Una momia que causó furor entre arqueólogos de todo el mundo cuando fue hallada en Pakistán hace tres años, y luego desechada por falsa, está abandonada en el depósito de cadáveres de una organización benéfica, esperando que alguien se haga cargo de ella.
La momia fue encontrada en un operativo policial en 2000. Tras estudiarse el cuerpo y el sarcófago, se confirmó que era un fraude. Ahora, ni el gobierno ni la policía ni los museos quieren hacerse responsables del cuerpo.
”A pesar de que publicamos (en mayo) un informe en el diario Dawn, no hubo ni una sola llamada de parte de las autoridades hasta ahora”, afirmó Rizwan Edhi, de la Fundación Edhi, en cuyo depósito está, congelado, el cuerpo momificado.
”Ya pasaron dos años desde que el Museo Nacional de Karachi nos dio la momia para guardarla. Pero parece que se olvidaron de ella por completo”, señaló el portavoz de la fundación, Anwar Kazmi.
”Se lo hemos recordado ya dos veces, pero no hubo respuesta. Tendremos que pedir permiso para enterrarla y exigir una paga por haberla tenido en nuestro depósito todo este tiempo, o si no que se la lleven”, añadió.
Pero la directora del Museo Nacional de Karachi, Asma Ibrahim, dijo que el cuidado del cuerpo no está dentro de su jurisdicción. ”No era una momia verdadera cuando fue entregada a la Fundación Edhi, sino sólo el cadáver de una mujer”, sostuvo.
El director general del Departamento de Arqueología y Museos del gobierno, Saleem Ul Haq, también dijo que el destino de la momia falsa no es su responsabilidad. ”Cuando se probó que era un fraude y que fue vendida como una antigüedad, pasó a ser un caso policial”, sostuvo.
Sin embargo, tampoco la policía quiere hacerse cargo.
Las autoridades policiales de la sudoccidental provincia de Balochistán intentaron dejar el caso en manos de sus pares de la sudoriental Sindh, y éstos en la de sus pares de la noroccidental provincia de Quetta.
”La persona que compró la momia sigue libre cuando debería estar tras las rejas. De hecho, les dice a todos que su momia no es una farsa, y está mintiendo”, dijo la arqueóloga Asma Ibrahim, que investigó el caso.
Mientras las autoridades se lavan las manos, la Fundación Edhi debe mantener el cuerpo congelado.
”Cualquiera sea el responsable debe darse cuenta de que la nuestra es una organización benéfica y que tenemos espacio limitado. El año pasado teníamos unos 6.200 cadáveres, y sólo tenemos a 10 personas trabajando en el depósito”, afirmó Kazmi.
La historia empezó en octubre de 2000, cuando la policía, por otro caso, allanó una casa en la ciudad de Balochistán, capital de la provincia del mismo nombre, y sin quererlo hizo el ”más grande descubrimiento arqueológico en la historia reciente” de Pakistán, al decir de los expertos en el comienzo.
Se trataba de una supuesta momia persa de unos 2.500 años de antigüedad en un sarcófago de oro. Estaba escondida en una gran caja de madera.
El hallazgo cobró tanta notoriedad que la cadena británica de radio y televisión BBC elaboró un documental titulado ”El misterio de la momia persa”.
La policía detuvo a un iraní que intentaba venderla por una fortuna en el mercado negro de antigüedades. El detenido afirmó que descubrió la momia cuando un terremoto ”abrió un sitio lleno de antigüedades en el desierto”.
La policía de Karachi siguió las pistas de la madera con que estaba hecha la caja en que fue hallada la momia, y llegó a la casa del jefe tribal Sardar Wali Reki, en Quetta. La momia fue llevada luego al Museo Nacional de Karachi.
”Siempre quise trabajar con las momias, y ésta era mi oportunidad. Era como un sueño hecho realidad. Los arqueólogos más eminentes de todo el mundo nos llamaban”, dijo la arqueóloga Ibrahim.
La propia experta comenzó el difícil proceso de descifrar la escritura cuneiforme persa del sarcófago, y rápidamente se dio cuenta de que se refería a Rhodugune, una princesa de Persépolis, ciudad principal del imperio persa. Pero entonces comenzaron las dudas.
”Había errores gramaticales y el lenguaje usado no era del periodo del que la inscripción decía ser”, explicó la experta.
Ibrahim envió el escrito con sus comentarios a tres expertos de renombre internacional, que coincidieron con sus conclusiones. Entonces, se confirmó que la inscripción era falsa.
”Era obvio lo del sarcófago, pero todavía no se sabía si la momia que estaba dentro era falsa o no”, afirmó el arqueólogo Kaleem Lashari, director del Archivo Histórico de Sindh.
El cuerpo entonces fue sometido a un examen de rayos X para constatar si había sido momificado al estilo egipcio. El estudio descubrió que no tenía órganos, ni siquiera corazón, lo que confirmó el fraude.
En la antigüedad, a los cuerpos momificados se les dejaba el corazón, pues se creía que era imprescindible para el alma en el otro mundo, explicó el egiptólogo estadounidense Bob Brier.
La conclusión de los expertos fue que el cuerpo no era antiguo como se pretendía.
Es probable que se trate del cuerpo embalsamado de una mujer contemporánea. El o los autores de la falsificación tenían un profundo conocimiento de la anatomía humana, de las técnicas de momificación, de la escritura cuneiforme y de historia.
La policía sospecha que el fraude no fue obra de una sola persona, sino de un grupo de falsificadores guiados quizás por un arqueólogo.
Todavía permanece la duda sobre la identidad de la mujer momificada, que, según estudios forenses, falleció en 1996. ”Su espina dorsal está rota, así que o murió de un accidente o fue asesinada”, señaló Lashari. (