La popularidad y el perfil ideológico de Marta Sahagún, esposa del presidente de México, Vicente Fox, incomoda a líderes políticas y del movimiento feminista, aunque prefieren no prescindir de ella cuando se trata de impulsar los derechos de la mujeres.
Este miércoles, con cinco días de retraso, unas 800 mujeres que destacan en diferentes ramas de la vida mexicana, entre ellas Sahagún, celebraron los 50 años de la promulgación de leyes que reconocen su derecho a votar y ser votadas en elecciones.
La tardía conmemoración fue conveniente para la llamada Primera Dama, pues por agenda no habría podido asistir a ningún acto el viernes 17, cuando realmente se cumplió medio siglo del voto femenino.
Observadores aseguran que la fecha se cambió únicamente para permitir la participación de Sahagún, que según encuestas es la segunda figura públicas más popular de México y la mujer con mayores posibilidades de llegar a la presidencia.
Pero las organizadoras negaron tal afirmación. ”La fecha se decidió en consenso y fue coincidencia que se ajustara a la agenda de la esposa del presidente”, dijo a IPS Sara Lovera, directora de la agencia de noticias Comunicación e Información de la Mujer y una de las convocantes al acto de este miércoles.
”Nos guste o no, la señora Sahagún es una figura pública y hoy es el personaje femenino más popular de la derecha política”, señaló Lovera.
En los festejos por los 50 años del voto femenino en México, las líderes del movimiento de mujeres se comprometieron a impulsar sus derechos y participación en la vida pública del país, terrenos en los que aún están relativamente marginadas.
En el acto, al que asistieron líderes políticos, empresarias, activistas del movimiento femenino, académicas y juezas, fue la esposa del presidente quien acaparó los reflectores de los medios de comunicación.
Sahagún, de 50 años y casada con Fox desde julio de 2002, aparece de forma repetida tanto en las llamadas ”revistas del corazón” como en las publicaciones de análisis político, y dice que nadie podrá jamás limitar su ”gran amor por México” y su labor en favor de los desamparados y los derechos de las mujeres.
En los actos públicos es común verla orando a Dios, llorando o disertando sobre la ”profunda” cercanía que afirma sentir por el país, su marido ”y el proyecto político” que encabeza el mandatario, del conservador Partido Acción Nacional.
La esposa del mandatario se destaca por realizar obras de corte caritativo mediante la privada Fundación Vamos México, y ha organizado los últimos años desde conciertos de música hasta sesiones de boxeo para recaudar dinero.
También pactó campañas de asistencia social con supermercados, canales de televisión, el sindicato de maestros del Estado y las cámaras empresariales.
Además, son conocidos sus gustos por la ropa y la joyería caras, así como el asesoramiento constante que recibe de modistos, peluqueros y expertos en imagen.
En diversas encuestas, Sahagún aparece en la actualidad como la segunda figura pública de México y que tiene el mayor porcentaje de opiniones positivas de la población, sólo detrás del jefe de gobierno de la capital, el alcalde izquierdista Andrés Manuel López.
Además, Sahagún es la mujer a la que los mexicanos ven con mayores posibilidades de llegar a ser presidenta, según indicó una encuesta realizada en agosto por el diario Reforma.
Analistas políticos entienden que la ”señora presidenta”, como la llamó en enero el ministro de Economía de Holanda, Hans Hogervost, cuando Sahagún visitó ese país, tiene gran influencia en el gabinete presidencial y en todo el manejo del gobierno.
Hay que poner un límite al activismo de Sahagún, pues ella aprovecha su situación para acaparar recursos financieros que antes iban a grupos sociales organizados y llevar la agenda femenina por terrenos de la derecha política, declaró María Consuelo Mejía, directora de la organización no gubernamental Mujeres Católicas por el Derecho a Decidir.
Esa opinión, compartida por dirigentes de varios partidos políticos, no parece haber tenido peso al momento de organizar la conmemoración de los 50 años del voto femenino, pues por diversos medios se buscó que Sahagún no falte al acto.
Lovera cree que, aunque Sahagún no tiene una trayectoria política importante y su poder se origina en el hecho de ser esposa de Fox, es una figura pública que debe tomarse en cuenta para impulsar los derechos de las mujeres.
Las mujeres mexicanas gozaron en los últimos 50 años del derecho a votar y ser votadas, pero ninguna fue elegida presidenta.
Además, hoy no hay estados gobernados por mujeres, apenas ocupan 172 de las 1.119 bancas legislativas existentes y dirigen sólo 98 de las 2.400 alcaldías. En otros terrenos, como el laboral, reciben menos salarios y prestaciones sociales que los hombres.
