DIA DEL AMBIENTE-INDIA: Ya nadie abraza a los árboles

Los bosques del norte de India, otrora protegidos por activistas del movimiento Chipko que se abrazaban de los árboles para impedir su tala, ahora son derribados inexorablemente para la construcción torres de electricidad.

El movimiento, que tuvo grandes logros en los años 70, sólo ha podido salvar unos pocos miles de árboles en los últimos tiempos, y en vísperas del Día Mundial del Ambiente, el 5 de este mes, reconoce que su fuerza ha decaído.

El bosque de Advani, en el distrito de Tehri Garhahl, en el septentrional estado de Uttaranchal, ya había sido amenazado por talas masivas en 1978, pero aquella vez los habitantes de la zona y los miembros de Chipko (”abrazo”, en hindi) lograron mantenerlo a salvo.

Los aldeanos y activistas, la mayoría mujeres, lanzaron la campaña ”Abraza un árbol y sálvalo”, con la que llamaban a formar un escudo humano de protección del bosque. Su resistencia pacífica les dio fama mundial, y en 1987 recibieron el Premio Nobel Alternativo.

Pero ahora, la instalación de imponentes torres de electricidad y cables de alta tensión con enormes máquinas, como parte de la construcción de la central hidroeléctrica de Tehri, disuaden cualquier idea de continuar con aquella resistencia.

Las obras, que requirieron una inversión total de 1.700 millones de dólares, están en su fase final. La mayoría de los habitantes de la localidad de Tehri fueron trasladados a otra zona, que ahora llaman Nueva Tehri.

Sin embargo, un puñado de aldeanos que lograron salvar árboles amenazados por la empresa constructora.

”Al parecer, pensaban talar una cantidad innecesariamente alta. Gracias a la oposición del pueblo, ese número fue reducido notoriamente”, dijo el granjero Dayal Bhai Bhandari, un veterano del movimiento Chipko.

Los aldeanos llegaron a un acuerdo con las autoridades para salvar a la mayoría de los árboles, indicó Bhandari.

Kunwar Prasun es otro activista de Chipko que tuvo un papel trascendental en la lucha para salvar árboles en los años 70. Para él, ahora el desafío es mucho mayor.

”En aquel entonces luchábamos contra intereses comerciales relativamente pequeños. Eran individuos que pensaban beneficiarse de la madera”, recordó.

Pero ahora, los aldeanos se enfrentan con un enorme proyecto hidroeléctrico por miles de millones de dólares que ya destruyó la antigua aldea de Tehri y que tiene como objetivo llevar electricidad a millones de personas en India.

Nada ha podido interponerse al proyecto hidroeléctrico, ni los activistas ni los terremotos que afectaron a Uttaranchal en 1999, dejando cientos de muertos.

”No había forma de que las autoridades detuvieran este polémico proyecto una vez que invirtieron tanto dinero. En esa circunstancia, nos limitamos a salvar el mayor número de árboles posible”, señaló Prasun.

La destrucción de los árboles en Advani no estaba prevista cuando el proyecto fue aprobado. Sólo cuando las obras entraron en su fase final, los constructores decidieron talar árboles para instalar las torres de energía.

Cuando los habitantes de la aldea de Henvalghati se dieron cuenta de lo que ocurría, lo informaron a grupos activistas, y éstos lo denunciaron a la justicia, hasta que la Suprema Corte decidió enviar un representante a la zona.

”Pronto acordamos que no era necesaria tanta tala para seguir con las obras, y logramos que la franja de tala se redujera de 85 a 12 metros” en torno de las torres, con lo que el número de árboles a ser cortados pasó de 40.000 a apenas 12.000, indicó Prasun.

La importancia del esfuerzo de los activistas se agranda al considerar que los bosques del Himalaya tienen un papel clave en la conservación del suelo y del agua, y funcionan como barrera de protección ante aludes e inundaciones.

Pero los activistas hubieran querido salvar todo el bosque, y temen que el riesgo se extienda a otras partes. Ahora esperan que los habitantes de cada aldea se alcen contra el proyecto, así como contra la creciente actividad minera.

”El uso de dinamita a gran escala en la localidad de Kataldi ha sido muy destructiva para los bosques, para los recursos hídricos y para los campos”, alertó el activista Vijay Jardhari, también de Chipko.

”No importa cuáles sean las amenazas que enfrentemos ahora en Kataldi. Estamos decididos a proteger los campos y los bosques”, afirmó Dhum Singh Negi, otro activista. (

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