El negocio de las drogas sigue boyante y en extremo violento en México, aunque el gobierno exhibe en estos días las más alentadoras cifras de la historia de su lucha contra el flagelo, que podrían llevar a pensar que las mafias sufrieron un golpe mortal.
El ejército y la policía detuvieron entre diciembre de 2000 y el 18 de este mes a casi 20.000 personas por narcotráfico, destruyeron más de 90.000 hectáreas sembradas con marihuana y amapola.
También en el mismo lapso se inutilizaron 1.562 pistas de aterrizaje clandestinas y se decomisaron 14.548 kilogramos de cocaína y casi tres millones de kilogramos de marihuana.
Con los decomisos de droga, que son los más altos de la historia comparados con un periodo similar anterior, se evitó la intoxicación de casi 1,7 millones de personas, muchas de ellas con daños irreversibles para la salud y para la vida, señaló la Secretaría (ministerio) de Defensa Nacional.
Lo que muestran las cifras es la magnitud del negocio, el grado de inserción de los diferentes grupos (de traficantes de drogas), lo extendido que están, la cantidad de gente que participa de diferente forma y su capacidad de regenerarse, explicó a IPS el experto Jorge Fernández.
Pero lo que no se puede inferir de esos datos es que el negocio del narcotráfico fue debilitado, advirtió Fernández, autor de varios libros sobre el tema.
Sólo en lo que va del año fueron ejecutadas en México, a la usanza de las mafias, más de 200 personas, entre presuntos narcotraficantes y policías, una cantidad que jamás se había registrado en el país en un lapso similar anterior.
Los expertos indican que la violencia es consecuencia de los reacomodos que se dan entre los grupos delictivos frente a las últimas detenciones de varios de los jefes del narcotráfico local, algunos de ellos requeridos por Estados Unidos, logro del que se ufana el gobierno mexicano de Vicente Fox.
Para nosotros (el combate contra el narcotráfico) es una guerra y es una guerra que vamos a llevar (hasta) sus últimas consecuencias, ha dicho el presidente en varias oportunidades.
Sin embargo, el gobierno no parece estar ganando esa guerra a pesar de las numerosas e importantes detenciones, impresionantes decomisos e investigaciones, un hecho que algunos observadores partidarios de la legalización de las drogas vienen advirtiendo desde hace varios años.
La legalización de las drogas en Estados Unidos es la clave para la solución del problema del narcotráfico en países como Colombia y México, señaló este mes el laureado escritor mexicano Carlos Fuentes.
También el premio Nobel de Literatura, el colombiano Gabriel García Márquez, se manifestó al respecto al indicar que no es posible imaginar el fin de la violencia en Colombia sin la eliminación del narcotráfico, y no es imaginable el fin del narcotráfico sin la legalización de la droga, más prospera cada instante cuanto más prohibida.
Poco después de que Fox asumiera el gobierno en diciembre de 2000, sus colaboradores indicaron que no estaban cerrados a estudiar las tesis que hablan de la legalización del consumo de ciertas drogas.
Pero con el paso del tiempo la estrategia de combate frontal contra el narcotráfico, recomendada por Estados Unidos, se mantuvo intacta.
Entre algunos expertos llega a ser una cosa obvia decir que la legalización de las drogas permitirá derrotar al narcotráfico, pero en los hechos esa posibilidad está muy lejana, reconoció Luis Astorga, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México.
México tiene en su vecino del norte, Estados Unidos, al mayor demandante de drogas del mundo con 20 millones de consumidores habituales u ocasionales de marihuana, cinco millones de usuarios de cocaína, tres millones de éxtasis, 1,3 millones de metanfetaminas y un millón de heroína.
Además, la cantidad de usuarios de drogas en México también está en aumento hasta abarcar en la actualidad a 2,5 millones de personas, en su mayoría jóvenes que de manera creciente consumen especialmente cocaína.
Los narcotraficantes se quedan con alrededor de 4.500 dólares de los 15.000 que llega a costar una kilogramo de cocaína en el mercado y el resto lo destinan a sobornos y a financiar su red de transporte y distribución, según el documento Estrategia Nacional para el Control de las Drogas, del gobierno de Estados Unidos.
En ese informe también se indica que los narcotraficantes colombianos se comprometen a donar a los mexicanos 40 por ciento de los cargamentos de cocaína a cambio de que logren pasar 60 por ciento restante a territorio estadounidense.
La droga que sale de México hacia Estados Unidos y Europa procede de América del Sur o se produce en este mismo país burlando los cada vez más férreos controles y dejando a su paso una estela de corrupción, muerte y millonarios sobornos.
En México, varios generales del ejército han sido procesados por delitos de tráfico de drogas y hasta algunos sacerdotes católicos han sido acusados, aún sin confirmación, de mantener vínculos con el narcotráfico.
Investigadores mexicanos calculan que la actividad de los narcotraficantes equivale entre 4,3 y 20,7 por ciento del producto interno bruto del país, que ronda los 450.000 millones de dólares.
Mientras, la Procuraduría (fiscalía) cree que las ganancias de las organizaciones criminales relacionadas con las drogas se aproximan hoy a los 30.000 millones de dólares anuales.
La lucha contra el narcotráfico no es una guerra de estadísticas sino una guerra que afecta a todos, que lastima a nuestras familias, una guerra que no se puede perder, sentenció Fox.