La investigadora venezolana Inés Quintero rescató de los archivos la poco conocida vida de María Antonia Bolívar, la hermana más peculiar del libertador Simón Bolívar, por ser la única que se opuso a su gesta y defendió con ardor a la corona española en tiempos de la independencia.
En el libro de 160 páginas titulado ”La criolla principal”, Quintero trata de despejar ”una incógnita y un anónimo de la historia”, cuyo desconocimiento se ha debido a que el personaje de Simón Bolívar ”es tan relevante que ensombrece todo lo que hay a su alrededor”.
”Por ejemplo, conocemos solamente la parte de la vida de Manuela Sáenz (su amante) que transcurre a su lado. Antes y después de eso no sabemos nada. Pero igual pasa con otros héroes de la independencia que le fueron cercanos, como el mariscal Antonio José de Sucre”, dijo la autora a IPS.
”Es muy poco lo que se conoce sobre María Antonia Bolívar (1777- 1842). Sólo se menciona su nombre para referirse al consejo que le dio de que no abandonase nunca su título de libertador, o para comentar que ella acogió al joven Simón cuando éste decidió escapar a la tutela de su tío”, comentó Quintero.
En su libro, la historiadora sostiene que María Antonia, hermana mayor de Simón, ”no es una mujer que acepta pasivamente su circunstancia histórica. La mayoría de las mantuanas (criollas de linaje) de la época acataron la decisión política de sus familiares, pero ella no”.
”Es llamativo saber que la hermana mayor del libertador era una realista furibunda y militante. Escondió a españoles y canarios en tiempos de la Guerra a Muerte (1813-1820), le escribió al rey de España para desmarcarse de su hermano, y eran cosas que hacía ella directamente, no su marido Pablo Clemente”, señaló.
Las autoridades de aquella época se incautaron de los bienes de María Antonia Bolívar, y el rey de España le concedió una pensión para que viviera dignamente mientras estuvo en un exilio forzado por su propio hermano Simón, que la obligó a irse a la isla holandesa de Curaçao en 1814, cuando el caudillo realista José Tomás Boves amenazaba con entrar a Caracas.
Sobre ese episodio, que revela cómo ambos hermanos estaban unidos pese a su oposición ideológica, el historiador venezolano Vinicio Romero señaló a IPS que María Antonia fue ”quizás la única persona que abandonó la capital por la fuerza. Antes de salir en la emigración al oriente venezolano (1814), Bolívar se aseguró de que su hermana viajara a Curaçao”.
Romero, quien asesoró al Premio Nobel de Literatura colombiano Gabriel García Márquez cuando escribía ”El general en su laberinto”, sobre Simón Bolívar, opinó que ”lo curioso es que María Antonia defendió a Bolívar de los ataques arteros que se le hacían en Caracas y lo retó a que no se dejara coronar rey de la Gran Colombia”.
”No fue María Antonia la única excepción en su confeso realismo. Lo que ocurre es que en ella es emblemático por ser nada menos que la hermana mayor del libertador”, añadió Romero, quien reconoce que la historiografía de la familia Bolívar no está completa.
Esta es la primera obra de Quintero que tiene una intención exclusiva de divulgación. ”No es para especialistas, sino para lectores. No tiene ningún destino académico, sino que en el libro reúno mi experiencia de historiadora para el uso del público corriente”, explicó.
Sin embargo, la autora no quiso hacer una historia novelada, ”porque su vida (la de María Antonia Bolívar) es mejor que una novela. Acaudalada y huérfana a los 14 años, fue conducida al altar antes de cumplir los 15 por disposición de sus preceptores. Exiliada, madre de cuatro hijos y viuda antes cumplir los 35, llegó a decirse que ya sesentona tuvo un amante”.
Quintero ha publicado también los libros ”Antonio Guzmán Blanco y su época”, referido a un importante caudillo liberal venezolano del siglo XIX, ”Mirar tras la ventana”, y ”Ocaso de una estirpe”.
Para esta obra, recabó la información del principal archivo sobre el libertador.
”La ventaja de trabajar con la familia Bolívar es que todo está cuidadosamente preservado. Lo que pasa es que cuando los historiadores lo consultan, sólo buscan a Simón. Pero ahí está todo: sus cartas, sus pleitos, sus opiniones sobre el hermano, su idea del orden, y cada una de sus motivaciones en primera persona del singular”.
Aunque el papel de la mujer en la guerra de independencia de Venezuela ha sido siempre subrayado por los historiadores, a través de las heroínas Ana María Campos, Juana la Avanzadora, Luisa Cáceres, Joaquina Sánchez, Eulalia Buroz, Carmen Ramírez, Concepción Mariño y Josefa Camejo, ésta es la primera vez que una figura del bando realista recibe un tratamiento destacado.
Queda por escribir también la historia de mujeres anónimas como las troperas, como eran llamadas a las que acompañaban a sus maridos, hijos o hermanos en la guerra. ”Es fama que en la batalla de Carabobo (que selló la Independencia en 1821) murieron unas 200 mujeres”, recordó Romero. (
