NICARAGUA: En manos de dos caudillos

El escenario político nicaragüense es dominado por el pacto entre dos ex presidentes, el sandinista Daniel Ortega (1984-1989) y el liberal Arnoldo Alemán (1997-2002), quien afronta un juicio por corrupción.

Analistas políticos consultados por IPS aceptaron que quienes mueven los hilos de la política son Alemán, líder del gobernante Partido Liberal Constitucionalista (PLC) pero enfrentado con el presidente Enrique Bolaños, y Ortega, máximo dirigente del opositor Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

El reparto de cargos públicos, la manipulación del Poder Judicial y las pretensiones de postergar las elecciones municipales de noviembre de 2004 son los primeros efectos del pacto entre ambos, que causa creciente descontento social.

”El horizonte es sombrío, porque se unieron la represión y la corrupción, que mantienen como rehenes a los poderes del Estado”, dijo a IPS el analista independiente Alberto Saborío.

Ese acuerdo le permitió a Alemán, enjuiciado por corrupción, malversación de fondos públicos, lavado de dinero y asociación para delinquir, regresar a su arresto domiciliario en su hacienda de El Chile, ubicada en el municipio de El Crucero, 20 kilómetros al sur de Managua.

Otra consecuencia visible es la suspensión de ayuda estadounidense por 49 millones de dólares.

”Lo que sucede es que Alemán y Ortega tienen un concepto primitivo de la política y creen que el Estado es un bien patrimonial que pueden disfrutar, aseguró Saborío.

”Hay un deseo de chantaje al país” por parte de los caudillos del FSLN y el PLC, que ”procuran secuestrar al pueblo entero para pedir como rescate el futuro de la patria”, afirmó Bolaños.

La corrupción es agobiante para Nicaragua, donde 45,8 por ciento de los 5,4 millones de habitantes viven en la pobreza según el Banco Mundial, y uno de cada cuatro niños padece malnutrición crónica.

En opinión de Saborío, Nicaragua está en un callejón sin salida ”porque no sólo se da una confrontación de poder, sino también de principios”, y prevalecen ”las imposiciones de Ortega y Alemán, los cuales representan el pasado y la corrupción”.

En el caso conocido como ”la guaca” (localismo que alude a algo escondido), Alemán es juzgado por la jueza del Distrito Primero del Crimen de Managua, Juana Méndez, y cálculos oficiales indican que pudo haberse apropiado en forma indebida de unos 100 millones de dólares durante su mandato.

Varias de esas desviaciones de fondos, de las que también está acusado el ex director general de ingresos Byron Jerez, se realizaron, según la acusación de la Procuraduría, a través de la Fundación Democrática Nicaragüense, creada por Alemán y sus socios, que tenía cuentas bancarias en Panamá.

Pero existe la posibilidad de que Méndez exima de responsabilidades a Alemán en relación con el delito de lavado de dinero, qué sólo está tipificado en el país en asociación con el narcotráfico, según alegaron los defensores del ex mandatario.

Pero si se impusiera ese argumento, quedarían vigentes las otras acusaciones, y muchos observadores piensan que el futuro de Alemán depende ante todo de acuerdos políticos.

Saborío resaltó, sin embargo, que sería un ”grave error si los sandinistas liberan a Alemán”, porque quedarían desprotegidos.

Méndez, postulada para asumir el puesto de jueza de apelaciones de Managua, informó que la sentencia, para la cual no hay fecha prevista, podría ser ”pequeña”, sin ahondar en detalles.

”Los caciques Ortega y Alemán dominan el poder judicial por medio de juicios falsos en los que reprimen a sus adversarios y perdonan a sus partidarios. Hay una corrupción de orden moral e institucional”, expresó Saborío.

La Corte Suprema de Justicia está integrada por 16 magistrados, ocho de ellos sandinistas y la otra mitad liberales seguidores de Alemán. Ambos bandos discuten en la actualidad quién se queda con la presidencia del organismo, para la cual está postulada Alba Luz Ramos, afín al sandinismo.

Frente a los dos caudillos, el presidente se ve cada vez más frágil y acorralado, opinó Saborío.

”Bolaños no posee los instrumentos políticos para desarrollar su gobierno, porque carece de mayoría parlamentaria y porque cada vez pierde más credibilidad frente a los ciudadanos”, explicó.

En la Asamblea Nacional, compuesta por 92 diputados, Bolaños sólo cuenta con el apoyo de la llamada Bancada Azul, integrada por nueve congresistas, mientras 34 representan al FSLN y 35 al PLC pero afines a Alemán. El resto de los diputados son de fuerzas minoritarias.

Para el analista Sergio García Quintero, el pacto ha hecho que la ”Constitución sea papel mojado” y carezca de cualquier respeto por parte de los firmantes del pacto.

”En una coyuntura como la que enfrenta Nicaragua en la actualidad, en la que los poderes del Estado están totalmente corruptos, se esperaría una respuesta más firme del presidente, pero éste no da muestras de coherencia y hoy dice una cosa y mañana otra”, opinó.

La falta de credibilidad de las instituciones es grave, porque ya el pueblo no sabe en quién confiar, aseveró García.

”Cuando la ciudadanía ve que el país lo dirigen un par de capos, porque eso es lo que son Ortega y Alemán, se pierde todo respeto a lo institucional”, dijo el experto, integrante del Movimiento Ciudadano de Defensa a la Constitución Política.

Más de 50 organizaciones sociales convocaron para el 10 de este mes a una marcha por la capital nicaragüense, con el fin de pedirle a los caudillos que paren la ”piñata del poder” y exigirle al gobierno acciones más firmes, destacó García.

En Nicaragua se llama piñata a la apropiación de bienes públicos o privados.

García sostuvo que la pretensión de aplazar las elecciones municipales de noviembre de 2004 es inadmisible, ”porque violenta la voluntad del pueblo”.

Sobre este tema, Bolaños pasó de apoyar el aplazamiento a criticarlo con dureza y alegar que Alemán y Ortega ”se juntaron a la sombra de la noche para arreglar que sus alcaldes queden en sus cargos”.

En opinión de García, ”el pacto confirmó la dictadura bicéfala, en la cual el reo Alemán comparte el poder con Ortega, mientras el presidente Bolaños hace caso omiso de la situación y parece no creer o no comprender lo que ocurre en el país”, añadió García.

”El presidente también teme ir a la cárcel”, y los dos caudillos lo someten a ”chantaje” al mandatario, con la amenaza de un juicio por delitos electorales que tiene pendiente, aseguró García. (

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe