SRI LANKA: Ayuda a la reconstrucción depende de tigres tamiles

La entrega de los 4.500 millones de dólares prometidos por los países del Norte industrial para la reconstrucción de Sri Lanka está supeditada a la reanudación del proceso de paz, interrumpido en abril por los separatistas.

La reunión en la capital japonesa entre los donantes fue un éxito en términos de compromisos financieros para los próximos cuatro años, pero todavía está por verse en si esto hará ceder al movimiento rebelde Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE) para que reanude el diálogo de paz con el gobierno.

”Hay una tarea abrumadora por delante”, admitió este martes ante la prensa el jefe negociador del gobierno de Sri Lanka, Gamini Peiris.

”Encontraremos formas innovadoras para cuidar a toda la población del país. Trabajaremos por el desarrollo del nordeste (zona más afectada por la guerra civil) en colaboración con el LTTE”, aseguró el primer ministro Ranil Wickremesinghe.

El portavoz del gobierno japonés Yasushi Akashi dijo que la conferencia en Tokio, que comenzó el lunes y terminó este martes, estimulará a las dos partes del conflicto a reanudar las conversaciones.

”Hemos creado las condiciones materiales para comenzar a trabajar. Todo depende ahora del esfuerzo del pueblo de Sri Lanka”, afirmó.

Por su parte, el subsecretario de Estado (vicecanciller) de Estados Unidos, Richard Armitage, sostuvo que ”la comunidad internacional está apostando por Sri Lanka, y ahora depende de este país avanzar o no”.

El LTTE, pese a los insistentes pedidos de muchos países, suspendió en abril las conversaciones con el gobierno de la presidenta Chandrika Kumaratunga luego de que no fuera invitado a una reunión de países donantes en Estados Unidos.

Washington prohibió la entrada de los representantes del LTTE porque los considera una organización terrorista.

Más de 65.000 personas han muerto y unas 800.000 han sido desplazadas por la guerra civil que libra el LTTE desde 1983 para lograr la autonomía del nordeste del país, donde los tamiles son mayoría.

Más de 70 por ciento de los 18 millones de habitantes de Sri Lanka son de la etnia cingalesa, 18 por ciento son tamiles y 7,7 por ciento, de origen musulmán.

El LTTE y el gobierno acordaron un cese del fuego hace más de un año, y las conversaciones de paz comenzaron en septiembre de 2002.

Wickremesinghe admitió que ”los defectos de la puesta en práctica de los acuerdos es uno de los principales obstáculos con el LTTE”.

Armitage adoptó una línea más dura con los rebeldes. ”Estamos llamando al LTTE a reanudar las negociaciones de inmediato. La conferencia demostró que la comunidad internacional no está dispuesta a sucumbir ante los chantajes del LTTE”, afirmó.

En la Conferencia de Tokio sobre la Reconstrucción de Sri Lanka, auspiciada por Estados Unidos, Japón y la Unión Europea, participaron representantes de 51 países y de 22 organizaciones internacionales.

Los países donantes firmaron la Declaración de Tokio sobre la Reconstrucción y el Desarrollo de Sri Lanka, con una lista de 10 condiciones para la entrega de la asistencia financiera.

Al tope de la lista está el respeto al cese del fuego, la participación de la minoría musulmana en el proceso de paz, y la puesta en práctica de medidas aprobadas por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) contra el reclutamiento de niños en las filas rebeldes.

Los países donantes también exijen que Colombo y el LTTE permitan que la ayuda humanitaria llegue sin problemas a los civiles del norte y este del país.

Japón prometió contribuir con 1.000 millones de dólares que serán desembolsados a lo largo de tres años, con lo que se ubicó en el primer lugar de los países donantes. Estados Unidos lo siguió con 54 millones de dólares y Noruega se ubicó en el tercer lugar con tres millones.

El Banco Asiático de Desarrollo prometió 1.000 millones de dólares, mientras el Banco Mundial anunció una entrega de 200 millones de dólares por año.

La Unión Europea prometió 293 millones de dólares en los próximos tres años. Corea del Sur y Tailandia también hicieron donaciones, aunque no informaron las cifras.

Organizaciones no gubernamentales destacaron la importancia de la ayuda, pero dijeron que más que dinero se necesita cooperación con el pueblo de Sri Lanka ”para que los planes de reconstrucción tengan éxito”.

Las donaciones anunciadas en Tokio ”son un incentivo al proceso de paz, pero los países donantes deben asegurarse también de que los programas de reconstrucción sean transparentes, de que haya un avance en derechos humanos e igualdad”, dijo el director del independiente Centro de Alternativas Políticas de Sri Lanka, Pakiasothy Saravanamuttu.

Por otra parte, el gobierno de Sri Lanka fue blanco de fuertes críticas por la oposición, incluso durante la reunión en Tokio.

El domingo, Wickremesinghe se reunió en la capital japonesa con miembros del partido nacionalista cingalés Janata Vikumuthi, que lo acusaron de ceder demasiado ante las demandas tamiles. (

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe