Una ola de propuestas para cambiar radicalmente el peso y los propósitos de la asistencia al desarrollo prospera en España, de la mano del nuevo gobierno socialista.
El gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero dedicará más fondos para la ayuda oficial al desarrollo (AOD) y con objetivos mejor orientados que los de su antecesor, el derechista José María Aznar.
En 2003, cuando aún gobernaba Aznar (1996-2004) la AOD bajó de 0,26 a 0,25 por ciento del producto interno bruto (PIB), según datos difundidos este martes por el Comité de Ayuda al Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Al iniciar su mandato, Aznar se había comprometido a elevar esa proporción a 0,35 puntos porcentuales.
La porción de recursos para AOD aumentará gradualmente ”y sin marcha atrás”, dijo a IPS el canciller Miguel Angel Moratinos, hasta llegar a 0,5 por ciento del PIB al finalizar esta legislatura, en marzo de 2008.
Y en el siguiente periodo (2008-2012) podría llegar a 0,7, el compromiso básico asumido por las naciones industriales ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y que muy pocas cumplen.
El director de la no gubernamental Fundación Iberoamericana para el Desarrollo (FIDE), Antonio Vereda del Abril, se manifestó ”rotundamente convencido de que el compromiso del gobierno socialista se cumplirá”.
Esta impresión, dijo Vereda del Abril a IPS, se basa en un dato ”significativo”: la reforma del Ministerio de Asuntos Exteriores, dando lugar a la nueva Secretaría de Estado de Cooperación.
Ahora deben impulsarse cambios para que la AOD se aplique con criterios políticos y no comerciales. Hasta el presente, la mayor parte de esos fondos se concedían a los países en desarrollo en forma de créditos comerciales para la adquisición de bienes o servicios de empresas españolas.
Vereda del Abril sostuvo que el gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE, en el poder desde este fin de semana) acogió con interés la propuesta de modificar el sistema de concesión de micro-créditos, para llegar de manera más directa a pequeñas y medianas empresas de países en desarrollo sin pasar por bancos de segundo nivel que cobran intereses muy elevados.
Tras entrevistarse con Moratinos, el director general de Intermon Oxfam, Ignasi Carreras, dijo que ”lo positivo son la filosofía y las ganas y determinación del ministro y de la nueva secretaria de Cooperación, Leire Patín”.
Carreras, cuya organización es filial de la institución humanitaria británica Oxfam, sostiene que la gestión de la deuda externa y la representación de España en agencias multilaterales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional deben pasar del Ministerio de Economía al de Exteriores y Cooperación.
Otra demanda de la sociedad civil a Zapatero es la condonación de las deudas de países pobres con España, a condición de que los fondos se destinen a programas de desarrollo, una política que las organizaciones no gubernamentales (ONG) llaman ”conversión de deudas en cooperación”.
Su cumplimiento debería ser supervisado tanto por el Estado español y los países involucrados, como por las ONG.
Además, bajo el anterior gobierno ”se enmascaró la AOD y la ayuda humanitaria”, dijo Carrera.
”España se comprometió en octubre de 2003 a destinar anualmente unos 64 millones de euros (77 millones de dólares) a Iraq, mientras el año anterior sólo aportó 51 millones de euros (61 millones de dólares) a los ocho países de Africa subsahariana con los que mantiene cooperación oficial”, explicó el activista.
Los fondos destinados a Iraq bajo el rubro ”ayuda humanitaria” fueron en su mayor parte a financiar el desplazamiento y la permanencia de tropas españolas en ese país de Medio Oriente invadido por Estados Unidos en marzo de 2003.
Esas tropas (algo más de 1.300 efectivos que se encuentran bajo comando estadounidense) serán retiradas totalmente en seis semanas, según la orden de Zapatero, librada el domingo.
La coalición Izquierda Unida (IU, basada en el Partido Comunista), que apoyó con sus votos la designación de Zapatero, presentó el viernes un proyecto de ley destinado a impulsar internacionalmente la cooperación para el desarrollo.
La propuesta supone la adopción de la ”tasa Tobin”, un impuesto a las transacciones financieras especulativas internacionales sugerido por el premio Nobel de Economía 1981 James Tobin (1918-2002).
La idea de la aplicación de esta tasa es defendida por organizaciones sociales en varios países, que pretenden destinar esos fondos a financiar el desarrollo de los países del Sur.
Según IU, el monto recaudado podría superar los 100.00 millones de dólares al año. Si la ley es aprobada, Madrid deberá llevar el asunto a la ONU y a otras agencias del sistema multilateral, además de lograr el respaldo de varias naciones para darle estatus internacional.
Fuentes de IU admiten que semejante proceso no será fácil a corto plazo, pero señalan que su sola exposición pondrá sobre la mesa un debate realista.
En los considerandos del proyecto, la coalición señala que ”20 por ciento de la humanidad más rica detenta 86 por ciento de la renta mundial”. También que las transacciones financieras ”han alcanzado cifras realmente exorbitantes, superando ampliamente el valor de los intercambios comerciales de bienes y servicios”.
”Hoy se mueven diariamente de unos países a otros 1,8 billones de dólares, de los que menos de cinco por ciento corresponden a transacciones comerciales”, señala el proyecto.
Si esos movimientos respetasen leyes favorables a la protección de los derechos humanos, laborales, sociales y ambientales ”podrían constituir un elemento de ayuda para el desarrollo en general y en concreto de los países menos desarrollados”, añade.
En cambio, el flujo de transacciones financieras ”se convierte en una fuente de mayor desigualdad social y de inestabilidad e inseguridad económica”, dice el proyecto de Izquierda Unida.