Malasia está renovando a pasos agigantados sus fuerzas armadas y se esfuerza por igualar la capacidad militar de su vecino y rival Singapur, pero las autoridades niegan que se trate de una carrera armamentista.
El hecho es que el presupuesto de defensa de Malasia casi se triplicó al pasar de 447 millones de dólares en 1981 a 1.260 millones en 2001, y sigue en aumento. Se estima en 6.000 millones de dólares el costo total de las adquisiciones militares realizadas por Kuala Lumpur desde 2000.
Esta semana, las autoridades malasias compraron a Rusia un escuadrón de cazas Sujoi MK30 y pagaron 270 de los 900 millones de dólares del costo en aceite de palma, el principal producto nacional de exportación.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, partió este jueves hacia Moscú, tras una visita de dos días a Malasia, con 900 millones de dólares más en las arcas de su gobierno y confiado en haber abierto el mercado del sudeste asiático a las armas rusas de alta tecnología.
La idea de que Kuala Lumpur se siente amenazada por Singapur se relaciona con que, desde que esa ciudad-estado se separó de Malasia en 1965, los vínculos bilaterales han sido tensos y los dos países compiten por los mismos mercados y las mismas inversiones extranjeras.
Hasta hace poco, Singapur estaba muy adelante de Malasia en materia de defensa, con su poder de fuego móvil y sus sistemas de alta tecnología.
Pero Malasia ha reducido la brecha en forma considerable, observó el analista militar Abdul Razak Baginda, director ejecutivo del Centro de Estudios Estratégicos.
Aunque el analista considera que no existe una carrera armamentista con Singapur, muchos observadores opinan lo contrario, en base a la comparación de las adquisiciones militares de uno y otro país.
Por ejemplo, Singapur compró en 1996 cuatro submarinos suecos Sjoormen, los primeros en la región. Ahora, Malasia e Indonesia encargaron sus propios Sjoormen.
En 1999, Singapur adquirió cazas Falcons F-16C. Malasia e Indonesia le siguieron con la compra de MIGs 29, F/A 18 y ahora los Sujoi MK30.
En marzo de 2000, Singapur adquirió seis fragatas multipropósito, y Malasia compró posteriormente varios sistemas de misiles antibuques. Para reducir la brecha, Kuala Lumpur adquirió también lanzacohetes múltiples.
Además, Singapur compró helicópteros Apache y en respuesta Malasia adquirió misiles Starburst y baterías tierra a aire SAM, que son eficaces contra los Apache si vuelan bajo. Este año, Singapur agregó a su arsenal más de esos helicópteros, con capacidad mejorada.
Los Sujoi MK30 comprados esta semana a Rusia son la última adición al poderoso arsenal adquirido por Malasia desde 2000, que incluye, además de las armas mencionadas, tanques de combate de Polonia, submarinos de Francia, helicópteros de largo alcance, sistemas antimisiles Jernas de Gran Bretaña y misiles rastreadores de calor de Ucrania.
En breve, Malasia también adquirirá sistemas aerotransportados de advertencia temprana por 4.000 millones de ringgits, equivalentes a unos 1.050 millones de dólares.
Muchos observadores creen que el objetivo de Kuala Lumpur es desplazar a Singapur como el estado más poderoso del sudeste asiático en términos militares.
No, no hay una carrera armamentista, opinó Razak Baginda, en declaraciones a IPS.
Malasia sólo está modernizando sus fuerzas armadas. Es un proceso que se ha demorado demasiado, porque los equipos militares se están volviendo obsoletos, dijo.
Ahora que la economía se está recuperando, el gobierno está realizando las compras que había planeado, señaló Razak Baginda, y agregó que las nuevas armas son esenciales debido a los cambios en la situación de seguridad de la región, afectada por el terrorismo y el resurgimiento de la piratería.
Las adquisiciones de Singapur este año causaron preocupación en el sudeste asiático y en particular en Malasia, señaló Derek da Cunha, investigador del Instituto de Estudios del Sudeste Asiático, de Singapur, en un estudio sobre seguridad regional publicado en 2002.
Pero las autoridades malasias se apresuraron a aclarar que las nuevas armas tienen un propósito exclusivamente defensivo.
No modernizamos nuestro arsenal porque queramos atacar a Singapur o a ningún otro país. Sólo nos estamos protegiendo de amenazas internas y externas, aclaró este jueves el ministro de Defensa, Najib Tun Razak. (