El grupo de 22 países en desarrollo, crítico del proteccionismo agrícola de Estados Unidos y de la Unión Europea, se prepara para continuar las negociaciones en la OMC tras el fracaso de la conferencia de México.
El nuevo bloque constituye un grupo sólido y serio que tiene conciencia de cómo debe avanzar en la negociación sobre el comercio agropecuario, explicó a IPS la fuente que informó de los preparativos.
El Grupo de los 22 (G-22) mantuvo reuniones este jueves en Ginebra para evaluar la situación en que quedó luego de que no se llegara a ningún acuerdo en la V Conferencia Ministerial de la OMC (Organización Mundial del Comercio), realizada hace tres semanas en el sudoriental balneario mexicano de Cancún.
La primera discusión se realizó en un núcleo reducido del G-22, que está integrado por Argentina, Brasil, China, India y Sudáfrica. Más tarde deliberaron todos los integrantes del bloque en la sede de la OMC, para determinar la estrategia que seguirán en el proceso de negociación.
El negociador uruguayo Carlos Pérez del Castillo, que preside este año el Consejo General de la OMC, realiza consultas desde la semana pasada para relanzar las negociaciones que sufrieron un serio revés en Cancún.
La OMC tiene un mandato, aprobado por la anterior conferencia ministerial realizada en 2001 en Doha, la capital de Qatar, que la obliga a negociar y obtener compromisos de apertura comercial en unos 15 temas, con un plazo que vence el 1 de enero de 2005.
El proceso negociador de la llamada Ronda de Doha, comenzado en febrero de 2002, se mantuvo casi estancado hasta la conferencia de Cancún, donde evidenció las diferencias profundas que separan en particular a países en desarrollo de los industrializados.
Pérez del Castillo estimó que las gestiones exploratorias realizadas después de Cancún arrojaron reacciones positivas de países del Sur, que quieren volver al proceso, aseguró el diplomático uruguayo a IPS.
Los países consultados se mostraron conformes con el procedimiento escogido por Pérez del Castillo para impulsar las negociaciones, que consiste en reducir las discusiones a sólo cuatro cuestiones, que son agricultura, aranceles industriales, algodón y los llamados temas de Singapur.
Los asuntos de Singapur incluyen inversiones, competencia, facilitación del comercio y transparencia en compras gubernamentales.
Ahora falta entusiasmar a Estados Unidos y a la Unión Europea (UE) para que se sumen al proceso, comentó el representante de Uruguay.
El también presidente del Consejo General de la OMC se entrevistará el lunes próximo en Washington con el representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Zoellick. Luego procurará reunirse con el comisario de comercio de la UE, Pascal Lamy.
Las potencias comerciales se muestran renuentes ante una reanudación del proceso negociador y evitan tomar la iniciativa, describió Pérez del Castillo.
En cambio, en el resto de los 146 miembros de la OMC surgen signos interesantes de un compromiso con el multilateralismo y de una voluntad de encarrilar el proceso antes de diciembre.
En una breve resolución emitida por la conferencia de Cancún se dispuso encomendar al presidente del Consejo General y al director general de la OMC, Supachai Panitchpakdi, que retomen el proceso negociador y consigan resultados concretos antes del 15 de diciembre.
En la reunión del G-22 se evaluaron las gestiones emprendidas por Pérez del Castillo. El grupo continúa activo y concuerda en que lo ocurrido en Cancún no es de su responsabilidad, dijo la fuente.
El G-22 nació pocas semanas antes de la conferencia de México como respuesta al bloque formado por Estados Unidos y la UE para defender sus políticas proteccionistas en agricultura.
Los países miembros del G-22 son Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, China, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Egipto, Filipinas, Guatemala, India, Indonesia, México, Nigeria, Pakistán, Paraguay, Perú, Sudáfrica, Tailandia y Venezuela.