MERCOSUR: Preocupación por Cancún

Los países del Mercosur no ven avances en las negociaciones agrícolas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que se prepara para celebrar en Cancún, México una conferencia ministerial decisiva para el Sur en desarrollo.

La reunión extraordinaria del Mercosur (Mercado Común del Sur) celebrada el viernes en Asunción en coincidencia con el inicio del mandato del nuevo presidente paraguayo Nicanor Duarte Frutos, estuvo marcada por la preocupación ante el rumbo de la Ronda de Doha, que será examinada entre el 10 y el 14 de septiembre en Cancún.

A los presidentes de tres de los cuatro países del bloque, Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, Nicanor Duarte Frutos, de Paraguay, y Jorge Batlle, de Uruguay, se sumaron el canciller Rafael Bielsa, en representación del presidente argentino Néstor Kirchner, y los mandatarios Gonzalo Sánchez de Lozada, de Bolivia, y Ricardo Lagos, de Chile, como miembros asociados.

Esas negociaciones, que se encuentran atrasadas por diferencias entre el mundo en desarrollo y países industrializados, comprenden numerosos aspectos cruciales para los países del Sur, en especial los relacionados con la agricultura, los servicios, aranceles industriales, acceso a medicamentos de bajo precio y otras cuestiones que los favorecen.

En una declaración especial, los gobernantes expresaron su profunda preocupación por la falta de progreso en las negociaciones y resaltaron el carácter central de la agricultura para el éxito de la ronda, iniciada en noviembre de 2001 en la anterior conferencia ministerial de la OMC en Doha, Qatar.

Los avances en materia agrícola de las negociaciones que se celebran en Ginebra, ”no constituyen todavía base suficiente para el éxito en la reunión ministerial de Cancún”, señala la declaración.

La reacción del Mercosur y países asociados tiene directa relación con el documento emitido esta semana por Estados Unidos y la Unión Europea, que establece algunos compromisos para desmantelar los subsidios agrícolas de ambas potencias, pero en el que faltan datos significativos sobre los caminos que adoptarán para eliminarlos.

”Con esta posición, Europa y Estados Unidos se ponen de acuerdo en políticas internas sobre cómo seguir subsidiando su propias agriculturas. Por eso, el Mercosur y la Comunidad Andina de Naciones (CAN) deben asumir duras posiciones en Cancún, para extenderlas a Doha”, opinó para IPS el analista Oscar Rodríguez Campuzano.

El experto, consultor de empresas y docente universitario, advirtió que si bien hubo un acercamiento entre los dos mayores bloques comerciales del mundo sobre los temas que preocupan a los países en desarrollo, ”no surgió ningún planteo favorable”.

El sector clave para el avance de la Ronda de Doha es la agricultura.

Tanto el Mercosur como el Grupo de Cairns, integrado por 18 países que defienden la liberalización del comercio agrícola, advirtieron en diversas oportunidades que sin una solución a los subsidios con que las naciones ricas protegen su agricultura y distorsionan el comercio y la producción mundial, el proceso de Doha estará en peligro.

Las subvenciones que Estados Unidos y Europa otorgan a sus productores agrícolas suman más de 300.000 millones de dólares al año.

La agenda del Mercosur incluyó el tratamiento de una iniciativa de Uruguay, que ejerce la presidencia rotativa del bloque, respecto de las flexibilidades necesarias para mantener el equilibrio y la cohesión del bloque.

”Avanzar hacia cualquier tipo de flexibilización sería un gran error. El Mercosur se estancó a finales de los 90 justamente por las flexibilizaciones”, advirtió Rodríguez Campuzano.

”Sorprende la posición uruguaya, que reitera un pedido del año pasado acerca de una negociación unilateral ante el ALCA”, Area de Libre Comercio de las Américas, agregó.

En la reunión extraordinaria se comenzó a discutir la implementación del instituto monetario del Mercosur y el lanzamiento de una moneda común para operaciones comerciales. Al efecto se decidió la creación de un foro monetario que coordine las políticas macroeconómicas del bloque.

También se repasó el ”Objetivo 2006”, la agenda brasileña para perfeccionar la unión aduanera y constituir un mercado común, y los plazos para cerrar acuerdos con la CAN, conformada por Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.

Además, Asunción logró que se avanzara en el estudio de medidas específicas que mitiguen las asimetrías macroeconómicas dentro bloque, conformado por países pequeños, Uruguay y Paraguay, y grandes, Brasil y Argentina.

La canciller paraguaya Leila Rachid explicó que en el documento presentado se hace referencia a comercio fronterizo, cadenas productivas, un fondo compensatorio y barreras arancelarias, entre otros instrumentos. La propuesta paraguaya será considerada en la próxima reunión del Mercosur.

Los gobernantes de Argentina y Brasil aprovecharon la ocasión para avanzar en el tratamiento de un tema que desvela a los industriales argentinos, la posible invasión de bienes brasileños a su mercado.

Ante la contracción del consumo interno en Brasil, el mercado argentino puede constituir un desahogo para la industria brasileña y a la vez un freno para la incipiente reactivación de la actividad productiva de Argentina.

Una fuente diplomática argentina dijo a IPS que los mandatarios conversaron intensamente sobre esos temas y que los cancilleres ya están trabajando al respecto. ”Es muy previsible que avancen en los próximos días en ideas más concretas”, explicó. (

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