Las firmes medidas antiterroristas acordadas este martes en la capital de Tailandia por los jefes de Estado y de gobierno de 21 economías de la cuenca del Pacífico contrastan con su apoyo esencialmente retórico a la desfalleciente OMC.
Al cabo de dos días de reunión, los líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), entre ellos el estadounidense George W. Bush, se comprometieron a reanimar a la OMC (Organización Mundial del Comercio), tras el fracaso de la reunión ministerial del mes pasado en Cancún, México.
La declaración final de la cumbre consolida la tendencia dominante en APEC, creado en 1989 para promover el libre comercio en el área y convertido hoy en otra base de apoyo político para la guerra contra el terrorismo declarada por Estados Unidos en septiembre de 2001.
Un giro tan marcado quedó en evidencia con el lenguaje elegido para la declaración de cuatro páginas. Los compromisos en materia de seguridad son en extremo detallados, e incluyen numerosas medidas concretas. En cambio, los referidos a la OMC son ricos en retórica y contienen escasas especificaciones.
Para combatir el terrorismo transnacional, los gobiernos de APEC acordaron en Bangkok adoptar, por ejemplo, estrictos controles a las exportaciones con el fin de regular la producción, transferencia e intermediación de sistemas de misiles portátiles.
Los gobernantes también coincidieron en la necesidad de desmantelar, plenamente y sin retrasos, los grupos terroristas transnacionales que amenazan las economías de APEC.
También prometieron mejorar la seguridad comercial y financiera regional con el Banco Asiático de Desarrollo (rama del Banco Mundial) para apoyar proyectos de fortalecimiento de la seguridad portuaria, de combate a las finanzas terroristas y el logro de otros objetivos en la materia.
Los gobernantes también expresaron implícitamente preocupación sobre la amenaza para la seguridad de la región que representa Corea del Norte, al comprometerse a eliminar el severo y creciente peligro de la proliferación de armas de destrucción masiva.
Tanto énfasis en la seguridad en una cumbre destinada a abordar asuntos comerciales es la continuidad de una tendencia constatada en el foro de 2001 en China y mantenida el año pasado en México.
Este patrón, iniciado tras los atentados que el 11 de septiembre de 2001 dejaron 3.000 muertos en Nueva York y en Washington, aleja al foro de su objetivo de crear un área de libre comercio, declarado la cumbre de Bogor, Indonesia, en 1994.
Los países industriales de APEC se comprometieron en esa oportunidad a abrirse al libre comercio y a la inversión para 2010, y los países en desarrollo, para 2020.
La última declaración de APEC reafirma la primacía del sistema multilateral de comercio y el diálogo basado sobre la Agenda de Desarrollo de Doha, acordada en la anterior conferencia ministerial de la OMC y destinada a asegurar el acceso de los países pobres a los mercados mundiales.
Estos puntos incluyen el apoyo a los intentos de abolir toda forma de subsidio a las exportaciones agrícolas y de restricción y prohibición injustificable de exportaciones, y el compromiso de trabajar en los grupos de negociación para establecer reglas acordes al mandato de Doha.
En la quinta conferencia ministerial de la OMC en Cancún, las negociaciones entre los 146 países miembros colapsaron a causa de una amplia gama de desacuerdos entre los países en desarrollo y los industriales, incluidos los elevados subsidios de las naciones del Norte a su sector agrícola.
Nuestro mensaje es importante: que las conversaciones en la OMC deben continuar. Necesitamos seguir adelante con la ronda de (negociaciones comerciales multilaterales de) Doha, dijo a la prensa al cabo de la reunión de APEC el primer ministro de Tailandia, Thaksin Shinawatra.
Todos nosotros estamos comprometidos con el libre comercio. Sentimos que aquí hay espacio para abrir las puertas cerradas en Cancún, dijo el presidente de Chile, Ricardo Lagos.
El primer ministro de Malasia, Mahathir Mohammad, fue más cauto. El mundo, dijo, no necesita comercio más libre, sino más justo. El libre comercio podría no ser justo, pero el comercio justo puede ser libre, afirmó.
Aunque apoyó la declaración de Bangkok, Mahathir expresó su preocupación por las desventajas que afrontan los países en desarrollo en el mercado mundial. No se comercia con un país para empobrecerlo. Debemos insistir en un sistema equitativo, advirtió.
Entre los integrantes de APEC figuran países en desarrollo, como China, e industriales, como Estados Unidos, que estuvieron en posiciones contrarias durante las negociaciones de Cancún.
Los miembros de APEC son Australia, Brunei, Canadá, Chile, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Filipinas, Hong Kong, Indonesia, Japón, Malasia, México, Papúa-Nueva Guinea, Nueva Zelanda, Perú, Rusia, Singapur, Taiwan, Tailandia y Vietnam.