DERECHOS HUMANOS-ARGENTINA: Curso práctico de torturas

El presidente de Argentina, Néstor Kirchner, abrió una investigación para determinar si funcionó en el país, luego de la restauración democrática de 1983, un centro de adiestramiento militar en el que se enseñaba a torturar y a resistir tormentos.

"Esto es gravísimo", dijo a IPS la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, quien en una conferencia de prensa exhibió copias de fotografías de las prácticas presuntamente efectuadas en esa guarnición.

El gobierno argentino recibió documentos y fotografías que indicarían la existencia de ese centro de entrenamiento en torturas, que funcionó entre 1986 y 1994 en la central provincia de Córdoba.

De momento, todas las personas identificadas en las fotografías son oficiales o suboficiales del ejército, de la armada o la fuerza aérea, aunque también fueron reconocidos miembros de la Policía Federal y de la prefectura.

Las imágenes muestran docenas de hombres semidesnudos, con las manos atadas a la espalda, encapuchados y sentados en el suelo, en una zona de paisaje serrano, con vehículos militares, barracas y altavoces.

Según Bonafini, por los altoparlantes "les hacían escuchar consignas marxistas" para crear un ambiente de campo de concentración en el que eran maltratados y hasta torturados.

"Esto es algo que violenta, es parte de un ejército que creíamos que había superado ese pasado", dijo la presidenta de la agrupación Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, en referencia a las sistemáticas violaciones de derechos humanos cometidas por la última dictadura militar (1976-1983).

"Violenta la idea de que el que más aguantaba (los maltratos) era el más apto para ser comando", sostuvo la activista. "Parece imposible que esa práctica aberrante haya sido desconocida por los gobernantes".

De acuerdo con lo indicado a IPS por integrantes de las organizaciones defensoras de los derechos humanos, todos los involucrados en los entrenamientos habrían sido "voluntarios y miembros de las Fuerzas Armadas o de seguridad que aspiraban a convertirse en comandos".

"Estamos sorprendidos e indignados con los gobiernos constitucionales que toleraron esto y celebramos que hoy exista una actitud tan distinta", destacó el periodista y titular del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Horacio Verbitsky.

Tras la recuperación de la democracia, en diciembre de 1983, ocupó la presidencia Raúl Alfonsín (1983-1989), sucedido por Carlos Menem (1989-1999).

Las fotos, halladas en un local de Córdoba donde había funcionado un laboratorio fotográfico, muestran a prisioneros desnudos, atados y con los ojos vendados en un campo despoblado, dentro de un perímetro bordeado por un alambrado.

Este jueves, los documentos y las fotografías fueron analizados por el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, por el ministro de Defensa, José Pampuro, y por el jefe del ejército, Roberto Bendini.

Tras ese estudio preliminar, Kirchner resolvió convocar a organizaciones de derechos humanos, como el CELS, la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Abuelas de Plaza de Mayo y Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.

En una reunión en la Casa de Gobierno, el mandatario les pidió que cooperaran con la investigación, cuyos resultados podría comprometer a ex gobernantes y militares activos entre 1986 y 1994.

El ex presidente Alfonsín aseguró que jamás supo de la existencia de semejante centro de entrenamiento y recordó su trayectoria como "luchador contra la tortura".

"Si se comprueba que hubo torturas, se debe aplicar la ley que yo envié al Congreso (legislativo), donde se equipara al torturador con el homicida", dijo Alfonsín, añadiendo que fue su gobierno el que "firmó el tratado internacional contra la tortura".

Quien fuera jefe del ejército durante la presidencia de Menem, Martín Balza, reconoció que en el entrenamiento de los comandos había un punto relacionado "con interrogatorios, que incluía ciertas prácticas que no se condicen con la dignidad del soldado".

Pero Balza aclaró que en 1990 se modificó "toda la metodología del curso de comandos", y cuando asumió la comandancia, en 1991, esas prácticas habían sido erradicadas.

El militar retirado explicó que "el curso de comandos se realiza con oficiales y suboficiales y son todos voluntarios. Los tienen todos los ejércitos del mundo y son tropas altamente especializadas, que soportan una gran exigencia psíquica y física".

Desde Córdoba, la abogada del CELS María Elba Martínez afirmó que las fotografías dan cuenta de la existencia de un centro denunciado desde hace años por activistas.

Córdoba "fue siempre un centro de formación para la tortura", un "hecho conocido en otros países latinoamericanos", sostuvo.

Al respecto, Carlotto conjeturó: "No sería extraño que allí entrenaran y enseñaran a militares de otros países".

"Son conocidos los casos de militares norteamericanos (estadounidenses) que adiestraron a los de otros países después de la guerra de Vietnam, así como los franceses lo hicieron después de (la guerra de ) Argelia", abundó.

Verbitsky reclamó las investigaciones necesarias "para establecer las responsabilidades políticas de Alfonsín y Menem, de sus ministros de Defensa y de sus jefes de Estado Mayor".

El gobierno había previsto una conferencia de prensa este jueves por la noche para informar sobre los documentos, pero la suspendió a último momento. Fueron las organizaciones humanitarias las que comunicaron los hechos a la prensa. (FIN/2004)

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