IRAQ-EEUU: Crece escepticismo sobre argumentos de Bush

Tres meses después de que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, declarara el fin de la guerra contra Iraq, la operación continúa despertando escepticismo entre votantes no identificados con el gobernante Partido Republicano ni con el opositor Partido Demócrata.

La última encuesta del Programa sobre Actitudes Políticas Internacionales (PIPA) de la Universidad de Maryland concluye que los denominados votantes independientes —predispuestos, por definición, a participar en comicios— son mucho más críticos de la política internacional de Bush que el público en general.

Esta postura se refleja particularmente en los cuestionamientos a los argumentos formulados por el gobierno estadounidense antes de invadir Iraq para fundamentar la guerra, según el estudio supervisado por PIPA y realizada por la firma Knowledge Networks entre el 11 y el 20 de este.

El sondeo concluye que, para la absoluta mayoría de los votantes independientes encuestados, Bush y su gobierno engañaron a la ciudadanía cuando presentaron evidencia sobre los arsenales de Iraq y el supuesto vínculo de ese país con redes terroristas islámicas.

En contraste, 42 por ciento de los entrevistados en general afirmaron que el gobierno había practicado engaños, y apenas 36 por ciento consideraron que el propio Bush estaba involucrado en ellos.
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Cincuenta y dos por ciento de los votantes independientes aseguraron haber perdido confianza en el presidente por ”el hecho de que presentara información falsa”. Cuarenta por ciento de los entrevistados en general afirmaron lo mismo.

El sondeo se publicó en medio de fuerte preocupación sobre el creciente costo de la ocupación de Iraq en vidas de soldados y en dinero. Once militares estadounidenses cayeron a manos de la resistencia iraquí en los últimos cinco días, desde la muerte de los hijos de Saddam Hussein.

Cincuenta soldados estadounidenses murieron desde que Bush declaró el 1 de mayo el fin de las operaciones militares, y 163 desde el comienzo de la guerra el 20 de marzo, 16 más que en la guerra del Golfo de 1991.

De todos modos, un sondeo realizado en conjunto por la cadena de televisión CNN, el diario USA Today y la firma encuestadora Gallup indicó el martes que el apoyo público para las operaciones de Estados Unidos en Iraq ha sido continuo, a pesar de las bajas.

Sólo 26 por ciento de los entrevistados afirmaron que las fuerzas estadounidenses deberían irse ahora de Iraq, mientras 33 por ciento indicaron que deberían hacerlo ”si la cantidad de soldados muertos fuera demasiado alto”. Doce por ciento situaron ”demasiado alto” en 200, y otro 10 por ciento en 500.

Mientras, también se endurecen las críticas entre los legisladores, inclusive republicanos.

Estos legisladores atacan al gobierno por engañar al público y por convertir en reservados ciertos pasajes de un informe del Congreso sobre las fallas de inteligencia que permitieron que se perpetraran los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra Washington y Nueva York.

El gobierno tampoco difundió su cálculo sobre el costo que insumirá la ocupación de Iraq, iniciada en abril luego de tres semanas de ateque conducido por Estados Unidos, advierten.

Senadores demócratas y republicanos cuestionaron el martes al subsecretario (viceministro) de Defensa Paul Wolfowitz, quien asistió a una audiencia del Comité de Relaciones Exteriores de la cámara alta.

El senador republicano Lincoln Chafee recordó que Wolfowitz había defendido mucho antes del 11 de septiembre de 2001 la necesidad de derrocar a Saddam Hussein. Por eso, se declaró ”molesto” porque el funcionario hubiera utilizado los atentados como argumento para la guerra.

”Eso no es verdad. Usted había estado defendiendo un cambio de régimen durante todo el final de la década del 90”, sostuvo Chafee.

Por su parte, el senador demócrata Russell Feingold recordó que Wolfowitz atribuyó este mes a ”inteligencia turbia” la afirmación del gobierno de que Saddam Hussein estaba vinculado con terroristas islámicos, a la postre errónea.

”Suena como si, básicamente, hubiéramos dado un paso a través del espejo”, agregó Feingold, en referencia a la novela ”Alicia a través del espejo” del británico Lewis Carrol.

Casi todos los senadores, incluido el presidente del Comité, el republicano Richard Lugar, sostuvieron que el gobierno no estaba haciendo lo suficiente para convencer a los restantes países de participar con tropas y dinero en la reconstrucción de Iraq, incluso resignando su autoridad como ocupante.

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