El rap abandonó en Japón los centros nocturnos a los que estaba confinado y se ha convertido en un género musical cada vez más popular entre los jóvenes, capaz de vender millones de discos.
En el barrio Roppongi de Tokio se puede ver casi a diario jóvenes con pantalones holgados y gorras de béisbol que bailan ”breakdance”, en el de Shinjuku el rap se oye en todas las tiendas de discos, y el de Shibuya, conocido como ”la meca de la juventud”, está lleno de grafitos alusivos al hip hop.
Lo mismo ocurre en otras importantes ciudades japonesas.
El rap nació a mediados de los años 70 en los barrios negros e hispanos de Nueva York, y fue adoptado luego por jóvenes contestatarios de otras ciudades estadounidenses, europeas, latinoamericanas y africanas.
Rapear es recitar frases rimadas, a veces improvisadas, al compás de un ritmo, y eso es a su vez parte fundamental del hip hop, que también se asocia con el uso de fragmentos de música grabados por otros artistas, el baile denominado ”breakdance” y los grafitos.
Importantes compañías discográficas como Sony y Universal promocionan ahora a varias bandas locales de hip hop, algunas de las cuales ya tienen mucho éxito.
Una de las más importantes es Loop Junction, integrada por cinco músicos que hacen una mezcla de jazz y funk con letras en japonés. Su tercer álbum, ”Turkey” (”Turquía”) , fue lanzado el mes pasado y ha sido muy elogiado por la crítica.
Universal apuesta a Ai, una cantante de rap considerada por muchos la versión japonesa de la estadounidense Missy Elliot, gran estrella del género.
”El hip hop fue parte de la cultura subterránea por mucho tiempo, pero ahora definitivamente está saliendo a la luz, y su popularidad no para de crecer”, dijo Tsuyoshi Kosuga, guitarrista de Loop Junction.
”Pero uno de los tristes resultados de esto es que la música se volvió más comercial y la creatividad mengua”, añadió.
Kosuga, de 28 años, comentó en una entrevista que su banda quiere encarar la música desde una perspectiva propia, en vez de apostar a una simple imitación de los artistas de hip hop de Estados Unidos.
”Yo creo que podemos hacerlo un poco mejor que ellos”, dijo con una sonrisa.
Muchos críticos lamentan la falta de creatividad en el hip hop japonés, y afirman que la música y el baile eran de mejor calidad antes de que se comercializaran.
El hip hop llegó al país a fines de los años 80. En aquel tiempo era interpretado en especial en centros nocturnos frecuentados por militares de Estados Unidos desplegados en Japón, jóvenes africanos y jamaiquinos que estudiaban en Tokio, y turistas de varias nacionalidades.
A partir de 1995, las bandas de hip hop comenzaron a proliferar y a ganar experiencia, a menudo como teloneros de artistas estadounidenses del género.
Muchas veces fueron abucheadas, pero siguieron adelante en la formación de un estilo propio, con letras que, a diferencia de las muchos raperos de Estados Unidos, siempre evitaban referirse a temas sensibles como la política o la delincuencia.
A fines de 2000, Universal decidió lanzar el sello Def Jam Japan, especializado en el género, al darse cuenta de que ”el rap y el hip hop se volvieron parte natural del escenario musical en Japón”, según el gerente general de esa compañía en Tokio, Kazu Koike.
El año pasado, la banda japonesa Rip Slyme vendió más de un millón de copias de su disco ”Tokio Classic”, el primero de hip hop con tanto éxito en este país asiático de 127 millones de habitantes.
”La razón por la cual el rap tiene tanto éxito entre los jóvenes de Japón es que sirve de catarsis y les permite expresarse de un modo impensable en el marco de la cultura tradicional”, dijo la socióloga Kyle Cleveland, de la Universidad Temple de Japón.
Pero Cleveland sostuvo que la mayor parte del rap japonés es superficial, y cuestionó la autenticidad del género en el país.
”Una gran parte de la audiencia del hip hop está atraída porque lo considera exótico. Es una suerte de turismo étnico”, señaló.
Cleveland indicó que muchos admiradores del hip hop presentan una imagen de la cultura afroestadounidense muy asociada con la violencia y el sexo, que sería considerada racista y estereotipada en Estados Unidos.
Además, el hip hop japonés comenzó a ser interpretado por profesionales, y el de Estados Unidos nació en las calles.
Los miembros de Loop Junction, por ejemplo, se conocieron cuando estudiaban en el prestigioso Colegio Berklee de Música, en la nororiental ciudad estadounidense de Boston. Hasta entonces no habían tenido mucho contacto con el hip hop, admitió Kosuga.