Cinco israelíes y cinco palestinos planean escalar juntos una montaña en la península antártica a fines de este año con el objetivo de ”promover un entendimiento” y ”romper el hielo” entre los dos pueblos mediante una conquista simbólica.
”Usaremos esta misión para demostrar a las personas de todo el mundo que los israelíes y los palestinos no sólo pueden vivir juntos, sino que también pueden hacer mucho más si nos abrimos los unos a los otros, somos valientes y demostramos disposición a cooperar”, afirmó Heskel Nathaniel, un empresario israelí de 41 años radicado en Alemania que organizó de la expedición.
El proyecto recibió el respaldo del ex primer ministro israelí Shimon Peres, del presidente palestino Yasser Arafat, del Centro Peres por la Paz, del jefe espiritual del Tíbet y premio Nobel de la Paz Dalai Lama, del presidente del parlamento alemán Wolfgang Thierse y del último líder de la disuelta Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov.
Del equipo, sólo Nathaniel y Doron Erel, primer israelí en escalar el Everest —la cumbre más alta del planeta— en 1992, tienen experiencia como montañistas.
Por eso el equipo pasará unos días entrenando en los Alpes este otoño boreal, antes de iniciar en diciembre su misión de 35 días. La expedición costará unos 250.000 dólares, donados por diversas organizaciones privadas y públicas internacionales.
El grupo deberá hacer un viaje en barco de 1.000 kilómetros desde la meridional ciudad argentina de Ushuaia hasta llegar a la península antártica. El tramo más difícil del viaje será el cruce por el pasaje de Drake, donde las aguas son muy peligrosas.
Luego de llegar a la Antártida e instalar un campamento, la expedición comenzará un camino de 10 días sobre la superficie de hielo hacia la base de la montaña de 2.000 metros de altura, que aún no tiene nombre y que jamás ha sido escalada.
Los expedicionarios planean hacer una celebración en la cumbre de la montaña por el ”triunfo en equipo”, que será transmitida en vivo a todo el mundo.
El grupo estará acompañado por fotógrafos, periodistas y un equipo de televisión que harán una cobertura de la vida diaria de los montañistas.
Erel no negó a periodistas en Berlín que existían algunos riesgos, pero añadió que estaban preparando la misión de forma que fuera ”lo más segura y profesional posible”.
El montañista destacó que el encargado de conducir la embarcación a través el pasaje de Drake será el estadounidense Skip Novak, quien dio la vuelta al mundo en yate y es además un experimentado escalador de montañas.
”Muchos en Israel se mostraron escépticos, pero nadie hasta ahora ha dicho que es una idea estúpida. Por el contrario, muchos con los que he hablado me apoyaron”, afirmó Erel, nacido en una pequeña aldea al norte de Tel Aviv.
Algunos miembros del equipo perdieron familiares en los incesantes enfrentamientos en los territorios palestinos ocupados por Israel. Erel confía que en el viaje todos podrán sincerarse y compartir experiencias.
”Cuando estás conviviendo por 35 días, tus emociones terminan por salir afuera. Estoy seguro de que habrá una discusión muy animada”, afirmó.
El periodista palestino y miembro del equipo Ziad Darwish, de 53 años, confesó que al principio pensó que la expedición era una ”idea loca”, pero que cuanto más la consideró más se interesó en ella, ”sobre todo a la luz del actual proceso de paz” entre Israel y Palestina.
Darwish reveló que en una oportunidad llegó a mencionarle la idea a Arafat, quien le contestó: ”Ve, y rompe el hielo”.
El equipo también está integrado por la patóloga palestina Norma Kiddes Basir, de la central ciudad cisjordana de Ramalá, que se dedica a asistir víctimas de los enfrentamientos en los territorios ocupados.
”Podría volar a Atenas y volver en el mismo tiempo en que me toma pasar un control militar israelí para atender a una víctima. Necesitamos la paz desesperadamente. Si este viaje a Antártida logra de alguna manera un mejor entendimiento entre israelíes y palestinos, entonces es positivo”, dijo Basir entre lágrimas.
La única expedición previa de la israelí Jarden Fanta, otra integrante del equipo, fue cuando tenía 14 años y dejó Etiopía, donde nació, para llegar a la ”tierra prometida” con sus familiares judíos, muchos de los cuales murieron en el trayecto.
”Creo que esta expedición ayudará a lograr un mejor entendimiento entre unos y otros”, sostuvo.
Del grupo tambíen participan Amy Ayalón, un ex experto de seguridad israelí que peleó contra los palestinos y ahora está comprometido con la paz, Olfat Haider, un instructor de natación y entrenador de voleibol palestino, Shoshani Avihu, un abogado israelí, y Mohammad Awni Qasem, un urólgo palestino. El quinto miembro palestino todavía no fue elegido.
Novak dijo que al principio habían pensado en escalar alguna de las cumbres de la cadena montañosa del Himalaya, pero después optaron por la Antártida.
”Creo que es una buena opción, porque la Antártida es un territorio neutral y todavía sigue siendo la gran tierra virgen del planeta”, señaló.
Nathaniel confía en que esta misión impulse iniciativas similares entre grupos de israelíes y palestinos en todo el mundo. (