CHILE: Allende vence a fantasmas del pasado

La conmemoración en Chile del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 tiene de protagonista central al derrocado y fallecido Salvador Allende, mientras su antagonista, el general Augusto Pinochet, se hunde en un descrédito histórico al parecer sin retorno.

”Se está tergiversando en demasía la historia. Se quiere convertir a uno (Allende) en santo y al otro (Pinochet) en un demonio”, se quejó el domingo Lucía Pinochet Hiriart, hija mayor del ex dictador, en un homenaje del Ejército a cinco escoltas de su padre muertos en el atentado del 7 de septiembre de 1986.

”No se está contando la historia en su verdadero contexto”, comentó a su vez Marco Antonio, hijo menor de Pinochet, tras el acto realizado en el Cajón del Maipo, 40 kilómetros al oriente de Santiago, con motivo del 17 aniversario del frustrado intento del Frente Patriótico Manuel Rodríguez de matar a Pinochet.

Lo cierto es que los términos se han invertido. La nota predominante en los aniversarios del golpe hasta 1998 eran los homenajes a Allende circunscritos a la izquierda, mientras los políticos y medios de comunicación ejercían la autocensura hacia la figura del ex dictador y los crímenes contra los derechos humanos cometidos bajo su régimen de 1973 a 1990.

”Lo más significativo (de este 30 aniversario), a mi juicio, es el resurgir en la sociedad chilena de un enorme interés por el presidente Allende, por su figura, y por lo que ocurrió en aquellos años (de comienzos de la década del 70)”, dijo a IPS el economista Manuel Riesco, del independiente Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo (Cenda).

El presidente Ricardo Lagos convocó este miércoles a un acto especial en el palacio gubernamental de La Moneda para rendir homenaje a Allende, un político masón y socialista, que ganó las elecciones de 1970 como abanderado de la Unidad Popular, una coalición de marxistas, socialdemócratas y cristianos de izquierda.

El acto más importante de esa jornada será la reapertura, en el costado oriental del palacio, de la puerta del número 80 de la calle Morandé, que fue hasta 1973 la vía de acceso a su despacho de los presidentes chilenos.

También se descubrirá una placa recordatoria de Allende cerca del lugar donde éste se quitó la vida el mismo 11 de septiembre de 1973, disparándose en la boca con el fusil ametralladora que le regalara el presidente cubano Fidel Castro, mientras La Moneda ardía en llamas por los bombardeos de la Fuerza Aérea.

El homenaje del día miércoles, que incluirá también la instalación de dos cuadros alusivos a Allende, será la antesala de las manifestaciones que tendrán lugar el próximo jueves ante el monumento al ex mandatario en la Plaza de la Constitución, frente a La Moneda.

Por allí desfilarán militantes de los partidos Socialista y Comunista, así como de las agrupaciones de derechos humanos, que dejarán ofrendas florales en Morandé 80, al igual que los sobrevivientes de la guardia personal que acompañó a Allende el día del golpe.

Como nunca antes en un aniversario de su derrocamiento y muerte, la figura de Allende ha convocado a artistas de todo el mundo, así como dirigentes y pensadores políticos que se han dado cita en Santiago en recitales masivos y foros de reflexión y debate.

Pero los tributos al ”presidente mártir de la democracia”, como lo llaman sus seguidores, no se limitan a Chile. Varios artistas, dirigentes políticos y de derechos humanos, escritores y poetas chilenos están invitados a participar de actos en Europa y en América Latina, en especial en Italia y México.

”En todo el mundo es increíble la cantidad de actividades, de homenajes que hay al gobierno de la Unidad Popular, a Salvador Allende y, sobre todo, de repudio a lo que fueron los 17 años de la dictadura militar”, señaló a IPS Lorena Pizarro, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos.

La reivindicación de Allende provocó conflictos en la gobernante Concertación por la Democracia, conformada por los partidos Demócrata Cristiano (PDC), Socialista, Por la Democracia y Radical Socialdemócrata.

La dirección del PDC, que encabeza el senador Adolfo Zaldívar, se negó inicialmente a participar en los actos del día 10, alegando que representaban una reivindicación del gobierno de la Unidad Popular, al cual ese partido hizo oposición.

Una negativa similar anticipó el presidente del Senado, Andrés Zaldívar, hermano del líder del PDC, quien reivindicó el papel cumplido por una mayoría de legisladores de su colectividad en 1973, que respaldaron en el parlamento un acuerdo que declaraba al gobierno de Allende al margen del orden constitucional.

El conflicto generó debate incluso en el propio PDC, donde persiste todavía una tendencia crítica del involucramiento que tuvieron con el golpe de Estado líderes del partido hace 30 años, como el ex presidente Eduardo Frei Montalva y el entonces líder del partido y luego gobernante (1990-1994), Patricio Aylwin.

Esa polémica se resolvió de manera parcial, cuando la dirección partidaria aceptó finalmente asistir a los actos en el palacio de La Moneda, pero representada por su secretario nacional, el diputado Jaime Mulet, mientras Adolfo Zaldívar iniciará este martes una gira de 20 días por Europa.

El día 3, una sesión especial de la Cámara de Diputados en homenaje a Allende fue boicoteada por los legisladores de los dos partidos de la oposición derechista, la Unión Demócrata Independiente (UDI) y Renovación Nacional (PRN), y sólo tres diputados del PDC, más cercanos a Zaldívar, se negaron a asistir.

Para Pizarro, esa conducta en torno a este aniversario y a la figura de Allende demuestra que ”hay una responsabilidad de la Democracia Cristiana, porque respaldó el golpe, y la tiene que asumir. Nada justificaba el golpe ni lo que sucedió posteriormente”.

Patricio Melero, secretario general de la UDI, dijo a IPS que el conflicto se suscitó ”por un error de parte del gobierno y de sectores de la izquierda chilena, que han llevado a la Concertación (gobernante) a una suerte de 'allendización' o de reivindicación de la Unidad Popular”.

Para el dirigente derechista, no está sin embargo en riesgo el futuro de la coalición oficialista, sino que este desencuentro fue ”una expresión más de los múltiples factores que dividen a una Concertación, aglutinada durante mucho tiempo por la oposición al general Pinochet, pero Pinochet ya pasó”.

Carlos Huneeus, analista político y director ejecutivo del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea, señaló que el conflicto en la coalición gobernante fue motivado por la magnitud de la cobertura de los medios sobre el golpe de Estado de 1973 y los hechos que lo rodearon.

”Pasado ese día (del aniversario), la situación política va a volver a la normalidad y socialistas y democratacristianos seguirán trabajando juntos, como lo estaban haciendo antes”, aseguró Huneeus a IPS.

Riesco entiende que, además de la revalorización de Allende, esta revisión histórica abre paso a la verdad también al demostrar que ”más de 60 por ciento de los chilenos, en aquel instante (1973), rechazaron el golpe militar”.

El propio Aylwin sostuvo en una reciente entrevista que, como presidente del PDC, era contrario al golpe militar, recordó el analista.

”Esa es la verdad. La enorme mayoría de los chilenos rechazó el golpe desde sus inicios, sin perjucio de que una buena parte estaba en contra del gobierno de la Unidad Popular”, subrayó Riesco.

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