianza de integración latinoamericana y caribeña por oposición al Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) que impulsa Washington en le hemisferio excluyendo a Cuba, y que Caracas critica por neoliberal.
Redrado también abogó por impulsar nuevos paradigmas de integración, desde el Sur, para salir en bloque al mundo y generar más espacios de inclusión social.
La rueda de negocios, los discursos de los responsables argentinos y la misma visita de Kirchner conllevan, por otra parte, un espaldarazo político para Chávez, en plena campaña para el referendo del 15 de agosto, en el que los venezolanos decidirán si revocan su mandato o lo ratifican en el cargo hasta enero de 2007.
La propaganda para el referendo ha sido limitada por el poder electoral, pero el gobierno venezolano desplegó en la prensa avisos con fotografías de los presidentes Kirchner y Chávez, abrazados y sonrientes, con mensajes que exaltan la labor oficial.
Kirchner designó al ex presidente argentino Raúl Alfonsín (1983-1989) como su observador para el referendo, en tanto su predecesor, Eduardo Duhalde (2002-2003) estará en Caracas en agosto para acompañar la observación como titular de la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur.
La coalición opositora Coordinadora Democrática, que impulsa la salida de Chávez del poder, informó que una delegación propia, encabezada por el ex canciller Humberto Calderón, también se reunirá con Kirchner.
