Los desacuerdos sobre el futuro del Sahara Occidental se mantienen, pero aparecen señales positivas frente al añejo conflicto junto con la aprobación este jueves en el Consejo de Seguridad de la ONU de la nueva versión del plan de paz.
El denominado Plan Baker fue votado por unanimidad junto con una prórroga por tres meses de la presencia en esa región de la Misión de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), encargada de velar por la paz e impulsar soluciones al diferendo entre la población saharaui que busca la independencia y Marruecos.
La primera apreciación indica que se ha dado un paso adelante y se espera que esa resolución lleve hacia la autodeterminación del territorio en disputa, dijo a IPS Brahim Gali, representante en España del Frente Polisario, la organización que lucha por la independencia de Sahara Occidental.
Ahora la ONU debe basarse en el apoyo unánime que recibió la resolución para presionar a Marruecos, a quien no le interesa la paz y es contrario a la autodeterminación del pueblo saharaui, apuntó.
Inocencio Arias, el embajador español ante la ONU que este semestre preside el Consejo de Seguridad de ese foro mundial, señaló a IPS tras la votación que lo importante ocurrido este jueves es que esa resolución haya sido aprobada por unanimidad.
La resolución que lleva el número 1495 expresa su apoyo a la última propuesta del enviado de la ONU a la zona, James Baker, y amplió hasta el 31 de octubre el mandato de la Misión de las Naciones Unidas para el referéndum en el Sahara Occidental (Miniurso), cuya vigencia vencía este jueves.
El Plan Baker reformado, que según fuentes diplomáticas españolas es nuevo en tanto tiene cambios en el lenguaje, en su esencia mantiene la propuesta ya conocida de propugnar a corto plazo la autonomía de la región en disputa, manteniéndola bajo la soberanía marroquí hasta celebrar antes de cuatro años una consulta de autodeterminación.
Además, el Consejo de Seguridad insta a las partes en esta resolución a seguir trabajando con Naciones Unidas y la una con la otra, con vistas a la aceptación y la aplicación del plan de paz, y patrocinar de ese modo que el gobierno de Marruecos y el de la República Arabe Saharahui Democrática (RASD) negocien una solución.
El Sahara Occidental es una antigua colonia española del noroeste africano de 266.000 kilómetros cuadrados de superficie, que limita con Argelia, Mauritania y Marruecos, o forma parte de ese último país según la interpretación de las partes, y sus costas dan al océano Atlántico.
Hoy el Frente Polisario, cuyo nombre completo es Frente Popular de Liberación de Saguia al Hamra y Río de Oro y que con el apoyo de Argelia creó la RASD, controla zonas cerca de las fronteras con Argelia y Mauritania, al este de un muro de arena levantado por el ejército marroquí de unos 2.500 kilómetros de largo.
A partir de esa línea militar Marruecos tiene bajo su dominio las zonas costeras y el denominado triángulo útil, en el que están ubicadas fuertes reservas minerales de fosfatos, petróleo, gas y un importante banco pesquero.
La primera referencia histórica que se tiene de esta zona data de 1509, cuando se legitimó la presencia de España en el lugar, tras un acuerdo con Portugal, las dos potencias que junto con Gran Bretaña controlaban los mares en esa época.
España instaló su primera guarnición en 1885 y en 1934 los notables saharauís resolvieron denominar a la región Sahara Español.
Es en 1967 cuando la ONU plantea a España la celebración de un referéndum para que los habitantes del área decidan si quieren la autonomía, una instancia aceptada por Madrid pero nunca realizada.
Así se llega a 1973, año en que nace en Argel el Frente Polisario, que desde entonces reivindica la independencia del Sahara Occidental y en busca de ello inició entonces una guerra de guerrillas apoyado por Argelia y Libia.
Cuando el dictador español Francisco Franco estaba agonizando, el 11 de noviembre de 1975, el reino marroquí organizó la denominada Marcha Verde, en la que unas 350.000 personas se encaminaron hacia el Sahara Occidental reclamando su independencia de España y su incorporación a Marruecos.
Tres días después y seis antes de la muerte de Franco, Marruecos, Mauritania y España firmaron el acuerdo de Madrid por el que España se comprometió a descolonizar el Sahara.
En febrero de 1976, España cumplió su compromiso y retiró sus últimos soldados, al tiempo de que el Frente Polisario declaraba la guerra a Mauritania y Marruecos.
Posteriormente, Mauritania retiró sus tropas y la porción de territorio que ocupaba pasó a ser controlada por Marruecos que, presionado por las guerrillas saharauis y por sus vecinos, aceptó en 1981 la celebración de un referéndum de autodeterminación, que tampoco nunca convocó.
La ONU aprobó finalmente en 1981 la autodeterminación de Sahara Occidental, apoyó el cese del fuego y propuso celebrar negociaciones directas entre Marruecos y el Frente Polisario.
En 1988 las dos partes enfrentadas se pusieron de acuerdo en un plan de paz elaborado por la ONU, que plantea el cese del fuego y el control del territorio por la Miniurso, situación que se mantiene hasta la actualidad.
Según las modificaciones al Plan Baker aprobadas este jueves, habría un primer proceso electoral en el que votarían las personas consideradas saharauis por la Comisión de Identificación de la ONU, según el censo de ésta realizado en diciembre de 1999 y los inscriptos como refugiados por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.
En esos comicios se debe elegir un poder ejecutivo y un parlamento autónomos, manteniéndose el territorio bajo soberanía marroquí.
En el segundo referéndum, sobre la autodeterminación, además de quienes votasen en el primero podrán hacerlo todos aquellos que hayan residido de manera continuada en el Sahara hasta el 30 de diciembre de 1999, lo cual podría suponer la inclusión de los colonos marroquíes en el territorio y dificultaría un resultado a favor de la autodeterminación.
Por eso, Brahim Galli comentó a IPS que el censo es un tema espinoso que la ONU debe aclarar. En ese sentido España es la mejor situada para indicarle al foro quienes son saharauis y quienes no, añadió.
En definitiva, sentenció que la ONU tendrá que definirse con firmeza y no ceder a las presiones de Marruecos, cuyo rey manifestó días pasados que la defensa de la integridad territorial de su país es una cosa sagrada.