La reunión que sostuvieron el pasado sábado por la noche el ministro de Educación de la septentrional provincia argentina de Santiago del Estero, Eduardo Sguiglia, con líderes opositores y sindicalistas de Bolivia, a raíz de la disposición del gobierno de este país de vender gas a Argentina, despertó una seria polémica por las características de ese encuentro. Los diputados del Movimiento al Socialismo, Evo Morales, Filemón Escóbar, Alvarado y Antonio Peredo sostuvieron intensas reuniones con los ministros boliviano de la Presidencia y de Hidrocarburos, tratando de superar el impase en el que se encuentra el gobierno de Carlos Mesa a raíz de su decisión de exportar gas a la Argentina. Mientras, en un céntrico hotel, el secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana, Jaime Solares, se reunía con Sguiglia y con el embajador de Buenos Aires en La Paz, para intercambiar de cerca sus puntos de vista. Los críticos indicaron que "es incomprensible que se vea (el ministro argentino) forzado a reunirse con personajes que no detentan ninguna representatividad nacional y que operan bajo agendas de carácter político-demagógico alejadas de la realidad y necesidades nacionales".
