SALUD-IRAQ: Lo peor está por llegar

Varias generaciones de iraquíes sufrirán en su salud las consecuencias de la guerra, indicó la organización humanitaria Medact, que reúne a médicos y otros profesionales del sector.

La cantidad de muertos y heridos a causa del conflicto ha sido elevada, si bien "los efectos totales de la guerra sobre la salud se sienten de manera menos directa pero potencialmente tan o más mortal", indica el informe de Medact, publicado en Londres este martes.

"El impacto total de la guerra sobre la salud no se conocerá durante años", agrega el estudio.

El saldo de bajas de la guerra fue, según Medact, mayor de lo que se ha informado. Entre 13.500 y 45.000 militares iraquíes murieron desde el inicio de las operaciones, el 20 de marzo, y la declaración formal de su cese, el 1 de mayo. En ese periodo, murieron entre 5.708 y 7.356 civiles a causa de la guerra.

Pero después del 1 de mayo se produjeron entre 2.049 y 2.209 muertes a causa del conflicto, indica el informe.

Mientras, murieron 172 estadounidenses y británicos durante las operaciones y 222 entre el 2 de mayo y el 20 de octubre. Los soldados estadounidenses heridos son, oficialmente, 1.927, la mitad de ellos después del 1 de mayo, pero existen cálculos extraoficiales que elevan esa cifra, afirmó Medact.

Por otra parte, más de 6.000 soldados estadounidenses fueron evacuados por enfermedades físicas o mentales, agrega el estudio.

Pero, en comparación con los soldados de la coalición invasora, "muy pocos combatientes iraquíes tienen acceso a atención sanitaria o social adecuada o servicios de rehabilitación de largo plazo", dijo la organización.

La guerra continúa matando, hiriendo y dañando de numerosas maneras, añadió Medact.

Los combates dejaron cantidades masivas de munición sin detonar en el terreno. Las bombas de racimo, minas antipersonales y proyectiles reforzados con uranio empobrecido "siguen siendo un riesgo para la salud de la población local años después del conflicto", advierte el informe.

"Las muertes y heridas por municiones sin explotar han sido, al parecer, subestimadas", indicó Medact.

Las condiciones ambientales y de infraestructura del país también tienen un impacto significativo y directo en la salud de la población, en especial la destrucción de sistemas de agua y saneamiento, según el estudio.

"El humo emitido por pozos petroleros y las trincheras (llenas de crudo) incendiadas contaminaron el aire y el suelo. El fuerte bombardeo y el movimiento de tropas degradaron los ecosistemas naturales y agrícolas", sostiene.

El estudio también advierte que la desnutrición resultante de una baja ingesta de alimentos o por una dieta no balanceada, o por ambas causas, también afecta la salud de los iraquíes.

"Los que sufren el impacto inmediato de la guerra son más propensos a sufrir enfermedades y menos capaces de movilizar sus propios recursos para la supervivencia y para la reconstrucción", indica el informe.

El estudio de Medact establece que la escasez de agua potable, alimento adecuado y energía eléctrica ocasionó un aumento de ciertas enfermedades que causarán más muerte que las originadas directamente por el conflicto.

Los efectos para la salud física de corto y largo plazo incluyen incapacidades, enfermedades infecciosas, abortos espontáneos, bajo peso al nacer, desnutrición y, posiblemente, cáncer.

Entre las consecuencias mentales figuran síndrome de estrés postraumático, enfermedades psiquiátricas, disturbios de comportamiento y retraso en el desarrollo de los niños y niñas. "Con un desempleo superior a 60 por ciento, el círculo vicioso de salud mental y pobreza se refuerza", indica el informe.

"La seguridad continúa siendo el principal problema de salud del país, tanto como causa de consulta médica como por limitar el acceso a los servicios. Desde la guerra, se generalizó el robo, el secuestro y la violencia. Estados Unidos tiene demasiado pocos soldados y apenas 150 de los 400 tribunales están activos", agrega.

Las fuerzas de la coalición ocupante sufren entre 15 y 20 ataques diarios, y entre 15 y 25 civiles son muertos a balazos en Bagdad todos los días. "Desde el fin de la guerra, la morgue de Bagdad registra 500 cadáveres más por mes", calculó Medact.

Pero el estudio alerta sobre "aspectos menos visibles, como la ruptura del desarrollo individual y social".

Los pesados bombardeos causaron ansiedad aguda entre los civiles y combatientes iraquíes, y eso "desatará un importante aumento de desórdenes mentales comunes de ansiedad y cambio de humor", explica.

"La morbilidad incluirá, en el largo plazo, más suicidios, más incapacidades, más abuso de alcohol y de drogas y más violencia intrafamiliar", lo cual constituye un "gran obstáculo para la restauración de una sociedad estable", añade.

La incidencia de desórdenes de conducta y emocionales será, al parecer, alto entre niños y adolescentes, lo cual "interactuará con asuntos más amplios de ruptura moral, violencia y fracaso escolar".

Medact llamó a las autoridades a establecer instituciones sanitarias basadas sobre el principio de que la salud es un derecho social básico.

***** +Medact, en inglés (http://www.medact.org/tbx/pages/)

(FIN/IPS/tra-eng/ss/ral/mj/he ip ik/03)

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