La suspensión de las importaciones de soja brasileña dispuesta por China no va a derivar en una guerra comercial y Brasilia estima que podrá ser solucionado el entredicho por la vía política. Ese razonamiento fue expresado el jueves por representantes de los dos gobiernos un día después de que un cargamento de Brasil fuera embargado en un puerto chino. China decidió vetar la soja del país sudamericano alegando contaminación de las cargas por agrotóxicos prohibidos en la nación asiática.