El jefe del gobierno español, José María Aznar, y el presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, anunciaron este miércoles una alianza estratégica de carácter económico, político y social.
El mandatario brasileño culminó así una visita de Estado de 48 horas a España, durante la cual se reunió también con el rey Juan Carlos, empresarios, sindicalistas y políticos del gobierno y de la oposición, entre ellos el secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), José Luis Rodríguez Zapatero.
El rey, Aznar, todos los partidos políticos, dirigentes de las dos centrales sindicales mayoritarias, la Confederación de Organizaciones Empresariales (CEOE) y empresarios grandes y medianos elogiaron el programa de gobierno del visitante y su gestión desde que asumió el 1 de enero.
Algunos de los problemas que afronta el gobierno brasileño fueron reseñados en un duro comentario crítico del conservador diario español La Razón.
Los funcionarios públicos, los jueces y los campesinos sin tierra han abierto varios frentes contra Lula, sostuvo el periódico en referencia al conflicto de empleados estatales y judiciales contra el proyecto de reforma del sistema previsional de Lula y a las movilizaciones en reclamo de reforma agraria.
Lula y Aznar se dieron tiempo hasta octubre, cuando el segundo hará una visita oficial a Brasil, para concretar y desarrollar su acuerdo estratégico, anunciaron en una rueda de prensa conjunta. No obstante, adelantaron algunos aspectos del mismo.
Un proyecto de integración física de América del Sur fue presentado por el visitante al gobierno y empresarios españoles, quienes lo recibieron con interés.
”Las empresas europeas, al invertir en esos proyectos, no solamente ayudarán a la integración y a combatir la pobreza, sino que también ganarán dinero, razonablemente”, dijo Lula a IPS.
Para el gobernante, éste es el momento de relanzar el Mercosur (Mercado Común del Sur, del que son miembros plenos Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y asociados Bolivia y Chile).
Ese bloque, creado en 1991, comenzó mal porque se dio más importancia al comercio que a lo institucional, pero ahora los gobiernos de los dos países mayores, Argentina y Brasil, están dispuestos a impulsar la creación de un parlamento común y de un instituto monetario ”para llegar algún día a tener una moneda única”, señaló.
Un error que no se debe repetir fue trabajar con monedas cuya cotización era artificial, pues ”el peso argentino y el real brasileño nunca valieron un dólar”, aunque se haya querido establecer eso por ley, opinó Lula.
España, puntualizó, puede y debe jugar un papel positivo en los acuerdos del Mercosur con la Unión Europea (UE). El domingo, en Londres, el presidente brasileño se reunió con sus pares de Argentina, Néstor Kirchner, y de Chile, Ricardo Lagos, y los tres acordaron promover y ampliar el bloque sudamericano.
Allí Lagos anunció que convocarán a una reunión extraordinaria del Mercosur ”para discutir un plan de acción específico para toda América del Sur”.
También indicó que en un plazo máximo de 60 días estudiarán medidas concretas, y que en agosto debatirán los detalles en una reunión de la Corporación Andina de Fomento. Otros dos países andinos, Perú y Venezuela, han planteado su interés en asociarse por separado con el Mercosur.
En su reunión con los empresarios, Lula fue informado de un proyecto de la Organización Internacional del Trabajo y compañías españolas para promover el empleo de los jóvenes en Brasil. Ese programa se iniciará en enero de 2004 y se durará cuatro años.
El presidente de la CEOE, José María Cuevas, dijo a IPS que el nuevo gobierno brasileño trajo un aire de esperanzas para América Latina y que ”los empresarios españoles queremos ser partícipes, aportando nuestra experiencia e inversiones”.
Para Cuevas, ”las cosas van por buen camino en Brasil, un país en el que, al igual que en los demás, la paz social depende del desarrollo económico”.
En la reunión de empresarios y funcionarios de España y Brasil, que clausuró Lula, el presidente de la privada Investe Brasil, Rudolf Höhn, presentó 188 proyectos de inversiones por un total de 28.000 millones de dólares.
El presidente de la Confederación Nacional de Industria del Brasil, Armando Monteiro Neto, pintó un panorama optimista de la evolución económica de su país ante los empresarios españoles.
Para este año se espera que el Producto Interno Bruto (PIB) crezca 1,5 por ciento, que siga en descenso la tasa de interés, y que el saldo positivo de la balanza comercial se eleve de 13.100 millones a 20.000 millones de dólares, destacó.
De continuar la actual situación, a largo plazo el PIB podría crecer cuatro por ciento anual y la inflación bajar a cuatro o cinco por ciento anual, opinó el empresario brasileño.
No obstante, también demandó reformas tributarias que permitan mejorar la competitividad de las firmas brasileñas, y ese planteo recogió gestos de asentimiento de los empresarios españoles.
Esos empresarios y los funcionarios del gobierno español presentes debieron escuchar a Lula criticar el proteccionismo de los países industrializados, incluidos los europeos.
”La superación de las desigualdades sociales pasa también por la acción internacional y porque las proclamas de libre comercio se lleven a la práctica”, aseveró el visitante.
”Quienes se consideren nuestros socios, nuestros amigos, deben cambiar las medidas arancelarias y de subvenciones que traban el comercio internacional”, puntualizó.
España, como los demás miembros de la UE, subvenciona la producción agropecuaria y pone barreras a la importación de determinados productos desde fuera del bloque europeo.
Lula recibió expresiones de respaldo de las dos centrales sindicales mayoritarias de España.
José Doz, secretario de política internacional de una de ellas, Comisiones Obreras, dijo a IPS que su organización ”apoya el proyecto de Lula de fortalecer y democratizar las instituciones multilaterales, políticas y económicas, para alcanzar mayores cotas de pluralismo y solidaridad”.
”El gobierno de Lula es un hecho de gran importancia para todo el mundo, por su contribución a la construcción de un nuevo orden político y económico internacional más justo”, alegó.
Comisiones Obreras ”comparte la prioridad asumida por Lula de acabar con el hambre, la pobreza y la desigualdad extrema, desarrollando los derechos humanos y sobre todo los derechos laborales”, añadió Doz.
El rey de España, al término de una cena de gala ofrecida en homenaje al visitante, afirmó que ”Brasil es hoy en día, sin duda, una gran realidad política, económica, social y cultural, que inspira respeto y admiración a escala internacional”.
Brasil ”constituye la principal potencia industrial del hemisferio sur, la mayor economía de la región y un país clave en Iberoamérica”, agregó. (