PETROLEO: Una troika sostiene precios durante vigilia de la OPEP

Los grandes productores petroleros Arabia Saudita, México y Venezuela sostuvieron este viernes los precios internacionales del crudo, mientras la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) deshoja la margarita entre recortar o no su oferta en este verano boreal.

El ministro petrolero saudita Ali al-Naimi, el mexicano Ernesto Martens y el venezolano Rafael Ramírez se reunieron en Madrid para hacer un primer examen del mercado del petróleo, con miras a un posible recorte de la oferta concertado entre países de la OPEP, como Arabia Saudita y Venezuela, y no integrantes de ese grupo, como México.

El efecto en los mercados de la realización de esa reunión fue un alza de precios.

Ese trío de países se propone revisar ”el comportamiento de los precios y el mercado, pero también la posibilidad de acuerdos de cooperación en petróleo y gas entre países OPEP y no OPEP”, indicó el ministro venezolano, que viajará desde Madrid a Noruega, uno de los países invitados a próxima reunión de la OPEP.

Integran esa organización Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Arabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela, que se reunirán este miércoles en Doha, en una conferencia a la que fueron invitados los ministros petroleros de Angola, Egipto, México, Noruega, Omán, Rusia y Siria.

La oferta oficial diaria de los socios de la OPEP menos Iraq es 25,4 millones de barriles de 159 litros de crudo, de acuerdo con cuotas asignadas a cada país, pero según portavoces de la organización, existe una sobreoferta diaria de casi dos millones de barriles, en un mercado que consume unos 77 millones de barriles por jornada.

Desde los años 90, las exportaciones petroleras iraquíes fueron administradas por la Organización de las Naciones Unidas mediante el programa Petróleo por Alimentos, una excepción a las sanciones impuestas a Bagdad por invadir Kuwait.

Ahora Iraq es controlado por la coalición que lo invadió este año y derrocó a su gobierno, encabezada por Estados Unidos, y no está claro qué ocurrirá con las relaciones entre ese país y la OPEP, que no acepta por el momento representantes designados por las fuerzas de ocupación.

Mientras llega la reunión en Doha, la troika explora la posibilidad de recortes y su instrumentación. El mecanismo ha funcionado como vaso comunicante entre productores de la OPEP y externos a ella desde 1998, y el último recorte de producción pactado por unos y otros se decidió en otra cita madrileña, en noviembre de 2001.

La reunión de este viernes apuntaló los precios, que aumentaron alrededor de cuatro por ciento sobre los valores de hace una semana, y fueron los más altos desde marzo.

El crudo Brent, marcador del Mar del Norte, se negoció en Londres a 27,39 dólares por barril, 2,85 dólares por encima de sus valores de la semana pasada.

El West Texas Intermediate o crudo dulce ligero estadounidense se mantuvo sobre el ”umbral psicológico” de 30 dólares, y se transó en Nueva York a 30,72 dólares por barril, casi dólar y medio por encima de los 29,29 a los que se vendió al cierre de mayo.

La canasta de siete crudos que utiliza la OPEP como referencia se vendió esta semana a un promedio de 27,38 dólares, un dólar por encima de su cotización a fines de mayo, y en la parte alta de la banda de precios de 22 a 28 dólares que la organización considera adecuada.

El crudo mexicano, más pesado que los anteriores, bordeó los 23 dólares por barril, y el de Venezuela aumentó más de un dólar por barril, al venderse a 24,85.

”Los precios subieron en reacción a la situación de bajos inventarios de crudos y productos en Estados Unidos, las expectativas en torno a la próxima reunión de la OPEP y la incertidumbre sobre el regreso del crudo iraquí a los mercados internacionales”, informó el Ministerio de Energía de Venezuela.

Iraq ya produce 750.000 barriles diarios, y se apresta a exportar inventarios acumulados en el meridional puerto turco de Ceyhan, pero según el Centro para Estudios Globales de la Energía, con sede en Londres, sólo el próximo año recuperará el nivel de su producción de antes de la invasión, 2,4 millones de unidades.

Durante la semana, los operadores del mercado previeron que la OPEP podría no disponer un nuevo recorte, porque los precios estaban en niveles relativamente altos y son bajos los inventarios en Estados Unidos, el mayor consumidor del mundo con unos 20 millones de barriles diarios.

Para ello se apoyaron en declaraciones del ministro petrolero de Indonesia, Purnomo Yusgiantoro, quien dijo que en Doha ”se examinará la situación del mercado y quizá la OPEP no necesite cortar la producción”, en vista de las dificultades de Iraq para regresar con una oferta importante.

Si los precios suben más puede afectarse la demanda global y demorarse la recuperación de la economía mundial, según insisten en subrayar los Estados consumidores industrializados. Arabia Saudita, principal productor de la OPEP con ocho millones de barriles diarios, es el primer blanco habitual de las presiones.

Sin embargo, Al-Naimi hizo una enérgica defensa de las políticas de la OPEP desde Bakú, donde estuvo antes de acudir a Madrid. ”Es una locura dejar sólo al mercado la determinación de los precios. De ese modo, productores y consumidores pierden los beneficios de un suministro balanceado con la demanda”, afirmó.

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