El presidente de Argentina, Néstor Kirchner, finalizó este viernes su intenso trajín por España y vuelve a su país con los bolsillos repletos de promesas para aumentar negocios e inversiones y resolver la situación de los inmigrantes compatriotas indocumentados.
Fue una visita de trabajo que en su mayor parte el mandatario argentino dedicó a reuniones por separado con los grandes empresarios españoles que tienen intereses en ese país sudamericano. Pero no menos importancia tuvieron sus comidas privadas con el rey Juan Carlos, el jefe del gobierno, José María Aznar, y sus respectivas cónyuges, así como un encuentro con inmigrantes argentinos.
La sensación del ambiente respirado en esas entrevistas, recogida tanto de los interlocutores como de españoles y argentinos que participaron en ellas, fue positiva, muy distinta a la de su anterior paso por España en julio que estuvo plagado de encontronazos y malosentendidos, en especial con los empresarios.
Esta vez todo fueron sonrisas y los compromisos alcanzados son alentadores pero, por ahora, sólo compromisos, con diversas condiciones para ser cumplidos.
La primera reclamación la planteó el propio Kirchner a las pocas horas de llegar a Madrid, el martes, cuando presidió la presentación de un libro sobre migraciones editado por la Casa Argentina en el país europeo.
Esa reclamación ante el medio millar de asistentes, la mayor parte argentinos, tras escuchar la intervención del jurista Carlos Slepoy, quien documentó que existen cuatro tratados bilaterales vigentes el más antiguo de 1863 que reconocen a los españoles y argentinos plenos derechos de residencia y trabajo en los dos países.
Kirchner dijo que conversaría de ello con el Rey y con el gobierno español no para pedir indulgencia, sino para que nuestra querida España haga posible la integración de nuestros compatriotas, así como hay miles y miles de españoles en la Argentina.
Ahora ya está trabajando un grupo de representantes de ambas naciones, quienes recibieron de sus gobiernos la indicación de que en tres meses deben analizar la situación de cada inmigrante en situación irregular, para resolver los problemas.
Uno de esos funcionarios, que pidió reserva de su nombre, explicó a IPS que el objetivo es regularizar la situación de unos 90.000 argentinos residentes en España sin los documentos exigidos, pero sin invocar los tratados, porque ello se contradice con la pertenencia de España a la Unión Europea, en la que se han establecido acuerdos especiales para regular la inmigración.
En todo caso, añadió, el gobierno de Kirchner recibió el compromiso de Madrid de que durante esos tres primeros meses de negociación no se expulsará a ningún argentino que esté en situación irregular. Un primer paso calificado de muy positivo por Enrique Borcel, presidente de la Casa Argentina.
La diputada del Parlamento Europeo por el socialismo español Francisca Sauquillo también observó un ambiente positivo, pero lo matizó diciendo que los pueblos tienen que tener memoria histórica y que ello obliga a España a responder claramente y respetar los tratados firmados. Argentina los cumplió y los sigue cumpliendo, nosotros también debemos cumplirlos, declaró a IPS.
Por otro lado, la canciller española, Ana Palacio, puntualizó que no se dictará una amnistía para los inmigrantes indocumentados sino que se buscará la más adecuada interpretación de las leyes, con la idea clara de buscar soluciones.
Mientras, el encuentro de Kirchner con los empresarios se trató de un éxito anunciado, aunque los acuerdos están condicionados a que se mantenga la recuperación económica de Argentina y a las condiciones que se fijen para la renegociación de las tarifas de los servicios públicos, mucho de los cuales están en manos de empresas españolas.
Kirchner y los ministros y funcionarios que lo acompañaron en las conversaciones con los empresarios anfitriones les confirmaron a éstos cuáles serán las nuevas reglas que regirán para sectores como la telefonía, la generación y distribución de energía eléctrica, el agua potable y el área petrolera y gasífera.
El aumento de tarifas de los servidos públicos argentinos se concretarán una vez que el crecimiento del producto interno bruto (PIB) del país se haya consolidado, lo cual podría ocurrir hacia fines de este año si se mantiene el ritmo de recuperación registrado en 2003.
Esos ajustes se producirán dentro de un nuevo marco regulatorio de los derechos y obligaciones de las empresas a cargo de servicios, las que estarán vigiladas por una repartición oficial que se creará expresamente en las próximas semanas.
En su encuentro con José María Cuevas, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Kirchner le señaló que para obtener ganancias en Argentina las empresas deben apostar por el crecimiento de la sociedad y a una distribución de los ingresos más justa.
Un modelo en ese sentido puede ser Aerolíneas Argentinas, una empresa estatal comprada a comienzos de los años 90 por la española Iberia, llevada luego a la quiebra y finalmente vendida a otra compañía de origen español y que hoy ha salido de la crisis.
El presidente de esa firma aeronáutica, el español Antonio Mata, al salir de la reunión con Kirchner anunció que el balance de 2003 de la compañía, que se hará público en los próximos días, mostrará una ganancia en torno a los cuarenta millones de dólares, que sería la mayor de su historia, iniciada en 1946 durante el primer gobierno del desaparecido Juan Domingo Perón.
Además, la aerolínea planea construir en este trienio una docena de hoteles y prometió incorporar a 1.700 empleados en este mismo año.
Otras empresas que se comprometieron a aumentar sus inversiones fueron Telefónica, la eléctrica Endesa y la petrolera RepsolYPF, que anunció inversiones por 6.000 millones de dólares hasta 2007.
En el marco empresarial y de negocios se suscribió un acuerdo que si se pone en práctica efectivamente puede ayudar a potenciar la economía argentina. La CEOE y la Unión Industrial Argentina (UIA) firmaron un documento por el que se comprometen a aunar esfuerzos para lograr varios objetivos.
Entre ellos hacer una campaña en Europa para mostrar la nueva economía argentina y promover acuerdos de cooperación industrial y tecnológica entre empresas de los dos países. Dentro de esa estrategia de difusión se organizarán reuniones y seminarios dedicados en especial a empresarios y se organizará una delegación de ejecutivos españoles que visitará Argentina en abril.
Otra iniciativa que Cuevas calificó como importante es la actividad conjunta que organizarán la CEOE y la UIA para impulsar la aprobación este año de la puesta en marcha del acuerdo comercial que negocian desde hace años la Unión Europea y el Mercado Común del Sur, en el cual Argentina es socia de Brasil, Paraguay y Uruguaqy.