ECONOMIA-CUBA: Propuestas para un nuevo ciclo de reformas

Casi 10 años después del anuncio en Cuba de la legalización del dólar, primera de un grupo de reformas económicas, expertos empiezan a discutir el impacto de aquellas medidas, si conservan vigencia o es preciso renovarlas.

”¿Se han agotado los resortes que hicieron crecer la economía en los últimos siete años?”, preguntó el especialista Juan Triana en un reciente análisis sobre el desempeño económico de la isla durante 2002.

Los planes que apostaron al turismo, la venta en dólares para consumo interno, la inversión extranjera y la movilización del ahorro interno no están ”realmente agotados”, pero ”sí exhaustos y requieren de nuevas condiciones de funcionamiento”, afirmó.

La única excepción sería el sector energético, que crece desde los años 90, aseguró Triana, director del Centro de Estudios de la Economía Cubana (CEEC) de la Universidad de La Habana.

A su juicio, para superar la situación actual de estancamiento en algunos casos y deterioro en otros, hay que romper restricciones internas y crear nuevas condiciones que permitan incentivar otros sectores junto con el turístico.

La industria del turismo creció a muy buen ritmo durante los 10 últimos años, y desplazó al sector del azúcar como principal fuente de ingresos de la economía cubana, sitio que comparte con las remesas familiares.

Cuba tiene ”potencialidades para crecer y posibilidades para hacerlo”, asegura Triana.

El Informe Mundial de Población 2002 de la Organización de las Naciones Unidas indicó que los países con tasa de fecundidad decreciente, como Cuba en la actualidad, tienen en cierto momento una posibilidad única de dar un gran salto hacia adelante en términos de desarrollo socioeconómico.

La ”oportunidad demográfica”, creada en gran parte por la inversión social, es ”un período durante el cual un grupo grande de personas en edad activa mantiene a relativamente pocos familiares a cargo, ancianos y niños”, indicaron en ese informe los expertos del Fondo de Población de las Naciones Unidas.

Tal chance ”debería ser aprovechada por los países para efectuar inversiones en el crecimiento económico”, porque ”se crea por única vez y no por mucho tiempo. Al cabo de la generación siguiente se habrá cerrado, a medida que, nuevamente, las poblaciones vayan envejeciendo y vaya aumentando el número de familiares a cargo”, alertaron.

De acuerdo con demógrafos y economistas consultados por IPS, Cuba tiene ante sí esa oportunidad de ”dar el gran salto” económico, como algunos países de Asia, y quizás la esté dejando pasar.

Para salir del actual estancamiento económico, Triana recomendó adoptar medidas que rompan el ciclo de la crisis y, a largo plazo, aprovechar el ”sector del conocimiento” como la reserva más importante de la isla.

Las medidas económicas impulsadas por el gobierno de forma paulatina desde finales de 1993 buscaron frenar la caída del producto interno bruto, que acumulaba desde 1990 un descenso de 34,8 por ciento. Los signos de recuperación empezaron a sentirse ya en 1994.

Además de la legalización del dólar en agosto de 1993, aquellas reformas incluyeron la apertura de mercados agropecuarios de libre concurrencia, y autorizaciones más amplias para el trabajo por cuenta propia y la iniciativa privada familiar en la gastronomía y el alquiler de habitaciones.

También se aplicó un plan de saneamiento financiero interno, se sentaron bases legales para una mayor apertura a la inversión extranjera y se impulsaron una reforma bancaria y otra para lograr eficiencia empresarial, ambas en áreas estatales.

Pasados 10 años, la economía apenas creció 1,1 por ciento en 2002.

Eso se atribuye oficialmente a los impactos sobre la isla de la crisis mundial del turismo, el deterioro de precios internacionales de los productos que Cuba exporta, los altos precios del petróleo y los daños ocasionados por varios huracanes.

Triana destacó en su análisis que el resultado del año pasado no fue ”el necesario” según lo planteado como ”meta mínima” en la Resolución Económica del V Congreso del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC), realizado en octubre de 1997.

Ese límite mínimo de crecimiento estaba fijado en cuatro por ciento, y el pronóstico oficial para 2002 apenas llegó a tres por ciento.

El año pasado fue, además, el cuarto consecutivo de crecimiento menor que el anterior, y el segundo consecutivo en que no rebasó el cuatro por ciento fijado, afirmó el experto.

Estaba previsto que a fines del año pasado un nuevo congreso del PCC definiera la política económica y social para el siguiente quinquenio, pero aún no se ha dado a conocer la convocatoria correspondiente.

”Del congreso ni se habla”, comentó un profesor universitario, quien consideró que el silencio oficial sobre el aplazamiento de la reunión más importante del PCC es un síntoma de que el país atraviesa momentos difíciles.

Entre los indicadores del pasado año que podrían ilustrar el actual deterioro económico, aparecen el crecimiento del déficit fiscal a 1.000 millones de pesos, el aumento de la liquidez acumulada a 13.500 millones y el gasto de 633 millones de pesos en subsidios a las empresas estatales.

A la cotización oficial, cada peso cubano equivale a un dólar, pero en las casas de cambio del propio gobierno, un dólar vale 27 pesos cubanos.

Una de las sugerencias de Triana fue ampliar el alcance de la reforma empresarial en curso y ”hacer más atractivos al capital extranjero sectores como el inmobiliario”.

Para que los ingresos sigan aumentando en las actuales condiciones de madurez de la industria turística, hay que fomentar una poderosa red extrahotelera y disminuir los precios de las habitaciones, afirmó.

Sin embargo, el ministro de Turismo, Ibrahim Ferradaz, aseguró en marzo que la política cubana de desarrollo turístico no incluiría el descenso de precios para captar ingresos, porque a la larga eso iría en detrimento de la calidad del producto.

Sobre el trabajo por cuenta propia, Triana destacó que la limitación de espacios para la iniciativa privada ha tenido como ”consecuencia negativa” la disminución de la oferta y el descenso de la calidad de los servicios de ese sector.

Además, se crearon ”espacios cuasimonopólicos que han propiciado la concentración de la riqueza en manos de unos pocos beneficiados”, apuntó.

Como alternativa, propuso fomentar alternativas de propiedad cooperativa en el sector de servicios, por ejemplo en la red de barberías y peluquerías actualmente controladas por el Estado, y en esferas productivas complementarias del sector industrial estatal.

Esa recomendación coincidió con nuevas medidas gubernamentales para restringir la actividad privada de alquiler de habitaciones, que, según hospederos consultados por IPS, busca ”hacerlos desaparecer” del mercado.

La extensión de las formas cooperativas de propiedad, limitadas durante décadas a la producción agropecuaria, ha sido sugerida desde la pasada década por economistas locales, pero permanece fuera de la agenda gubernamental.

Triana recomendó, además, medidas para el sector de venta en dólares para consumo interno, que en su opinión se ha convertido en uno de ”los motores más importantes” de la industria local de bienes de consumo, responsable de por lo menos la mitad de su abastecimiento.

Hay posibilidades de incrementar los ingresos de ese sector mediante disminución de precios minoristas e incorporación de bienes que en la actualidad no se ofrecen en la red de tiendas en divisas, alegó.

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