MEXICO: Jueces amparan a militares con VIH

Un tribunal mexicano consideró discriminatoria e inconstitucional una ley de las Fuerzas Armadas que permite dar de baja a militares con VIH, virus causante del sida, abriendo la puerta a su derogación, tal como reclaman activistas.

El fallo judicial ”es un triunfo, pero aún no confiamos en que se aplique de forma plena, pues en las Fuerzas Armadas haya mucha discriminación”, dijo a IPS un familiar del sargento portador de VIH (virus de inmunodeficiencia humana), a quien la justicia dio razón en su denuncia de despido injustificado y en su demanda de atención médica para sí, su hijo y esposa.

La fuente, que habló a condición de no mencionar el nombre del militar ni de sus familiares, indicó que el sargento está satisfecho con la resolución, conocida este lunes, pues puso punto final ”a muchos sacrificios y vejaciones”.

En los casos de militares con VIH, las Fuerzas Armadas no pueden limitarse a aplicar sus normas, pues la Constitución, seis tratados internacionales y varias leyes federales garantizan la no discriminación y la permanencia en sus puestos de trabajo a quienes estén infectados con ese virus, señaló el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa.

”Al haber decretado la Sedena (Secretaría de Defensa Nacional) el retiro del quejoso (sargento) sin ser escuchado y tomando solamente en cuenta la inutilidad derivada de ser portador de VIH, se traduce en un trato discriminatorio”, indica la sentencia, que es inapelable.

En los últimos 10 años se detectaron más de 270 casos de VIH/sida en las Fuerzas Armadas de México, señalan diversos reportes oficiales. Sin embargo, abogados vinculados a la cuestión afirman que la cantidad es mucho mayor.

Desde el inicio de la epidemia en los años 80 hasta fines de 2003, en México se registraron 71.526 casos de sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) y se calcula que hay unas 150.000 personas con VIH, muchas de las cuales ignoran su condición, en este país de más de 100 millones de habitantes.

Este fallo abrió la puerta para la derogación de la ley discriminatoria, consideró el abogado Pedro Morales, quien patrocina demandas de 21 militares infectados.

La Ley del Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas Mexicanas, aprobada el año pasado por el Congreso legislativo, incluye entre las causales de baja de un militar activo ”la seropositividad a los anticuerpos contra los virus de la inmunodeficiencia humana, conformada con pruebas suplementarias más infecciones por gérmenes oportunistas y/o neoplasias malignas”.

Según esa ley, el VIH causa incapacidad permanente, por lo que procede la baja. Algunas de otras causas mencionadas son tuberculosis pulmonar evolutiva, diabetes mellitus y cisticercosis cerebral.

La aprobación de la ley fue duramente criticada por activistas que trabajan por la salud y los derechos de personas con VIH/sida

Rafael López Torres, asesor jurídico del no gubernamental Instituto Mexicano de Derechos Humanos, acusó a los legisladores que aprobaron la ley de actuar con ignorancia y complicidad.

”Seguramente ni leyeron bien lo que decía” el texto, sostuvo Torres. El experto recordó que con los medicamentos disponibles, las personas con VIH pueden tener una vida productiva plena durante más de 20 años.

En mayo, el izquierdista Partido de la Revolución Democrática, que había votado a favor de la ley militar, presentó una iniciativa para reformarla y excluir al VIH como causa de baja, pues no provoca incapacidad laboral.

”Ganamos todos con la resolución judicial”, pues ahora otros militares podrán argumentar y ganar sus casos, expresó el familiar del sargento portador de VIH.

El caso, que tomó cinco años de juicios y apelaciones, es el único hasta ahora que logra semejante fallo.

El sargento fue diagnosticado con VIH en mayo de 1999. Tres meses después, cuando se comprobó que su esposa e hijo también eran portadores del virus, se lo despidió de las Fuerzas Armadas.

”La familia tuvo muchos problemas y siempre se nos señaló con el dedo por lo del sida. Los militares son muy crueles con estos casos”, declaró la fuente.

Un estudio del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (Onusida), sostiene que el personal militar es de dos a cinco veces más vulnerable a las infecciones de transmisión sexual que el resto de la población.

El reporte arguye que el mayor riesgo se debe al desarraigo de los militares de su lugar de origen, que los lleva a conductas sexuales de riesgo.

En el mundo hay más de 22 millones de personas que sirven en fuerzas armadas, la mayoría hombres de entre 18 y 39 años de edad, la etapa de mayor actividad sexual.

El documento ”El sida y el personal militar”, editado por Onusida en 1998, comenta que la mayoría de los ejércitos nacionales son renuentes a tratar el asunto, pues ”el VIH/sida está ligado a prácticas estigmatizadas que ponen en duda el honor de quien resulte infectado”.

A pesar de ello, el personal militar que pasa largas temporadas lejos de su hogar ”busca con frecuencia formas de aliviar la soledad, el estrés y el aumento de la tensión sexual” acudiendo a lugares donde se compra sexo, asociados generalmente al consumo de alcohol y drogas, lo que abona su vulnerabilidad, añade el estudio.

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