COMUNICACIONES: La diversidad unificada

La primera Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información, que se realizará en diciembre, atraerá a una amplia gama de activistas. Pero las visiones de lo que debe ser este encuentro son tan diversas como las organizaciones que se preparan para participar.

Algunos miran el asunto a través de la perspectiva de los derechos humanos. Otros procuran resaltar los aspectos prácticos, entre ellos cómo mejorar con la tecnología de la información la calidad de vida de poblaciones aisladas. La visión depende de a quién se le pregunte.

Unos destacan el papel de las nuevas tecnologías al servicio de la economía, mientras otros subrayan su utilidad para los ciudadanos o hacen énfasis en el contenido.

Los ejes de las distintas visiones son el acceso, en relación a la denominada "brecha digital" que relega a las poblaciones del Sur en desarrollo, el poder, que alude a la concentración de los medios de comunicación, la democracia, en cuanto a la libertad de expresión, y la diversidad cultural.

Los organizadores de la Cumbre quieren dar participación a todos los representantes de la sociedad civil en el proceso de preparación del encuentro, que se realizará entre el 10 y el 12 de diciembre en Ginebra.

Hasta ahora se han registrado más de 2.000 organizaciones no gubernamentales. Esta cumbre, y su segunda parte prevista para 2005 en Túnez, está marcando cifras sin precedentes en cuanto a organización e infraestructura.

El lapso entre las dos conferencias tiene el objetivo de ampliar lo más posible la participación en los debates preparatorios.

Pero los organizadores también temen que la naturaleza diversa de los grupos que asistirán a la Cumbre derive en una falta de claridad de la declaración conjunta al final del encuentro.

Para Claude Alain Danthe, de la Alianza Mundial de Asociaciones Cristianas de Jóvenes, la diversidad es positiva.

"Es verdad que hay un problema, pero eso también enriquece, porque de esta manera se tendrá una gran variedad de intereses representados", señaló.

Los organizadores quieren que la Cumbre sea en verdad un lugar en el que gobiernos, empresarios y representantes de la sociedad civil participen de un intercambio de ideas y proyectos.

El canadiense Wayne Lord, del Foro Permanente de Asuntos Indígenas, patrocinado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), subrayó la importancia de que la población indígena sea beneficiada por las tecnologías, pese a los temores y críticas a los efectos negativos del proceso de globalización.

"Los pueblos indígenas en particular se perdieron la revolución industrial. Por eso es muy importante que no se pierdan lo que está por venir en cuanto a la nueva sociedad de la información", señaló Lord.

La Cumbre fue una iniciativa de la Unión Internacional de Telecomunicaciones en 1998, y recibió luego el respaldo de la ONU.

La "brecha digital", como se denomina la desventaja del mundo en desarrollo respecto del Norte industrial en materia de tecnología informática, se refleja en el diferente grado de acceso a la red informática mundial Internet.

De acuerdo con el último Informe de Desarrollo Humano de la ONU, 88 por ciento de los usuarios de Internet viven en países industrializados, que representan apenas a 15 por ciento de la población mundial.

Menos de uno por ciento de los habitantes de Asia meridional tienen acceso a Internet, a pesar de que en esa región vive un quinto de la población del planeta.

La situación es peor en Africa, donde hay apenas 14 millones de líneas telefónicas para 739 millones de habitantes, menos que el número de teléfonos de Nueva York o Tokio. Ocho por ciento de estas líneas existen sólo en seis países africanos. Hay apenas un millón de usuarios de Internet en todo el continente, contra los 10,5 millones en Gran Bretaña.

Aun si las redes de telecomunicaciones se expandieran, la mayoría de los pobres del planeta estarían excluidos de la revolución informática debido al analfabetismo y la falta de conocimientos básicos de computación. En Benín, por ejemplo, más de 60 por ciento de la población no sabe leer ni escribir.

A esto se añade que cuatro quintos de los sitios en Internet del mundo están en inglés, un idioma entendido apenas por 10 por ciento de la población mundial.

* Brian Thomson es también corresponsal de la agencia de noticias Infosud

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