REFUGIADOS-R.D.CONGO: Angoleños vuelven a casa

Los refugiados angoleños en República Democrática del Congo (RDC) se aprestan con alegría a retornar a su país, hoy en paz tras décadas de guerra civil.

La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) comenzó hace dos semanas a repatriar a los refugiados en Kilueka, en el sudoeste de RDC. La próxima semana, los 40.000 que se encuentran en la localidad de Kisenge, también en el sudoeste, emprenderán el regreso.

Los refugiados angoleños huyeron en varias oleadas de las guerras que asolaron su país desde la independencia en 1975, e incluso antes, durante la guerra contra Portugal por la liberación, en los años 60.

Kisenge está a 50 kilómetros de la frontera con la provincia angoleña de Moxico, de donde proceden la mayoría de los refugiados.

Los últimos llegaron a la localidad cuando el líder de la derechista Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (Unita), Jonas Savimbi, inició una guerra de guerrillas contra el gobierno izquierdista.

Los refugiados angoleños supieron en febrero de 2002, cuando murió Savimbi, que el día del regreso se acercaba.

”Los refugiados angoleños están felices de volver a casa, a juzgar por el entusiasmo mostrado por los que nos acompañaron en la misión a Kisenge”, señaló el representante de ACNUR en la provincia de Katanga, William Mututa.

”Tras la muerte de Jonas Savimbi vimos muchos refugiados angoleños cruzar la frontera en forma clandestina, y decidimos ir para ver nosotros mismos si estaban a salvo en su país”, añadió.

”Desde hace un año, casi 10.000 personas dejaron Kisenge rumbo a la provincia de Moxico. El 20 de junio comenzaremos a repatriar oficialmente a los refugiados a Angola”, dijo Mututa.

”Angola ha sido devastada por las guerras y ahora nos necesita a nosotros, sus hijos, para iniciar el proceso de reconstrucción”, dijo Samuel Mahamba, uno de los refugiados en Kisenge.

Mahamba dejó Angola en 1984, cuando RDC aún se llamaba Zaire. Ahora parece un poco triste por dejar el país donde vivió tantos años.

”Nosotros crecimos y estudiamos aquí. Pero todavía somos angoleños y necesitamos ir a nuestro hogar. Nunca dejaremos de estar agradecidos con los congoleños que nos recibieron y con aquellos con los que pasamos los mejores momentos de nuestras vidas”, señaló.

Pero los hijos de los refugiados, como Alves Mulonda, que nacieron en la RDC, están menos entusiasmados.

”Me gustaría terminar el colegio secundario, pues sólo me falta un año. Si voy a Angola interrumpiré mis estudios. En RDC se lee francés, y en Angola deberé aprender portugués para continuar los estudios. Pero mis padres ya han decidido volver y tengo que ir con elos”, señaló.

La partida de los refugiados angoleños también despierta algunos temores entre los habitantes de Kisenge.

”La presencia de los refugiados angoleños no sólo contribuyó al desarrollo de la zona, sino también permitió la creación de empleos y de una gran infraestructura”, afirmó Berte Nawej, un maestro escolar.

Cuarenta por ciento de los alumnos de las escuelas de Kisenge son angoleños, señaló Nawej.

”La partida de los refugiados hará que haya menos trabajos en las escuelas, en los hospitales y en las agencias de asistencia humanitaria, que emplean a muchos congoleños. Cuando los refugiados se vayan, Kisenge parecerá un pueblo fantasma”, señaló. (

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