POBLACION-EEUU: La Guadalupana ampara a ilegales mexicanos

”¡Viva la Virgen de Guadalupe!”, grita Gelacio Vargas. ”¡Que viva!”, responden miles de mexicanos apostados en la escalinata de la Catedral de San Patricio, en esta ciudad estadounidense.

Vargas ondea una bandera mexicana con la mano derecha. En la izquierda sostiene la antorcha que escoltó desde la Basílica de Guadalupe, en la ciudad de México, junto con más de 3.000 compatriotas suyos, inmigrantes legales e ilegales en Estados Unidos.

El grupo inició el 12 de octubre la procesión de 5.771 kilómetros hacia Nueva York, que los llevó por una treintena de poblados mexicanos y otros tantos de Estados Unidos.

Su objetivo fue tanto honrar a la Virgen de Guadalupe —cuya fecha en el santoral católico es el 12 de diciembre— como exigir una amnistía migratoria para los millones de mexicanos residentes ilegalmente en Estados Unidos.

Ese día en la Catedral de San Patricio, principal templo católico de Nueva York, se celebró una misa de honor a la Guadalupana, patrona de México y Emperatriz de las Américas.

Según la leyenda, la Señora de Guadalupe se presentó en 1531, vestida con ropajes tradicionales nahuátl, al indígena Juan Diego, a quien se dirigió en su idioma. Su piel era trigueña y sus rasgos eran propios de los nativos mexicanos.

”La Virgen se apareció cuando estábamos oprimidos por los españoles. Hoy es lo mismo: los estadounidenses no nos tratan con justicia”, dijo Vargas.

Más de 35 millones de latinoamericanos viven en Estados Unidos, según el censo, en 2000. ”Hay al menos 11 millones de inmigrantes indocumentados” de ese origen, dijo Vargas, quien trabaja en Nueva York con la no gubernamental Asociación Tepeyac.

El ecuatoriano Pablo Jiménez se radicó hace 10 años en Nueva York. La travesía de México a la ciudad le llevó entonce 40 días, recuerda. ”Sufrí mucho. Crucé la frontera el 3 de abril”, en plena primavera boreal, dijo.

”Eramos 40 inmigrantes. Nos ocultamos en una laguna durante cuatro horas para esperar que la 'migra' (la patrulla de migraciones) se alejara, así podríamos pasar”, agregó.

El viaje clandestino se hizo más peligroso cuando las autoridades estadounidenses lanzaron nuevas operaciones de vigilancia y bloqueo en 1994.

La construcción de altos muros y cercas a lo largo de las rutas tradicionales de pasaje y el aumento del patrullaje obligó a los inmigrantes a afrontar la travesía por parajes más duros y desolados.

Esas medidas no detuvieron el flujo de inmigrantes, pero aumentaron la cantidad de muertes, según un estudio de la Universidad de Houston, Texas. Más de 2.000 murieron en los últimos cinco años intentando pasar la frontera. En 2002, fueron 342 los mexicanos perdieron la vida.

”Nuestra Señora de Guadalupe intercede por las familias separadas por las fronteras”, dice el cartel que carga Jiménez, quien no ha visto a sus padres desde que llegó a Estados Unidos. Lo mismo le ocurre a la mayoría de los inmigrantes ilegales, dijo Vargas.

Durante la procesión, varios jóvenes recogieron firmas en respaldo a un proyecto de ley presentado por dos legisladores del estado de Arizona, que, de ser aprobado, permitiría a los inmigrantes ilegales visitar a sus familias en su país de origen y regresar.

La iniciativa también incluye medidas de protección de los derechos laborales.

Jiménez se gana la vida limpiando apartamentos, y también trabajó en la construcción y en la industria química. Algunos de sus patrones no le han pagado horas extra, pero no pudo denunciarlos por carecer de documentación..

”A veces, cuando trabajaba con productos químicos, el jefe no nos daba el equipo necesario, ni siquiera guantes. Nuestra piel se lastimó”, recordó.

En algunas empresas, Jiménez trabajó más de 12 horas diarias por un salario mínimo. ”Soporté que me explotaran un poco, pero cuando se aprovechaban demasiado, me iba a buscar otro trabajo”, dijo.

Sin papeles de residencia, los inmigrantes no pueden comprar una casa o contratar un seguro de salud. Esta documentación se exige en 37 estados para obtener un permiso de conducir.

El recién elegido gobernador del estado de California, Arnold Schwarzenegger impidió la aprobación de un proyecto de ley que habría permitido a dos millones de inmigrantes indocumentados solicitar licencia de conducir son su registro de impuestos en lugar de su número de seguridad social, sólo asignado a residentes legales.

La paradoja es que el mismo Schwarzenegger es un inmigrante, nacido en Austria.

Las autoridades de Nueva York intentaron apagar la Antorcha Guadalupana, pues no se permite portar fuego en el Central Park.

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