– Una alianza aparentemente contradictoria, entre una empresa petrolera transnacional y un programa latinoamericano de uso sustentable de la biodiversidad, se anunció en la XI Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), que tiene lugar esta semana en Sao Paulo.
La subsidiaria de la firma estadounidense Occidental Petroleum apoyará a la Corporación de Promoción de Exportaciones e Inversiones (Corpei), de Ecuador, en proyectos productivos de biocomercio, en un área de 200.000 hectáreas de influencia de la actividad petrolera en ese país y donde viven 28 comunidades indígenas.
Es interesante que las compañías petroleras "ganen conciencia de que deben aportar al desarrollo comunitario, además de explotar los yacimientos", y, a la vez, hacer que las comunidades locales "no las rechacen por principio", justificó a IPS el presidente ejecutivo de Corpei, Ricardo Estrada.
Esta agencia, que tiene fuerte participación privada, desarrolla hace cinco años una línea de fomento de alternativas económicas basadas en el uso sustentable de la biodiversidad, como ecoturismo y producción de alimentos e ingredientes naturales para la industria cosmética y farmacéutica.
El programa opera como una incubadora de proyectos, "aún pequeños pero que son el único camino para tener productos con valor agregado en un país que sólo dispone de petróleo y productos básicos, sin muchas industrias ni tecnología", evaluó a su vez Giovanni Ginatta, coordinador de la Iniciativa Biocomercio Sostenible en Ecuador.
La iniciativa fue lanzada en 1996 por la Unctad para apoyar el comercio y las inversiones en el desarrollo sustentable basado en recursos biológicos, buscando soluciones innovadoras.
Por ahora son pequeños los negocios que aprovechan de forma sustentable la biodiversidad, pero su futuro es prometedor, según los participantes en un panel sobre biocomercio realizado el martes en el ámbito de la XI Unctad, la sesión cuatrienal de la Conferencia iniciada el domingo y que finalizará este viernes.
En realidad, ya hay grandes empresas en esa línea, como las brasileñas Boticario y Natura, transnacionales de cosméticos y perfumes que exportan millones de dólares y en cuyo mercadeo juegan un papel importante los ingredientes naturales, principalmente de la Amazonia, y los cuidados ecológicos.
Las oportunidades en esa área son inmensas. Plantas medicinales, frutas novedosas y semillas usadas, bienes farmacéuticos, cosméticos y dietéticos tenían en 2000 un mercado mundial de 18.500 millones de dólares, según la Unctad.
A pesar de que la mayor parte no se produce de forma sustentable, un criterio del biocomercio, pero viene creciendo la exigencia de consumidores e industrias por sustentabilidad, calidad y seguridad sanitaria de estos productos.
La Amazonia y la cordillera de los Andes concentran el mayor potencial de desarrollo del biocomercio, por su enorme diversidad biológica. Por eso un programa en la región andina ya es impulsado por la Unctad y la Comunidad Andina de Naciones, que conforman Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.
La Organización del Tratado de Cooperación Amazónica, informó su secretaria general, Rosalia Arteaga, acaba de firmar una alianza con la Unctad que, además de fomentar el biocomercio, "será un catalizador de las relaciones bilaterales" entre los ocho países de la región.
El programa ecuatoriano de Corpei incluye, además de ingredientes farmacéuticos y cosméticos, alimentos orgánicos, ecoturismo relacionado con aves, el uso de bambú y la utilización sustentable de los humedales, con el manejo de cangrejos, informó Ginatta.
Los proyectos, apoyados incluso con donación de dinero para equipos y servicios, tienen requerimientos ambientales, sociales, económicos y legales. El uso de especies amenazadas de extinción, por ejemplo, lleva a la descalificación, con el objetivo más de educar que de excluir, añadió.
Durante el panel en la Unctad se presentaron también el proyecto Madre Tierra, de procesamiento y venta de frutas amazónicas en Bolivia, y el de la Asociación de Mujeres de Tanando, del occidental departamento colombiano de Chocó, donde 114 integrantes elaboran productos deshidratados de plantas medicinales y cosméticas.
Es importante el protagonismo de las mujeres, por contribuir a la equidad de género y porque las experiencias muestras una "mayor cantidad de éxitos" cuando hay fuerte participación femenina, dijo la ministra brasileña de Medio Ambiente, Marina Silva, quien presidió el panel.
Brasil trata actualmente de definir un marco legal para el uso y la protección de los recursos genéticos, con reconocimiento de los derechos de las poblaciones tradicionales y de su conocimiento sobre la biodiversidad, destacó la ministra.
El biocomercio enfrenta, además de la mayor competitividad de productos que promueven la deforestación, como la ganadería y el agronegocio de la soja, por ejemplo, la dificultad de desarrollar su mercado.
El mercado europeo, cuya conciencia ambiental demanda bienes y servicios sustentables, es muy exigente en materia sanitaria, ambiental y de responsabilidad social, destacó Denis Belisle, director general del Centro Internacional de Comercio.
Pese a ser una actividad reciente y aún limitada, el biocomercio es dinámico, ya que crece su producción y demanda, y es clave para el desarrollo sustentable y mejoras en las condiciones de vida de muchas comunidades pobres, concluyeron los participantes del panel.