La artista Helena Meirelles es uno de esos casos increíbles que sólo se explican en Brasil por el tamaño del país, los prejuicios, la desorganización social y la carencia de oportunidades para las mayorías.
Su talento precoz de violeira, guitarrista de música rural, manifestado a los ocho años de edad, fue reconocido 60 años después, primero en el exterior y luego, por repercusión, en el país, como suele ocurrir con muchas personas, obras y técnicas brasileñas.
El reconocimiento vino en 1993 de la revista estadounidense para guitarristas Guitar Player, dedicada sobre todo al rock, que recibió una grabación casera de Meirelles enviada por un nieto de la artista, y decidió incluirla ese año en una lista de los 100 mejores intérpretes del instrumento en el mundo.
Desde entonces grabó cuatro discos con su viola, una variante de la guitarra española, traída a Brasil por los jesuitas y que se popularizó en el interior de Brasil. Hay violas de seis, de ocho, de 10 y de 12 cuerdas, con diversas afinaciones.
En los últimos 10 años, Meirelles se hizo famosa como representante de la llamada música sertaneja (rural de algunas regiones del país), y ha protagonizado espectáculos de éxito, con sus propias composiciones instrumentales y contando su vida en un lenguaje típico, abierto e ingenuo. También canta, pero cada vez menos por problemas de salud.
Nació el 13 de agosto de 1924 y vivió su infancia en una hacienda ganadera de su abuelo paraguayo, en el centrooccidental estado de Mato Grosso del Sur, no muy lejos de las fronteras con Bolivia y Paraguay.
Sus padres pensaban que la viola era cosa de hombres y le prohibieron tocarla, bajo amenaza de amputar sus dedos. Pero ella desobedeció y aprendió sola desde los ocho años, oculta entre cultivos o en bosques, con un instrumento de su hermano.
A los nueve años ya encantaba a familiares y vecinos con su música, al participar en grupos que animaban las fiestas locales, además de trabajar en los cultivos agrícolas.
Se casó a los 16 años para escapar de la represión familiar, pero luego se separó del marido, que tampoco toleraba su adicción a la música. Con ese compañero y otros tuvo 11 hijos.
Además de la música, tenía otros hábitos que los prejuiciosos consideraban exclusivamente masculinos, como beber alcohol y mascar tabaco.
Por un tiempo vivió en una casa de mujeres, como se llama a los prostíbulos, y empezó a ganar dinero con su música, siempre en el interior de Mato Grosso del Sur y del vecino estado de Sao Paulo, áreas típicas de la cultura ganadera y sertaneja.
Ahora, con casi 79 años, ya es una celebridad conocida como La Dama de la Viola, y tema de tres películas. El 30 de junio estuvo en Río de Janeiro para lanzar su cuarto disco, De volta ao Pantanal, con composiciones propias como los anteriores.
No pienso parar de hacer mi música, asegura.
El cineasta Francisco de Paula está concluyendo su documental Dona Helena para llevarlo a los próximos festivales de Avellaneda, en Argentina, y de Trieste, en Italia.
De Paula dedicó tres años a filmar testimonios, espectáculos, fotos antiguas y lugares donde transcurrió la vida de la violeira. Las músicas incluidas en la película son casi todas nuevas, compuestas especialmente por ella.
Otro filme que cuenta su vida fue dirigido por dos mujeres, Monica Schmiedt y Dainara Toffoli, y parte de su presupuesto fue aportado por el Ministerio de Cultura. Tiene 52 minutos de duración y aún no fue exhibido al público.
El tercer documental, Expresso Brasil, bajo dirección de Philipe Barcinski, fue realizado para televisión y exhibido el año pasado.
Las composiciones de Helena Meirelles abarcan variados ritmos y estilos del mundo rural, entre ellos la guarania, de origen paraguayo, la chalana, el rasgueado y la polca, poco conocidos en las grandes ciudades, a las cuales la música sertaneja llega sobre todo por medio de canciones ingenuas de populares dúos.
Cuando hace canciones, expresa casi siempre una visión identificada con estereotipos masculinos de la ruda cultura ganadera, como si fuera un hombre que canta sus dramas afectivos o de otra índole. (