El triunfo del nacionalismo vasco moderado en las elecciones municipales de este domingo impulsará el plan de soberanía planteado por el presidente del gobierno autónomo de esa comunidad española, Juan José Ibarretxe.
”Estamos bien preparados para sacar adelante el Plan Ibarretxe”, aseguró tras conocer los resultados electorales Xabier Arzalluz, el presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), al que pertenece Ibarretxe.
Ese programa apela al derecho a la autodeterminación del pueblo vasco, pero sus autores aún no han definido si, en caso de aprobarse, se llevaría a una ”federalización” de esa comunidad en España o si sería un paso previo a la independencia y a su integración en la Unión Europea como un estado soberano.
La coalición del PNV y de su escisión, Eusko Alkartasuna (EA), acumuló 497.524 votos en los comicios municipales de las tres provincias que constituyen la Comunidad Autónoma Vasca, Guipúzcoa, Vizcaya y Alava, con un censo de 1.771.441 personas y la abstención de 28,45 por ciento.
En segundo lugar se ubicó el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), con 251.131 sufragios, seguido del centroderechista Partido Popular (PP) y gobernante de España, con 212.443, y de la coalición Izquierda Unida (IU), basada en el Partido Comunista, con 89.616 votos.
Así, los votos del nacionalismo moderado (PNV-EA) y los de IU, sus aliados en el gobierno autónomo vasco, suman 587.140, muy por encima de los llamados constitucionalistas (PP y PSOE), que obtuvieron 463.574 votos en conjunto.
Se conoce como constitucionalistas a los partidos que defienden la vigencia y el respeto de la Constitución española aprobada en 1978.
Esa ley fundamental no incluye el derecho a la autodeterminación de las comunidades autónomas o de cualquier otra parte del territorio español, derecho que es reivindicado por los nacionalistas de todo signo, incluidos los moderados que en la actualidad gobiernan el País Vasco coaligados con IU.
Los expertos coinciden en que 9,3 por ciento de votos anulados el domingo en el País Vasco se pueden atribuir a ETA, pues los candidatos afines a ese grupo terrorista quedaron imposibilitados de participar al ratificar el Tribunal Constitucional en la semana previa a las elecciones una sentencia judicial en ese sentido.
El Tribunal confirmó la ilegalización de 241 listas de candidatos para las elecciones del domingo en municipios de las septentrionales comunidades autónomas del País Vasco y Navarra, dos de las 17 que integran España.
En el fallo se señaló que AUB (siglas en vascuence de Plataforma por la Autodeterminación), es ”una continuidad operativa” de Batasuna, Euskal Herritarrok y Herri Batasuna, nombres sucesivos del partido creado por ETA y por ello ilegalizado el 28 de marzo.
ETA, siglas en vascuence de Euskadi ta Askatasuna (Patria Vasca y Libertad), nació en los últimos años de la dictadura de Francisco Franco (1939-1975) y unió su oposición al régimen con demandas separatistas.
La ilegalización de esas listas llevó a los grupos proetarras a pedir a sus seguidores que pusieran en los sobres una boleta especial, que reivindicaba sus posiciones e implicaba de hecho la nulidad del voto.
La mayoría de esos votos se hicieron efectivos en pequeños ayuntamientos, lo cual hace dudar a observadores sobre la libre determinación en su decisión de quienes los emitieron.
La razón de esa duda es que en España se puede llegar a la mesa electoral con la papeleta del voto ya colocada dentro de un sobre cerrado, sin que sea obligatorio pasar por la cabina o el llamado comúnmente ”cuarto oscuro”, explicó a IPS la socióloga Edurne García.
De esa manera los etarras pueden repartir previamente los sobres a los vecinos y bajo amenazas obligarlos a votar con ellos o bajo su vigilancia, indicó.
No obstante, esa posibilidad fue negada por el portavoz en el parlamento vasco del partido afín a ETA ilegalizado, Arnaldo Otegui, quien aseguró que esos votos han sido depositados por ”vascos, desobedientes, insumisos y demócratas”, que reclamaron de ese modo su derecho a participar en las elecciones.
Otegui añadió que, una vez realizados los comicios sin que hayan podido participar, reclaman al nacionalismo moderado que les reconozca su porcentaje de votos, aunque constitucionalmente ello sea impracticable.
Para el editorialista de El Diario Vasco, uno de los periódicos tradicionales de esa región, ”el voto nulo ha sido un fracaso”, porque ha llevado a su mínima expresión al nacionalismo radical y violento.
En Bilbao, San Sebastián y Vitoria, las grandes ciudades del País Vasco, los triunfos se repartieron. En la primera ganó la coalición PNV-EA, en la segunda el PSOE y en la tercera el PP.
Dilucidada la contienda electoral, la atención estará puesta a partir de ahora en el llamado Plan Ibarretxe, que según su autor será reactivado en septiembre, a la vuelta de las vacaciones del verano boreal.
Si bien el gobierno central rechaza de plano el Plan Ibarretxe, no niega la posibilidad de negociar una ampliación de las competencias de las entidades públicas del País Vasco, a partir de lo establecido en la Constitución.
Pero Aznar, para que el diálogo con el PNV-EA pueda llevarse a la práctica, exige que esas formaciones rompan cualquier tipo de contacto con ETA.
A ese respecto son significativas las declaraciones efectuadas este lunes por Arzalluz, quien aseguró que ”los vascos han dado la espalda a ETA”, al no hacer caso ”al llamamiento al voto nulo que ETA hizo con tanta solemnidad”, frase que puede entenderse como respuesta a los requerimientos del gobierno central.
Otra variante para la gobernabilidad en los ayuntamientos la puso el ex ministro del Interior y líder del PP en el País Vasco, Jaime Mayor Oreja, quien afirmó que su partido hará ”lo indecible para fortalecer el mayor número de alcaldes constitucionalistas”.
Eso quiere decir que apoyará a ”todos los candidatos del PSOE” que hayan logrado más votos que el PP, para que puedan así presidir las instituciones vascas.
En cambio, José Baños Loinaz, director del diario Deia, vinculado al PNV, el gran derrotado de estas elecciones fue el PP ”y su discurso de confrontación, no para gobernar sino para impedir otras políticas”.
El PNV y EA, desde la mayoría que lograron, podrán impulsar el Plan Ibarretxe sin necesidad de apoyarse en los grupos afines a ETA, explicó.
