COMERCIO-AMERICA CENTRAL: Grupos sociales temen invasión de EEUU

La apertura de fronteras a productos de Estados Unidos afectará la agricultura y otras áreas de América Central, advirtieron organizaciones sociales opuestas al tratado comercial en creación, que este viernes finalizó otra instancia negociadora sin mayores avances.

En la octava ronda de conversaciones entre cinco gobiernos centroamericanos y Washington, iniciada el lunes en la meridional ciudad estadounidense de Houston, se lograron acuerdos sobre inversiones, pero se difirieron resoluciones para diciembre en las llamadas áreas sensibles, como agricultura y textiles.

Es que Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, que pretenden crear una zona de libre comercio con Estados Unidos, no están preparados para un incremento del consumo y la invasión de productos estadounidenses como se busca con el acuerdo, según expertos.

”Estamos en contra de la forma en que se ha negociado el tratado, en el que hay una gran exclusión social y productiva, que vendrá a quebrar el modelo social que por más de 50 años ha sustentado a los costarricenses”, dijo a IPS el secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos de este país, Alvino Vargas.

”Al sopesarse la apertura del área de telecomunicaciones” en detrimento de Costa Rica y al mantenerse una ”guerra psicológica” sobre la población, el único recurso viable para tratar de detener el acuerdo con Estados Unidos es que la ciudadanía se manifieste en las calles, señaló.

Vargas explicó que, con la llamada guerra psicológica, ”la derecha costarricense” quiere hacer creer que los opositores al tratado comercial son sólo los sindicatos, cuando en realidad se ha gestado un ”gran movimiento social que incluye a campesinos, indígenas, mujeres y pequeños y medianos empresarios”.

”Estados Unidos ha amenazado con excluir a Costa Rica si no se negocian las telecomunicaciones, pero lo cierto del caso es que 60 por ciento de las empresas más importantes que exportan a este país son de capital norteamericano (estadounidense), por lo que no creo que tomen medidas tan drásticas”, apuntó.

A juicio de Vargas, se avecina una fuerte batalla ”ideológica y campal”, en la que la sociedad centroamericana defenderá con toda fuerza el derecho de ”incluir la producción” en la negociación comercial en curso con Estados Unidos.

”En el caso de Costa Rica, no es posible que venga el señor Robert Zoellick (representante de Comercio de Estados Unidos) y le golpee la mesa al presidente Abel Pacheco y lo doblegue en materia de telecomunicaciones y exija la apertura en esa área”, sostuvo.

El sindicalista cuestionó así la actitud de Zoellick, quien le advirtió a Pacheco el 30 de septiembre en Costa Rica que este país podría ser excluido del tratado de libre comercio entre el también llamado grupo de los cinco y Estados Unidos si no aceptaba una ”apertura en telecomunicaciones”.

Vargas recordó que la lucha por la defensa del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) en 1999 desató un enorme movimiento social en el país, lo cual obligó al entonces presidente Miguel Angel Rodríguez a retirar del Congreso el proyecto de apertura en telecomunicaciones.

”Le demostraremos al gobierno y a los empresarios de la derecha que no somos unos cuantos sino que somos la inmensa mayoría de los costarricenses los que nos oponemos a un tratado como el que se negocia en la actualidad”, indicó.

Mientras, el opositor Partido Acción Ciudadana le pidió a Pacheco en una carta que las negociaciones se hicieran con transparencia, tras precisar que hasta ahora son muy pocos quienes conocen el acuerdo que se espera firmar en nombre de todos los costarricenses.

También el ex presidente costarricense Rodrigo Carazo (1978- 1982) se sumó a los cuestionamientos al señalar el error que es ”hacerle creer a la gente que el TLC solo traerá beneficios”.

”Los obispos de Canadá, Estados Unidos y México aconsejan a nuestros políticos que, antes de meterse en un enredo como en el que ellos están con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, se reúnan a oír todo lo malo que ha pasado, para que no cometan los mismos errores. Nos están diciendo: no hagan lo mismo que nosotros”, dijo Carazo.

Más de 50 por ciento del comercio de la región tiene como mercado principal el estadounidense y millones de ciudadanos centroamericanos residen en el país norteamericano de modo regular o sin los documentos requeridos.

Para América Central, con la mitad de sus 38 millones de habitantes en la pobreza, el tratado con Estados Unidos podría representar una excelente oportunidad, pero si se negociara en condiciones diferentes a las actuales, sostienen expertos.

Edgar Brenes, de la no gubernamental Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), de El Salvador, comentó a IPS que existe la convicción de los negociadores de pactar a expensas de las necesidades de los sectores más vulnerables, como son los campesinos y los pequeños empresarios.

”Nosotros hemos hecho observaciones por escrito y hemos participado en los cuartos adjuntos en las diferentes rondas de negociación, pero nuestros aportes jamás se han tomado en cuenta. Los gobiernos discuten sólo lo que le interesa a ciertos sectores”, puntualizó.

Brees añadió que la Iniciativa Mesoamericana sobre Comercio Integración y Desarrollo (CID), que agrupa a grupos sociales de América Central entre ellas Funde, ha hecho un estricto seguimiento de las conversaciones y pudo comprobar que hasta ahora hubo una marcada ”exclusión” de la sociedad civil.

Ante esa situación y la intención de firmar el tratado en diciembre, las organizaciones sociales se proponen intensificar las manifestaciones callejeras y las presiones en los respectivos congresos legislativos de los cinco países del istmo, encargados de ratificar el tratado una vez que los gobiernos lo rubriquen.

Las primeras concentraciones de opositores al acuerdo se registarron el 20 de octubre en El Salvador y Costa Rica. En ese últmo país se programó, además, una manifestación para el 20 de noviembre.

Sin embargo, el ministro de Economía de El Salvador, Miguel Lacayo, salió al cruce de las críticas al sostener que en su país ha existido una plena apertura para que la población se pronuncie sobre el tratado y así lo ratifican las más de ”200 reuniones que la Oficina de Apoyo al Sector Productivo mantuvo con diferentes productores”.

Los salvadoreños han sido debidamente informados de lo que pueden esperar del acuerdo regional con Estados Unidos, aseguró.

Para el economista y sociólogo nicaragüense Cirilo Otero, hay al menos cinco premisas básicas para poder entender el tratado de libre comercio entre el grupo de los cinco y Estados Unidos.

”Las exigencias políticas de Estados Unidos, la dependencia de nuestras economías con ese país, la imposibilidad de evadir el tratado en las condiciones del mercado mundial, la dependencia de los gobiernos del área con organismos como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, y la división de los países a la hora de negociar”.

Otero consideró que los naciones de la región deberían formar un bloque conjunto para tratar de protegerse en las áreas en las que son más vulnerables.

”En Costa Rica en el sector de las telecomunicaciones, en Nicaragua y en Honduras en cuanto a agricultura y textiles, y en El Salvador y en Guatemala en relación con los servicios y el comercio”, explicó.

Es que la región no está preparada para el aumento del consumo y la lluvia de productos procedentes de Estados Unidos sólo podría asimilarse si los ciudadanos recurren a fuentes de divisas tan diversas como ”las remesas, el lavado de dólares o el narcotráfico”.

Varios de las naciones del área mantienen tratados de libre comercio con países como México y Canadá, sin que aún se perciban los ”grandes beneficios” que se prometieron, agregó. (

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