ECONOMIA-UE: Dos más iguales que otros

Alemania y Francia, las mayores potencias económicas de la zona euro, manejaron a su gusto las reglas fijadas por los 12 países partes sobre déficit del producto interno bruto, provocando la ira pública o entre bambalinas de los más débiles.

Con el decisivo apoyo de Italia, el tercero de los grandes entre los países de la Unión Europea (UE) que tienen como moneda común al euro, Alemania y Francia podrán ir más allá del tres por ciento de déficit que establece el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC), concebido en 1997 para evitar que a partir de 2000 esta área fuese víctima de un gasto público excesivo.

Sólo cuatro de los miembros del PEC, Austria, España, Holanda y Finlandia, fustigaron abiertamente el acuerdo a que llegaron por mayoría en la madrugada de este miércoles los ministros de Finanzas de las naciones con moneda común.

En lo que a primera vista podría ser una paradoja, la excepción a Francia y Alemania, ya recomendada por Italia, fue apoyada por naciones altamente industrializados pero de pequeña dimensión, como Bélgica y Luxemburgo, y por los que ocupan los últimos tres lugares de los 15 países de la Unión Europea (UE), que son Grecia, Irlanda y Portugal.

A pesar de que los gobiernos de la zona euro se coincide en que la ley de los grandes debilita a la UE, que tiene como lema prioritario la igualdad entre sus integrantes y ciudadanos, se impuso el dictado popular de ”somos todos iguales, pero algunos son más iguales que otros”.

Los pequeños aceptaron la excepción para Alemania y Francia, luego que los ministros de Finanzas de estos dos colosos industriales recordaron que ellos son los principales proveedores de fondos comunitarios para la cohesión entre ricos y menos desarrollados de la UE.

La indignación de los más débiles, no se manifestó por vía oficial, a excepción del jefe del gobierno español, José María Aznar, quien en la víspera afirmó que ”este no es un buen día para Europa”.

Consultado sobre la incoherencia del voto de Lisboa a favor de una flexibilidad para Berlín y París, mientras exige los mayores sacrificios a su propio país, el primer ministro portugués, el conservador José Manuel Durão Barroso, se limitó a una respuesta diplomática. ôQuisimos mostrar nuestra comprensión respeto de las dificultades de nuestros amigos”, expresó.

Las descargas de la artillería pesada contra la medida fueron disparadas desde todos los sectores de opinión por líderes de partidos opositores y por la inmensa mayoría de analistas y economistas.

Portugal, ubicado en el último escalón de la UE en indicadores económicos, constituye el caso más emblemático de la zona euro en términos del gigantesco esfuerzo realizado en estos dos últimos años para controlar el gasto fiscal, que entre otras cosas, le valió una recesión derivada de la falta de inversión pública.

”Si existían dudas sobre la naturaleza política del PEC, éstas se disiparon en la madrugada de este miércoles, porque el compromiso asumido permitirá Alemania y Francia violar el límite de déficit presupuestario de tres por ciento del producto interno bruto (PIB)”, comentó a IPS el analista económico Luis Naves.

”Por tercer año consecutivo, Berlín y París no cumplen el objetivo del tres por ciento y, a pesar de esto, el Consejo (de ministros de Finanzas de la UE) opto por hacer recomendaciones, postergando para 2005 el cumplimiento del pacto”, añadió Naves.

Un editorial en la versión en Internet del Diario de Noticias, controlado por el gobierno portugués, sostiene este miércoles que ”el directorio de los grandes impuso sus reglas al PEC y este mismo directorio, anuló la dictadura del Pacto cuando éste comenzó a incomodarle”.

El Consejo de Ministro de Finanzas de la zona euro ”decidió que Francia y Alemania pueden tener un déficit superior a tres por ciento (de su PIB). Ahora bien, si esos dos países son excluidos de las penalizaciones, no hay pacto europeo que resista”, porque ”la estabilidad de la moneda europea obliga a todos a cumplir”, acota el editorial sin firma.

El periódico portugués oficialista añade que ”la verdadera derrotada” es la propia UE, debido a lo que describe como ”su notoria incapacidad para resolver rápidamente sus problemas y optar por arrastrar situaciones poco transparentes siempre que estén en juego los intereses de los grandes países”.

Estaq madrugada ”se repitió el desenlace de costumbre: dos pesos y dos medidas, consonante a la dimensión de los afectados”, concluye el editorial.

Por su parte, José Manuel Fernandes, director del periódico independiente Público de Lisboa, hizo hincapié en que ”el origen draconiano del PEC” fue justamente en Alemania, ”preocupada por el desborde presupuestario de los países del sur de Europa”.

Alemania, ”el país que impuso el pacto, desconfiado de la indisciplina financiera de los otros, se comportó anoche en Bruselas de manera arrogante, alardeando de su situación de ser la mayor potencia económica y mayor contribuyente de la UE para imponer su posición”.

Fernandes deploró la actitud de Berlín, que ”no dio espacio para una salida política, la que inevitablemente pasaría por una revisión del Pacto”, por lo que en el ámbito de las opiniones públicas, ”cunde la imagen de están los que pueden y mandan y los que no pueden y acatan”.

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