CHILE: Neonazis al acecho

El gobierno de Chile prohibió una marcha programada para el 15 de este mes por grupos neonazis bajo consignas homofóbicas y antisemitas, mientras otras agrupaciones que se definen como nacionalsocialistas se aprestan a llevar candidatos en los comicios municipales de octubre.

Aunque se carece de datos rigurosos acerca de la influencia del neonazismo en Chile, tanto la comunidad judía como organizaciones de minorías sexuales expresaron preocupación por la virulencia de sus amenazas y por actos de agresión atribuidos a los llamados "cabezas rapadas".

El grupo Nuestra Voz, que se articula en torno a la revista virtual del mismo nombre, fue el principal propulsor de la marcha anunciada para el día 15, prohibida por las autoridades luego de una intensa campaña de denuncia de la Juventud Judía, el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) y algunos diputados.

Nuestra Voz y otras siete agrupaciones de extrema derecha, que van desde sectas de fanáticos evangélicos a nostálgicos nacionalistas de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990), convocaron a esa manifestación bajo el lema "salvemos a nuestra Patria y a nuestra raza de basura".

Las octavillas y los anuncios en la red mundial de computadoras llamando a la marcha incluyeron ataques a la comunidad judía y a una supuesta penetración sionista que incluiría una creciente influencia en el gobierno, así como la apropiación de tierras en la Patagonia chilena, en alusión al Parque Pumalín, del multimillonario estadounidense Douglas Tompkins.

Los organizadores las emprendieron también de manera frontal contra las minorías sexuales y programaron en el trayecto de la marcha manifestaciones ante la sede del periódico OpusGay y la residencia del presidente del Movilh, Rolando Jiménez.

En los panfletos se asimiló la imagen de Jiménez con la del empresario Claudio Spiniak, procesado desde octubre de 2003 como principal figura de una red de pedofilia que explotaba sexualmente a niños de la calle reclutados por proxenetas.

"Salvemos a nuestra raza y a nuestra patria de estas basuras. No permitamos que nuestros niños sean abusados por estos degenerados", señalaban las consignas de los neonazis, quienes permanentemente califican de sodomitas a los que promueven el respeto de los derechos de las minorías sexuales.

Danilo Muñoz, intendente subrogante de la región Metropolitana (autoridad del gobierno central), anunció oficialmente el día 3 que no se autorizaría la marcha de los grupos neonazis.

Francisco Vidal, ministro de la Secretaría General de Gobierno y portavoz del presidente Ricardo Lagos, señaló ese mismo día que "todo el mundo tiene derecho a manifestarse de acuerdo a la ley, pero no confundamos que ese derecho, tan sagrado en una democracia, se use para amenazar. Eso el gobierno de Chile no lo va a aguantar”, subrayó.

A través de su sitio en Internet, Nuestra voz impugnó la decisión gubernamental. "La decencia ha encontrado su tumba. La inmensa mayoría silenciosa ha perdido una vez más la oportunidad de expresarse", sostuvo el grupo neonazi.

"Autoridades democratoides nos han retirado la autorización a marchar pacíficamente y a mostrar a los degenerados, oligofrénicos, delincuentes y miserables sinvergüenzas que los chilenos ya no los soportamos", añadió la publicación, que acusó al gobierno de favorecer a "descerebrados punks, indios comunistas incendiarios y terroristas marxistas”. Jiménez señaló que la prohibición de la marcha les significa algo de tranquilidad, pero anunció que el Movilh seguirá adelante con denuncias ante los tribunales y con sus gestiones para que el Consejo de Defensa del Estado se haga parte en esas causas.

En conversación con IPS, el activista recordó que Chile adhirió a una resolución al respecto en la última sesión de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), aprobada por 36 votos a favor, 13 en contra y cuatro abstenciones.

En ese texto, los países miembros de la ONU rechazan "la persistencia y el resurgimiento de formas contemporáneas del neonazismo, el neofascismo y los prejuicios nacionalistas, los cuales no pueden justificarse bajo ninguna circunstancia", recordó el dirigente homosexual, quien asistió como observador a las sesiones de la comisión en Suiza.

La misma resolución consignó que los grupos neonazis alimentan formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia e intolerancia, lo cual es ostensible en la revista Nuestra Voz, con sistemáticas campañas contra los judíos y los inmigrantes latinoamericanos, en especial los peruanos llegados a Chile en la última década.

Jiménez reclamó una actitud "más enérgica y consecuente” del gobierno chileno ante la acción de los grupos neonazis, así como una respuesta solidaria de las organizaciones de derechos humanos.

Criticó también en particular al Colegio de Periodistas, que no tuvo ninguna reacción ante las amenazas al periódico OpusGay, órgano del Movilh.

Los ataques de los grupos neonazis al movimiento gay incluyen también descalificaciones de políticos y periodistas que abogan por la tolerancia. Alejandro Guillier, nuevo presidente del Colegio de Periodistas, defiende como conductor de un noticiero de televisión a "progresistas homosexuales marihuaneros", según Nuestra Voz.

La diputada María Antonieta Saa, impulsora de la ley de divorcio que entró en vigencia el día 7, es tratada de "marxista y lesbiana sefardita”, y a la Fundación Ideas, que realiza estudios sobre discriminación, se la califica de "entelequia masónica financiada por judíos".

El supuesto pacifismo de estos grupos es desmentido por el tono de los correos electrónicos que enviaron desde abril al Movilh: "No crean que se saldrán con la suya. Nosotros los detendremos. Los haremos pedazos”, decían los texto, acompañados por cruces esvásticas y la consigna "¡Heil Hitler!”.

Alexis López, líder de Patria Nueva Sociedad, otro movimiento nacionalsocialista, tomó distancia de Nuestra Voz y los demás organizadores de la frustrada marcha. "No tenemos ninguna relación. De hecho ellos nos atacan y nos acusan de homosexuales", aseguró López al diario local La Cuarta.

Patria Nueva Sociedad es el grupo neonazi más estructurado y de mayor presencia pública en Chile, al contrario de Nuestra Voz y sus aliados que se esconden en el anonimato.

La agrupación de López anunció a través de su página en Internet que cuenta ya con filiales organizadas en al menos 16 municipios de Chile y que participará en los comicios de octubre con unos 20 candidatos a concejales, que se inscribirán como independientes.

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