El presidente de Colombia, Alvaro Uribe, afirmó que los países latinoamericanos le pidieron al Fondo Monetario Internacional (FMI) que la inversión en infraestructura no se contabilice dentro de los topes de gasto que se acuerdan con esa entidad multilateral, con el fin de "tener más espacio para la inversión social". Al término de una reunión con el gerente del FMI, Horst Koehler, en ocasión de la Cumbre Extraordinaria de las Américas, Uribe señaló que, a cambio de "que no nos contabilicen la inversión en infraestructura dentro del techo fiscal", "nuestra contrapartida, nuestro compromiso, sería eliminar gastos innecesarios", tomando todas las medidas necesarias para que las empresas del Estado sean más eficientes y austeras.
