DESARROLLO-AMERICA LATINA: Magnate pide invertir contra pobreza

El magnate mexicano Carlos Slim, considerado uno de los hombres más ricos del mundo, sostuvo que los empresarios de América Latina deberían unirse con los bancos de desarrollo para financiar una estrategia que impulse el crecimiento económico y la generación de empleos.

”Necesitamos que los marginados se incorporen a la economía. La mejor inversión es acabar con la pobreza”, aseguró Slim en la noche del lunes en el corazón de Manhattan, céntrico barrio de Nueva York, durante una reunión con estudiantes de la Universidad de esa ciudad.

En estos momentos, lo que hace falta a los países latinoamericanos es financiamiento, afirmó Slim, de 63 años, dueño de Teléfonos de México (Telmex) y de otras gigantescas empresas como AT&T Latin America, los restaurantes Sanborns, los almacenes Sears y las tiendas de computadoras CompUSA.

”Lo que deberíamos hacer los empresarios y los bancos de desarrollo es unirnos para financiar el desarrollo. Hace falta invertir en infraestructura y vivienda”, destacó el empresario ante un auditorio de profesores y estudiantes, principalmente mexicanos, pero también del resto de América Latina, estadounidenses y de otras procedencias.

Slim, a quien la revista financiera estadounidense Forbes señaló como el hombre más rico de América Latina, habló en español, con un visible habano en el bolsillo izquierdo de su chaqueta, y fue presentado por el escritor, ex canciller mexicano y ahora profesor de la universidad neoyorquina Jorge Castañeda.

El empresario rara vez habla inglés en público, aunque sabe hablar ese idioma.

También expresó escepticismo sobre las alianzas entre empresarios y las agencias de la Organización de las Naciones Unidas para luchar contra la pobreza en América Latina, e insistió en que prefiere una cooperación entre el empresariado y las instituciones crediticias locales.

”Los paradigmas de la nueva civilización son la democracia, la libertad, el medio ambiente, la apertura y la competencia. En este marco, debemos fortalecer las instituciones políticas y hacer reformas que sirvan para un fin, y que no sean un fin en sí mismas”, alegó.

También sostuvo que hay que dejar de lado las recetas del llamado ”Consenso de Washington”, que estableció las orientaciones de política económica neoliberal aplicadas durante muchos años en América Latina y otras regiones.

El magnate de las telecomunicaciones, también propietario de empresas como América Móvil, el Grupo Carso, las disquerías MixUp y Tower Records y otras corporaciones, como las pastelerías El Globo, indicó que planea continuar en los próximos años sus inversiones en México y el resto de América Latina.

Su más reciente adquisición es AT&T Latin America, una empresa que opera en 17 ciudades latinoamericanas de Argentina, Brasil, Colombia, Chile y Perú. En Brasil, esa compañía dispone de licencias para servicios de telefonía local y de larga distancia.

”La concentración de empresas de telecomunicaciones no es un peligro para la libertad de expresión”, contestó a una pregunta de IPS, y agregó que la consolidación de ese tipo de firmas se explica porque requieren inversiones muy grandes de dinero.

Este no es un problema de democracia, ya que la generación de energía, las empresas de petróleo y en general las grandes empresas requieren de muchos recursos. Si se quiere hablar de democracia, hay que decir que estas empresas están en los mercados y cualquiera puede comprar acciones, señaló.

Carlos Slim es hijo de una familia de libaneses católicos que llegó a México a principios del siglo XX. Su padre, Julián Slim, fundó un negocio comercial en la capital mexicana llamado ”La Estrella de Oriente”, dedicado a la venta de mercancías para el hogar y juguetes.

Ingeniero civil de profesión, comenzó a amasar su fortuna en negocios inmobiliarios y en inversiones en la bolsa de valores mexicana. En los años 70 dio el primer gran salto económico de su vida al comprar Cigatam, la mayor empresa fabricante de cigarros de México.

No estudió en universidades estadounidenses como Harvard o Stanford, y tampoco lo hicieron sus hijos, a diferencia de lo que ocurre con integrantes de otras grandes familias acaudaladas mexicanas. Y según quienes lo conocen de cerca, en su forma de vivir y de hacer negocios siempre sale a relucir su nacionalismo mexicano.

Sobre su país, comentó que la incertidumbre sobre el resultado que tendrán las elecciones presidenciales de 2006 determina que todos los partidos aprueben reformas, porque creen que van a llegar al poder.

Cuando se le preguntó si apoyaría a un gobierno mexicano de izquierda, respondió que ”gane quien gane” en 2006, respaldará al presidente de México, ”sea verde, rojo o azul”, si es elegido en forma democrática, tiene una visión de futuro y es eficaz.

Críticos del magnate le reprochan su cercanía en el pasado con el polémico ex presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari (1988- 1994), quien impulsó un proceso de privatización de empresas, entre ellas Telmex.

Slim inauguró una serie de charlas de la Universidad de Nueva York llamada ”Voces de líderes latinoamericanos”, donde se presentarán en los próximos meses el ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso (1995-2003), el escritor mexicano Carlos Fuentes, el ex presidente mexicano Ernesto Zedillo (1994-2000) y el escritor peruano Mario Vargas Llosa.

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